Dos años y medio sin rastros de Delia
Cada 18 de septiembre, la familia de Delia Gerónimo Polijo sale a marchar por La Paz, acompañada por todo el pueblo. Su silla en la escuela nunca más fue usada por nadie.
Esa tarde, una cámara de seguridad de la estación de servicio del pueblo registró su paso cinco cuadras más “abajo” de la escuela.
Delia desapareció volviendo a su casa de la escuela, una tarde en la que el horario escolar se acortó por los festejos del Día del Estudiante. Había una final de fútbol entre varones y algunas chicas pidieron retirarse antes. Delia no llegó a su casa, una barraca muy precaria en una ladrillera, ubicada en el paraje La Guarida, a varios kilómetros del centro de La Paz.
Esa tarde, una cámara de seguridad de la estación de servicio del pueblo registró su paso cinco cuadras más “abajo” de la escuela. Otra cámara particular la registró corriendo. Varios vecinos la vieron saliendo del pueblo, y luego unos 500 metros antes de su casa, ya en plena zona rural.
El 23 de diciembre de 2018, tres meses después, una vecina de La Paz, denunció a su pareja, Mauro Martínez, por violencia de género y además lo vinculó con la desaparición de Delia. Dijo que la amenazó alcoholizado y le dijo: “Te voy a matar y te voy a tirar a un pozo, como a la boliviana”. Al día siguiente el hombre apareció ahorcado. Cerca de su casa se habían encontraron algunas pertenencias de Delia como una pulsera que llevaba ese martes, unos aritos sin uso que había comprado el día anterior, y una “colita” para el pelo.
Si Martínez habría sido el autor del femicidio de Delia, en el pueblo no se cree que habría actuado solo. El abogado de la familia, Carlos Nayi, hace tiempo consideró remotas las esperanzas de encontrar a la adolescente con vida. La familia exige el esclarecimiento del hecho. Nunca aparecieron los restos de Delia.
La causa judicial está radicada en la Fiscalía de Primera Nominación de Villa Dolores –localidad ubicada a 41 kilómetros de La Paz– a cargo de la fiscal Lucrecia Zambrano. “La familia no tiene prácticamente noticias de la fiscalía”, comentó a este diario María Lina. PáginaI12 intentó, sin éxito, contactar a Zambrano. En el marco de la investigación, se pesquisaron los pozos de agua de la zona.
Incluso, bajó personal especializado con equipos de oxígeno en la búsqueda de algún rastro. Nunca se encontró nada.
La desaparición de Delia despertó a La Paz y los pueblos cercanos. “Hubo una gesta popular”, dice María Lina. Antes, no se había movilizado la población aun cuando en la historia de la zona hay otras tres desapariciones de mujeres. El 2 de febrero de 2014 no se supo nada más de Marisol Rearte, de 18 años, ni de su hija, Luz, de 2, de Villa Las Rosas, otra pequeña localidad cercana. Ese mismo año desapareció Silvia Gallardo, de 24 años, en Yacanto, pueblo vecino. Como el rumor que circuló por entonces fue que las dos jóvenes estaban en situación de prostitución, por el estigma, por prejuicios, las comunidades no acompañaron las búsquedas junto a sus familias.
Delia, tal vez porque encarnaba el relato de “la buena” víctima, tocó otras fibras entre vecinas y vecinos del lugar, tal vez por la sacudida de conciencias que provocó el surgimiento del movimiento
Ni Una Menos en relación a las violencias machistas y los femicidios. Al principio, durante ese verano de 2019 se marchó todos los días para pedir por ella. Desde mediados de 2019 hasta principios de 2020, la convocatoria en La Paz fue cada 18 de mes. La pandemia por covid-19 los obligó a evitar las concentraciones y las marchas se cortaron. Hasta este jueves que volvieron a las calles, con fuerte apoyo de organizaciones sociales y feministas de la zona y el sindicato de ladrilleros. A Delia nadie la olvida. En la entrada al pueblo hay un cartel con su rostro. También un mural pintado en la sociedad de fomento y más fotos con su cara y pidiendo por su paradero en una de las ventanas de la escuela. A partir del caso, se creó la mesa de derechos humanos local y el área de género que encabeza María Lina. Pero la historia cambió: ahora en Traslasierra son cuatro las mujeres desaparecidas que se buscan.