Por la violencia
Ataques a medios y periodistas
sonas asociadas al MAS y a movimientos sociales”.
Entre los casos más significativos mencionados en el informe está la agresión a José Aramayo, jefe de medios de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb). En noviembre de 2019 fue “atacado en medio de una conferencia de prensa organizada para aclarar la posición política de los campesinos afines al MAS”.
“Durante el acto ingresaron personas armadas que agredieron a les campesines acusándolos de masistas. A Aramayo lo llevaron al exterior y lo ataron a un árbol durante varias horas mientras lo insultaban y amenazaban con darle un castigo ‘ejemplificador’”, subrayaron en el documento.
Otro grave episodio relevado en el informe fue el de Sebastián Moro, periodista argentino que residía en Bolivia desde 2017 y trabajaba en medios de la Csutcb. Moro murió el 16 de noviembre luego de haber sido “encontrado en su casa con la puerta abierta y semi inconsciente”.
“Fue trasladado a una clínica en la que le diagnosticaron estado de ebriedad. Luego, se descubrieron hematomas y rasguños en su cuerpo que, según lo confirmó un médico que lo atendió, se corresponderían con una fuerte golpiza”, apuntó el informe. Desde entonces la familia de Moro busca conocer la verdad sobre los hechos que rodearon la muerte del periodista argentino.
En tanto, la Kawsachun Coca, emisora de radio de la Coordinadora de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, que acompaña a organizaciones sociales de base. La emisora recibió amenazas en octubre de 2019 cuando “comenzó a transmitir en directo las manifestaciones” y el ocho de noviembre las amenazas escalaron cuando “se incendió el edificio donde funcionaba una de sus sedes más importantes”.