Pagina 12

Pandemia

- Por Pablo Esteban

@

Argentina se acerca a los dos millones de infectados reportados por diagnóstic­o y a los 50 mil fallecidos. El dato positivo es que durante las últimas semanas, el promedio de casos disminuyó de manera lenta pero sostenida. Al 21 de enero, el país promediaba los 10.300 contagios diarios, al 28 de enero los 8.900 y para el 5 de febrero, los 8 mil. El declive de la curva es un aspecto muy favorable si se tiene en cuenta que, durante los próximos meses, las temperatur­as bajarán y, según adelantan las autoridade­s sanitarias, habrá que prepararse para la segunda ola. Mientras avanza la vacunación en el país, el incremento de las restriccio­nes continúa siendo la bala de plata con que cuenta el gobierno para frenar la propagació­n del patógeno si la situación se torna incontrola­ble. Las restriccio­nes se endurecen en todo el mundo, las medidas para cuidar la salud de las poblacione­s no distinguen banderas ni ideologías: Cuba ha decretado el toque de queda en La Habana durante últimas horas (más de mil casos diarios cuando antes se contaban de a decenas o centenas); del mismo modo que, del otro lado del Atlántico, varias naciones europeas como Francia, Países Bajos, España, Italia o Bélgica, no dudaron en recurrir a dicha medida.

El modelo epidemioló­gico de olas, según el biólogo molecular y biotecnoló­go Ernesto Resnik, fue propuesto en abril pasado porque se ajustaba muy bien a la coreografí­a de propagació­n que ensayaba el Sars CoV-2 en el mundo y en el país. “Algunos epidemiólo­gos ya anticiparo­n el modelo en abril pasado. Mientras el virus no se vaya, seguirá habiendo olas, con picos en que la gente se contagia más y se incrementa la inmunidad. Lo que creo que hay que entender es que cada ola es distinta a la anterior; como cada vez hay más gente que ya se contagió, cada vez hay menos personas susceptibl­es de la infección”, destaca Resnik. Y completa: “Al comienzo toda la población era susceptibl­e y candidata a tener el virus, pero ahora el patógeno tiene menos terreno para infectar. Además, a diferencia de la primera ola, ya se volvió más difícil localizar los epicentros en las grandes urbes y dentro de éstas en grupos específico­s. Me refiero a fábricas, geriátrico­s, frigorífic­os o sitios puntuales. En la actualidad, al Sars CoV-2 se lo puede hallar en cualquier lado”.

Para el especialis­ta argentino que reside en Estados Unidos, lo que se transformó durante los meses pasados fue la fase de la pandemia. “Al principio, los lugares que recibían al patógeno eran los centros de turismo o comercio. Buenos Aires, Madrid, Nueva York eran los epicentros que irradiaban los contagios. Ahora estamos en otra fase de la pandemia: puede haber un brote en una fábrica, pero debemos poner el ojo en todos nuestros contactos, en nuestras propias casas, en nuestros amigos, en los parientes”, sostiene Resnik. De manera que, bajo estas premisas, la segunda ola en Argentina

Ees un fenómeno del que será difícil escapar porque, sencillame­nte, es la lógica de circulació­n viral que ha imperado en buena parte del mundo.

¿Para cuándo se espera la segunda ola en Argentina? Los especialis­tas señalan que el momento coincidirá con el descenso l reporte del Ministerio de Salud confirmó 125 nuevas muertes de pacientes con coronaviru­s en las últimas 24 horas, lo que eleva la cifra de víctimas mortales en el país a 49.110. Además se registraro­n 6.680 contagios diarios, según el informe de la cartera que comanda Ginés González García. Con estos registros, suman 1.976.689 positivos en el país. Además, fueron realizados 42.244 testeos y desde el inicio del brote se realizaron 6.483.493 pruebas diagnóstic­as para esta enfermedad, lo que equivale a 142.881 muestras por millón de habitantes. Hay por el momento 3.550 personas internadas en Unidades de Terapia Intensiva: las camas de UTI están ocupadas en un 54,8 por ciento a nivel nacional y en un 60,4 por ciento en el Area Metropolit­ana de Buenos Aires. de las temperatur­as y, con ello, la modificaci­ón de las dinámicas sociales. Básicament­e, durante otoño e invierno las personas dejan de reunirse en espacios al aire libre y prevalecen los encuentros en espacios cerrados y desprovist­os de ventilació­n. A este aspecto, deberán sumarse las clases que también podrían empujar el incremento de las infeccione­s. “Se habla de segunda ola siempre que existe un aumento de casos que se prolonga en el tiempo y que se asemeja a lo que sucedió meses atrás, cuando llegamos a tener 18 mil contagios diarios. En diciembre y enero experiment­amos una nueva escalada en la cantidad de infectados que, afortunada­mente, fue corta”, expresa Martín Hojman, médico del Hospital Rivadavia y miembro de la Sociedad Argentina de Infectolog­ía (SADI). Luego continúa: “El clima tiene que ver, no de manera directa, sino por lo que genera: con el frío la ventilació­n disminuye y las personas tienden a estar más cerca y a frecuentar menos lugares abiertos”.

Además del clima existen otros factores que desde el punto de vista Hojman podrían contribuir al incremento de casos. “Desde

Los encuentros en sitios cerrados, el inicio de clases y la falta de ventilació­n podrían contribuir al aumento de casos.

Argentina observamos lo que sucedió y sucede en naciones europeas, donde la situación fue muy compleja y aún lo sigue siendo. Aquí parte de la prensa sigue diciendo que no sirvieron para nada las restriccio­nes de meses atrás y construyen un mensaje que empuja a desacredit­ar los efectos del virus. Eso se debe sumar a las vacunas y a un cambio en la percepción de la gente que, ante un horizonte de respuesta más cercano, tiene menos temor a que la situación empeore”, explica. “Además, no debemos olvidar la confirmaci­ón de la existencia de nuevas variantes que ya circulan en el país y que son más contagiosa­s”, relata el médico infectólog­o.

¿Se puede hacer algo para evitarla? Más allá del cansancio del presente, el foco estará en –una vez más– procurar concientiz­ar a la población de lo importante que es cumplir con pautas sociales que, de acuerdo a la evidencia científica, tienen éxito probado. “Evitarla será difícil, pero dependerá de todos nosotros cómo será esa segunda ola y si lograremos contener la situación, tal como sucedió el año pasado, con el propósito de que el sistema de salud no colapse. Estará en nosotros, en definitiva, el hecho de poder mantener aquellas medidas que sabemos que son muy útiles; me refiero al barbijo, a la ventilació­n, a la distancia y a la higiene de manos”, precisa Hojman. Después continúa con un factor que él juzga decisivo: “Lo que tiene que estar muy en claro es la autopercep­ción de la gente, de no soslayar los síntomas, de contactars­e a la brevedad con el sistema de salud, de autoaislar­se ante la mínima detección de una situación anormal.

 ?? EFE ?? Vacunación y testeos tempranos son las nuevas armas para la próxima etapa.
EFE Vacunación y testeos tempranos son las nuevas armas para la próxima etapa.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina