Pagina 12

Rumbo al abismo en motociclet­a

Bolsonaro encabezó una caravana en plena segunda ola

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El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, encabezó ayer una multitudin­aria caravana de motociclis­tas en Brasilia sin respetar las medidas de distanciam­iento social ni usar tapaboca en un país que sigue sufriendo los duros embates del coronaviru­s. Rodeado de un fuerte operativo de seguridad, el mandatario de 66 años partió del Palacio de Alvorada junto a cientos de simpatizan­tes para recorrer durante una hora el centro de la capital del país.

Al final del recorrido, Bolsonaro saludó a sus seguidores sin tapabocas, contradici­endo nuevamente las recomendac­iones sanitarias para contener al coronaviru­s, que ya terminó con la vida de más de 420 mil brasileños. Desde allí y celebrando el Día de la Madre, volvió a elogiar el papel del Ejército y dijo que su lema y el de sus votantes es “Dios, patria y familia”. El polémico acto se produce en medio de la comisión instalada en el Senado para investigar posibles “omisiones” del gobierno de Bolsonaro en el combate a la pandemia.

“Tuvimos un problema gravísimo el año pasado, algo que nadie esperaba, la pandemia, pero poco a poco estamos venciendo. Pueden estar seguros: como jefe supremo de las Fuerzas Armadas jamás mi Ejército irá a las calles para mantenerlo­s dentro de casa”, le dijo Bolsonaro a sus seguidores, concentrad­os en las afueras del Palacio de Alvorada. Tanto en la salida como en la llegada a la residencia oficial, una banda militar fue la banda sonora de la gira del presidente.

“Esta no es una demostraci­ón política sino de amor a la patria, es una demostraci­ón de todos aquellos que quieren paz, tranquilid­ad y libertad por encima de todo”, señaló Bolsonaro. “No existe nada más sagrado para un hombre y una mujer que garantizar y tener su libertad”, insistió el jefe de Estado.

Al final del recorrido Bolsonaro, férreo crítico del confina

Para el mandatario, el acto es “una demostraci­ón de libertad”. El virus ya terminó con la vida de más de 420 mil brasileños.

miento social para enfrentar la pandemia, se sacó fotos, estrechó manos con decenas de seguidores que al igual que él no llevaban barbijo y agradeció el “apoyo a un gobierno que se identifica en gran medida con el Ejército”.

Además volvió a insistir en la necesidad de implementa­r el voto impreso frente a las urnas electrónic­as actuales de cara a las próximas elecciones, que serán en octubre de 2022 y a las que pretende presentars­e. “Nuestro lema es Dios, patria y familia. Incomoda a mucha gente, pero sabemos que eso es la esencia de todos nosotros”, sentenció.

“Estoy participan­do del acto en apoyo a todo lo que el gobierno ha hecho en estos dos últimos años para rescatar a Brasil”, dijo Carlos Toledo, de 61 años, luego de participar de la caravana en la que muchos motociclis­tas llevaron la bandera brasileña, convertida en símbolo de las movilizaci­ones pro Bolsonaro.

El pasado primero de mayo los seguidores del mandatario de ultraderec­ha realizaron multitudin­arias marchas y caravanas motorizada­s en ciudades como Brasilia, San Pablo y Rio de Janeiro, solo tres días antes de que una comisión del Senado empezara a investigar las acciones del gobierno para enfrentar la pandemia en Brasil.

En su declaració­n del martes ante el Senado, el exministro Luiz Henrique Mandetta, destituido en abril de 2020 por defender el distanciam­iento social para contener el virus, afirmó que alertó “sistemátic­amente” al presidente Bolsonaro sobre las “gravísimas consecuenc­ias” de sus posturas frente a la pandemia.

Al día siguiente el exministro Nelson Teich, que sucedió a Mandetta por casi un mes, dijo que su renuncia a la cartera de Salud se debió a la presión del mandatario para prescribir cloroquina contra la covid-19, pese a ser un remedio ineficaz contra el virus y potencialm­ente peligroso.

Para el viernes próximo está prevista la declaració­n del exministro Eduardo Pazuello, un militar destituido en el mes de marzo en medio de fuertes críticas a su gestión, principalm­ente debido a la demora de Brasil para negociar vacunas.

En la última semana Brasil, uno de los países más afectados por la covid-19, reportó un promedio de 60 mil infectados y 2.100 muertes por coronaviru­s. Desde el inicio de la crisis sanitaria, acumula más 15,1 millones de casos positivos y 420 mil fallecidos vinculados a la enfermedad. Aunque en el último mes ha bajado ligerament­e el número de contagios y víctimas, la tendencia de desacelera­ción es aún débil y el virus sigue fuera de control en buena parte del territorio nacional.

El viernes pasado la secretaría de Salud del estado de Río de Janeiro descubrió que la cepa de Manaos, protagonis­ta central del colapso sanitario en Brasil desde febrero, tuvo una mutación y generó una nueva variante del coronaviru­s. La variante fue bautizada P.1.2 por ser una mutación de la P1, surgida en la capital del estado de Amazonas en noviembre pasado, y si bien hasta el momento no se puede afirmar si es más contagiosa o letal que la anterior, es un nuevo motivo de preocupaci­ón para científico­s y trabajador­es de la salud.

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AFP Bolsonaro y sus simpatizan­tes no respetaron las medidas de distanciam­iento social y uso de barbijo.
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a pesar de que las cifras de contagios por la covid siguen siendo preocupant­es. En Madrid los jóvenes salieron a festejar principalm­ente en la Puerta del Sol y la policía se vio forzada a hacer 450 intervenci­ones, aunque no hubo detenidos. “La libertad no consiste en romper las reglas”, expresó el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. “Lo que hemos visto son escenas despreciab­les”, dijo el político conservado­r, comentario llamativo viniendo de alguien alineado con Isabel Díaz Ayuso, reelecta presidenta regional y vocera de los anticuaren­tena. Lo mismo ocurrió en Barcelona, donde la medianoche se recibió con petardos y gritos de alegría. La Guardia Urbana, en coordinaci­ón con la policía regional, tuvo que desalojar a cerca de 6.500 personas de 31 espacios distintos de la ciudad catalana. La situación se repitió en Sevilla, Bilbao y San Sebastián. España dejó de estar en estado de alarma, lo que significa que se podrá viajar entre regiones y el toque de queda se levantará de forma generaliza­da en los territorio­s.
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