Mujeres de vacunas
Paula Bombara tiene más mujeres de ciencia para traer al presente. Una de ellas es la escritora británica Mary Montagu, precursora en la vacunación. “Durante la epidemia de viruela de 1720, a contrapelo de las prácticas médicas de la época, hizo inocular a sus hijos pus cargado de viruela para evitar su muerte, pues había observado esta práctica y sus beneficios en su hermana, que había sido tratada de este modo en Turquía”, cuenta. “Por supuesto, la trataron de asesina e incluso sufrió violencia física por defender lo que en esa época llamaron ‘inoculación’. Muchas décadas más tarde, a fines de ese siglo, comenzaron a investigarse científicamente las que luego fueron las primeras vacunas”.
Hay otra mujer que destaca en la Argentina: “Durante la epidemia de poliomielitis que asoló el país a mediados de los ‘50, Eugenia Sacerdote de Lustig –que decidió estudiar medicina en Italia por las dificultades que encontraba aquí– fue de las primeras en vacunarse y vacunar a sus hijos en público para convencer a la gente de lo beneficioso de esta medida. Obviamente no faltaron voces que la criticaron fuertemente. Pero gracias a las vacunas de Salks y de Sabin, que figuran entre las primeras de nuestro calendario de vacunación, es una enfermedad erradicada del país”.
–Como científica, ¿qué le generan los movimientos anti vacunas que aparecieron en el mundo?
–Me resulta difícil escuchar esos discursos, que parecen desconocer el paradigma científico en el cual están desarrollando sus vidas. No escucho reflexión en lo que dicen, no aportan argumentos que me lleven a pensar y revisar mis convicciones. Nos pese o no, los medicamentos están presentes en nuestras vidas desde que nacemos y gracias a ellos la esperanza de vida de los y las humanas aumentó en décadas desde que, a principios del siglo XX, comenzaron a realizarse investigaciones sobre antibióticos. Quienes dicen que nunca se vacunaron y nunca se enfermaron no están teniendo en cuenta que viven en una sociedad con un alto porcentaje de personas que respeta el calendario de vacunación nacional, uno de los mejores del continente. En todo lo que hacemos no solo vale lo propio sino también lo que realiza nuestro entorno. Esas personas fueron protegidas por su entorno de un modo que no registraron.