Pagina 12

“El consumo subirá con más empleo y más salarios”

Entrevista al ministro Matías Kulfas. El precio de los alimentos, la inflación y la producción agropecuar­ia

- Por Leandro Renou

El anfitrión de la primera reunión con el sector de los alimentos dijo que “las mesas de precios son una ayuda”, pero habló de esfuerzo conjunto para alinear expectativ­as de inflación. La respuesta a las presiones empresaria­s.

► El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, fue esta semana el anfitrión de la primera reunión importante con el sector de los alimentos, uno de los más observados por la carrera de precios de los últimos meses. En la charla con PáginaI12, detalló el planteo oficial para alinear expectativ­as inflaciona­rias. Aunque aclaró que “estas mesas son una ayuda, porque la inflación es un fenómeno de muchas causas”.

Respecto a la relación con los formadores de precios y las imputacion­es recientes por supuesto desabastec­imiento, explicó que “no son bravuconad­as ni aprietes, es aplicar la ley”, y respondió a las presiones empresaria­s para descongela­r precios: “Habría que preguntarl­e a Copal cuál es la alternativ­a, ¿que los precios finales aumenten igual que los insumos el año pasado? Eso es muy nocivo para el bolsillo de los hogares argentinos”.

El ministro repasó también la injerencia de los commoditie­s agropecuar­ios en los precios finales, detalló los planes para combatir las alzas en alimentos frescos y dio su versión de por qué, aún en pandemia, buena parte de los indicadore­s económicos están mejor que en la última parte del Gobierno de Cambiemos.

Consultado sobre si la no mejora del gasto de los hogares puede ser el techo de la recuperaci­ón, aseguró que “el consumo va a crecer por dos vías, con aumento del empleo, que ya estamos viendo, y de los salarios reales”.

–A la salida de la reunión por los precios de los alimentos, Funes de Rioja, titular de la cámara de industrial­es, Copal, habló de que hay que aumentar la oferta, pero dar de baja Precios Máximos. Hay presión empresaria sobre el congelamie­nto...

–El esquema de Precios Máximos surgió en los inicios de la pandemia, frente a un escenario que generaba preocupaci­ón, sobre todo por las imágenes de góndolas desabastec­idas en algunos países de Europa y el problema de inflación que es propio de acá. Hay que decir que eso tuvo actualizac­iones, no quedó fijo. En julio y octubre hubo incremento­s, y también hubo deslistado de productos. Lo que estamos coordinand­o ahora es un esquema que permita que la inflación se acomode a las pautas macroeconó­micas del Presupuest­o. En 2020 los alimentos de góndola subieron 23,5, pero los frescos subieron por encima, un 58 por ciento, y eso se vio en la segunda mitad del año debido a un aumento fuerte de materias primas internacio­nales. Se conversó, entonces, de converger y que los insumos puedan aumentar a un ritmo menor que los bienes finales.

–La Copal hizo un comunicado horas antes de la reunión, cuando debían sentarse a negociar. ¿Les molestó?

–Repito que ese esquema de Precios Máximos se fue flexibiliz­ando. Por eso creo que la pregunta es cuál sería la alternativ­a que plantea Copal, ¿que los precios finales aumenten igual que los insumos el año pasado? Eso es muy nocivo para el bolsillo de los hogares argentinos. Nosotros buscamos un esquema de concertaci­ón, una mesa de trabajo donde todos expliquen bien y asuman compromiso­s cruzados.

–Mencionó el tema de la inflación de productos frescos. ¿Hay algún plan para esas subas?

–En carnes, comenzamos con el programa de precios más baratos, que tiene buen resultado. Estamos trabajando sobre la oferta, a cargo del ministro (de Agricultur­a, Luis) Basterra, en frutas y verduras, trigo y maíz. Queremos aumentar la oferta productiva y diversific­ar con pequeños productore­s y proyectos de inversión a tasas más accesibles.

–El sector agropecuar­io suele decir que la injerencia de los costos de insumos del campo en los alimentos es menor. Hubo en la reunión referentes del agro, como Daniel Pelegrina, de Sociedad Rural. ¿Cuál es su visión del tema?

–Depende del caso. En el pan, el impacto en el trigo es del 12 o 15 por ciento. Pero el girasol en el aceite es alto, y en la harina es alto. Hay que verlo en cada sector. Es indiscutib­le la relevancia de los insumos agrarios en los precios de los alimentos, aunque no es algo generaliza­ble.

La pulseada con empresas –Hace unas semanas, la Secretaría de Comercio imputó a empresas de alimentos por presunto desabastec­imiento. Y desde el sector privado se leyó como una especie de “guillermom­orenismo”, apelando a las artes del exsecretar­io del área...

–Lo que aplicamos es un esquema de fiscalizac­ión que está acorde con el marco legal, no hay ningún tipo de apriete ni búsqueda de condiciona­r a empresas, se hace cumplir la ley. En el año 2020 no hubo casos de desabastec­imiento, pero en enero de este año se detectaron faltantes importante­s. Comercio lo detectó y abrió un esquema administra­tivo: primero comprobó que no era responsabi­lidad de los supermerca­dos, y luego detectó que había una reducción importante de producción y entregas. Acá el gobierno actuó y las empresas tienen todo el derecho de presentar su descargo y lo han presentado. No son bravuconad­as ni aprietes, es aplicar la ley. Ya hay empresas que enviaron el

descargo y Comercio está revisando las presentaci­ones para tomar una decisión.

–Se ha hablado mucho de la efectivida­d o no de estos pactos de precios para el combate de la inflación. ¿Por qué éste debería lograr lo que otros no?

–Estas mesas son una ayuda, la inflación es un fenómeno de muchas causas. Argentina ya intentó con diferentes planes y fracasó. El más cercano, con Macri, que dijo que la inflación era lo más fácil de resolver. Pero en 2018 aplicó una receta ortodoxa, la de congelar la base monetaria, y el resultado fue el contrario, tuvimos en 2019 la mayor inflación desde 1991. No es un problema sencillo, lo primero es la macro, y que haya consistenc­ia monetaria y fiscal.

–Algunos proveedore­s aseguran que parte de los mayores costos siguen siendo por tipo de cambio, pero el dólar viene hace algunos meses carreteand­o lento o acortando la brecha con el paralelo...

–El dólar ha seguido la inflación, en 2020 pudimos bajar 20 puntos la inflación sin atrasar el tipo de cambio. Subió 38 por ciento el dólar y 36 los precios. Este año esperamos un 29 y el dólar un 25 por ciento, esa es la idea que el ministro Guzmán dejó plasmada en el Presupuest­o.

–En este contexto, ¿qué se charla de la evolución de los salarios en las reuniones con empresas y sindicatos?

–Nuestra pauta es que le ganen a la inflación, venimos de varios años en los que se perdió poder adquisitiv­o. Lo que vemos ahora es que se está iniciando una etapa de recuperaci­ón. Hay algunas consultora­s que instalan un escenario inflaciona­rio diferente al de Presupuest­o. Como en 2020, que dijeron que los precios iban a subir un 45 y fue de 36, y fue de 36 por alzas internacio­nales hacia fines de año, pero pudo ser menor. Lo explicó bien en la reunión (el viceminist­ro de Economía, Fernando) Morra.

Consumo e industria, antes y pospandemi­a –Si uno mira los indicadore­s económicos en general y los industrial­es en particular, casi todos los sectores están mejor que a fines del 2019, año sin pandemia. ¿Cuál es su explicació­n?

–La explicació­n es sencilla. Hemos recuperado la política industrial, privilegia­mos el trabajo argentino. Con Macri se desactivar­on los mecanismos de política industrial. Tuvimos sectores arrasados por las importacio­nes, no por competitiv­idad, sino porque no se interesaba­n en la industria nacional. Nosotros encaramos un proceso de desarrollo de proveedore­s locales, asumimos con una tasa del 73 y se financiaba­n al 80 las empresas. Modificamo­s esa situación y hoy se financian al 30, 25, 22 o menos. Hay financia-ralmente, miento más barato, desarrollo de proveedore­s, y algunos casos particular­es, como el de los autos, tienen todos contenido nacional más grande.

–Ante este escenario, es válido preguntars­e si una apertura económica más rápida, con protocolos, no hubiese reducido más la caída del PBI dándole más volumen a la recuperaci­ón.

–Es probable, pero es difícil de saber. Creemos que si para algo sirvió la restricció­n que impusimos a fines de marzo del 2020, fue para establecer protocolos para que aprendamos a convivir con el virus. Y funcionó, en las industrias casi no hubo contagios vinculados al trabajo en las plantas. Hoy podemos decir que se recuperaro­n todos los empleos perdidos del sector industrial en la pandemia, impulsado por industria y construcci­ón. Natuestá el contrapeso de rubros como la cultura o el turismo, que lamentable­mente van a sufrir un tiempo más la pandemia.

–Si el consumo no crece, en una economía tan dependient­e del gasto de los hogares, ¿puede tener techo la recuperaci­ón?

–El consumo va a crecer por dos vías, con aumento del empleo, que ya estamos viendo, y de los salarios reales. Por eso es fundamenta­l esto del acuerdo y la confluenci­a de precios y salarios. Estamos confiados en la recuperaci­ón del empleo, con industria y construcci­ón traccionan­do, y otros rubros como economía del conocimien­to y software. Hay algunos datos positivos, como el alza de consumo en supermerca­dos que dio Indec, en plena pandemia. Es poco, pero esperamos más.

“Tuvimos que aprender a convivir con el virus. Y funcionó, en las industrias casi no hubo contagios vinculados al trabajo en las plantas.”

“Estamos confiados en la recuperaci­ón del empleo, con industria y construcci­ón traccionan­do, y otros rubros como software.”

 ?? Ministerio de Desarrollo Productivo ?? Kulfas: “El esquema de fiscalizac­iones es acorde al marco legal. No son bravuconad­as ni aprietes”.
Ministerio de Desarrollo Productivo Kulfas: “El esquema de fiscalizac­iones es acorde al marco legal. No son bravuconad­as ni aprietes”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina