Recomponer el poder adquisitivo
Por Pablo Manzanelli y Cecilia Garriga *
Las evidencias empíricas sobre las que se deberían basar los intentos por arribar a un acuerdo de precios y salarios son contundentes como para afirmar que los trabajadores –y más en general los sectores populares– contaron con la peor parte de las dos pandemias que azotaron a la economía argentina: la pandemia económica que tuvo lugar durante el gobierno de Cambiemos y el colapso económico en el marco de la pandemia del coronavirus. Esto no sólo se refleja en la crisis de empleo y la caída del salario real durante el último lustro, sino también en una contracción muy superior de los costos salariales que derivaron en un incremento de los márgenes de ganancia para aquellas empresas que sobrevivieron a los embates de la crítica coyuntura actual.
Si bien los salarios reales de los trabajadores registrados en el sector privado sufrieron una reducción promedio de 15,4 por ciento entre noviembre de 2015 y el mismo mes de 2020, los costos salariales cayeron 23,8 por ciento. La diferencia entre ambos consiste en evaluar la evolución del salario en relación a los precios al consumidor (lo que mide el poder adquisitivo, o sea los salarios reales) y analizar los salarios como un costo de producción, es decir en relación a los precios mayoristas.
No hay que perder de vista que la “caída libre” de los salarios se intensificó en un escenario signado por la aceleración del ritmo inflacionario durante los últimos dos años del gobierno de Cambiemos, que si bien se desaceleró en 2020 se mantuvo en niveles elevados. Pues bien, este proceso inflacionario estuvo impulsado por los precios mayoristas, en tanto que los minoristas si bien se expandieron significativamente lo hicieron en un nivel inferior. Los primeros se incrementaron 233,1 por ciento mientras que los precios al consumidor lo hicieron en 190 por ciento entre marzo de 2018 –cuando empezaron las sucesivas devaluaciones que marcaron el fin de la valorización financiera impulsada por la administración Macri– y diciembre de 2020.
En ese marco se incrementaron considerablemente los márgenes de ganancia en el sector privado, especialmente entre 2017 y 2020. En esos años la participación del excedente bruto en el valor agregado del sector privado ascendió del 46,4 al 50,4 por ciento, lo que equivale a un incremento del 8,7 por ciento en la rentabilidad empresaria. No se trata, claro está, de un aumento en los volúmenes de ganancias sino de su participación relativa: en un contexto en el que se achicó la torta los que redujeron su gravitación fueron los asalariados y los que la incrementaron los empresarios.
Otro aspecto que resulta especialmente importante en el marco de la imperiosa necesidad de recomponer el poder adquisitivo del salario y, de esta manera, contribuir a la reactivación económica es que las pérdidas salariales de los últimos cinco años denotan, a su vez, una elevada heterogeneidad que no debería soslayarse. Así, por ejemplo, si bien los salarios reales de los trabajadores registrados en el sector privado sufrieron, como se mencionó, una reducción promedio de 15,4 por ciento, la mitad de los trabajadores tuvieron caídas superiores al 19 por ciento entre noviembre de 2015 y el mismo mes de 2020. Si se evalúa el desempeño de los trabajadores registrados en el sector privado con continuidad laboral (con 5 años de antigüedad) su descenso alcanza el 23,2 por ciento.
El análisis por rama de actividad también exhibe importantes asimetrías. De las 295 ramas de actividad, 152 experimentaron reducciones de las remuneraciones reales por encima del 20 por ciento y dentro de este universo 50 ramas registraron caídas superiores al 30 por ciento. Es evidente que para todas ellas un acuerdo de precios y salarios que supere levemente la inflación no resultará suficiente. Lo propio cabe para los trabajadores estatales que tuvieron una caída de 29 por ciento entre noviembre de 2015 y diciembre de 2020.
* Cifra-CTA. Los datos surgen del informe “El descenso del salario real tras las dos pandemias, y sus asimetrías” que puede consultarse en www.centrocifra.org.ar