De la celebración oficial al silencio de la oposición
Tras el respaldo científico a la vacuna que se produce en Rusia
las hubo, que no servían. Se van a quedar con la ganas y mañana van a empezar con otro tema”, aseguró un funcionario del Ministerio de Salud, quien aseguró que si bien la noticia “no lo sorprendía”, serviría para desbaratar a “los predicadores del odio, la mentira y la desesperanza”.
“El impacto de la publicación de The Lancet tiene mucho más que ver con una cuestión política que técnica o sanitaria. Esta información sirve para desarmar la campaña antivacunas y antipueblo de un sector de los medios de comunicación y la oposición. Un argumento que repitieron como loros personas que nunca en su vida leyeron una revista científica y como ya fue señalado, mala consejera.
Si bien el Gobierno siempre priorizó la salud y está obsesionado con que el país disponga de la mayor cantidad de vacunas posible por todo lo que eso implica para terminar con la pesadilla de la pandemia, lo cierto es que no va a pagar una cantidad exorbitante de dinero que no le sobra al Estado sólo por apuro. El equilibrio entre conseguir el bien más demandado del mundo y no pagar un precio desmesurado es muy difícil, pero en el Gobierno apuestan a una palabra clave en la vida y casi obligatoria en política: la negociación.
Mientras tanto, y como la multilateralidad que tanto defiende Fernández brinda la ventaja de que se puede negociar con distintos países, el Gobierno presiona a AstraZeneca para que entregue suele ser que ahora lo único que saben es que se quedaron sin argumento para repetir, pero que mañana seguro van a encontrar otra mentira”, sostuvo el viceministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, a este diario. más dosis y siguen las negociaciones con Rusia para que los envíos comprometidos de la Sputnik V avancen lo más rápido posible. En ese sentido, las comunicaciones entre los países que producen las vacunas son frenéticas y diarias.
La secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, dijo que además de las entre 50 y 70 millones de dosis que el Gobierno tiene pactadas por la vacuna Sputnik V, la de AstraZeneca y las que llegarían por el mecanismo Covax, se está negociando con todos los productores. También se refirió a las demoras en la llegada de la Sputnik V y señaló que “a todos los proveedores, en todos los contratos, se los exime si no entregan a tiempo, porque cuando firmaron era una estimación”.
A pesar de que en una pandemia es difícil hablar de logros, lo cierto es que el gobierno de Alberto Fer
El funcionario destacó que, habitualmente, las revistas científicas no se dedican a validar la aprobación de un medicamento, sino que dan indicaciones sobre su eficacia para determinados casos. De la aprobación se encargan organismos nández tuvo un claro acierto a la hora de comprar vacunas y confiar muy tempranamente en la Sputnik V. Y esa confianza le fue devuelta por Vladimir Putin a la Argentina cuando a pesar de los problemas de producción de la Sputnik V que empezó a haber por la alta demanda mundial, el Fondo Ruso de Inversión Directa y el Instituto Gamaleya destacaron la “sólida alianza” que establecieron con Argentina y precisaron que por eso “seguirá recibiendo” la vacuna más allá de las dificultades que presenta su producción a gran escala y los posibles retrasos. Las feroces negociaciones por conseguir el nuevo oro líquido continúan y la novela de la pandemia está lejos de ser terminada, pero cada día se escribe al menos una página. reguladores como la Anmat, que trabajan con la misma información y que, en el caso de Argentina, ya había autorizado la vacuna.
Varios funcionarios y funcionarias aprovecharon las redes sociales para celebrar el estudio de The Lancet y, de paso, tirar un palito contra la oposición. “¡Es-pec-tacu-lar!”, tuiteó Cristina Fernández, acompañando la publicación con una foto de la revista británica y el título de la noticia sobre el tema de PáginaI12. “Se ratifica el excelente desempeño de la vacuna Sputnik V en la publicación de la prestigiosa revista científica The Lancet”, celebró el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán. “Las conclusiones de la revista The Lancet sobre la vacuna expone a los que buscaron menospreciar el esfuerzo del país que ya está vacunando. Son posiciones mezquinas que juegan con el temor de la gente pero también dejan en ridículo a quienes las promueven”, publicó ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro.
Por el contrario, desde la oposición predominó el silencio, a excepción de unos pocos casos. Uno de los primero en salir a opinar fue el ex secretario de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, quien en el pasado había cuestionado que hubiera existido “opacidad en la comunicación”. “Es una muy buena noticia”, sostuvo Rubinstein. Si bien el ex funcionario del macrismo volvió a esbozar una objeción en torno a que “la confianza pública no se construye sobre lo que uno piense o desee sino sobre la transparencia”, terminó concluyendo que la publicación era “tranquilizadora” y que permitía “calmar un poco las aguas en este contexto de incertidumbre global”.
El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, también hizo un comentario: celebró “que se haya podido publicar y esté la información técnica a la vista” para que así, ahora, “este al alcance de cada médico leer el artículo y hacer recomendaciones a sus pacientes”. Hoy habrá una conferencia de prensa en donde se espera que realice mayores precisiones.
Quien no hizo declaraciones fue Elisa Carrió, que a finales de diciembre había denunciado al Gobierno por “envenenamiento” y “defraudación a la administración pública”. Este diario se comunicó para averiguar si, frente a la publicación en la revista británica, iba a mantener la denuncia, pero no supieron dar una respuesta. Tampoco hizo comentarios la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, que en varias ocasiones cuestionó que el Gobierno no hubiera comprado otras vacunas, además de acusar a la administración de Alberto Fernández de hacer un “mal manejo” de las que sí había comprado. También eligió el silencio el presidente de la UCR, el diputado Alfredo Cornejo, quien había exigido una y otra vez que el Gobierno proporcionara mayor “transparencia” respecto de la vacuna.
En el Gobierno consideraron que la publicación de los datos que confirman la eficacia de la vacuna servirá para neutralizar la campaña mediática y opositora contra la Sputnik V.
“La información sirve para desarmar la campaña antivacunas y antipueblo de un sector de los medios y la oposición.”