Una tibia respuesta a la provocación del pirata
El Gobierno sigue sin repudiar la presencia en las islas y los dichos del ministro de Asuntos Exteriores británico. “La entrega de la soberanía también avanza”, denunciaron excombatientes.
tiva. El presidente argentino volvió a tocar el tema del territorio nacional en su primer encuentro con Cameron –del que participó Mondino– durante el Foro Económico de Davos, hace un mes. Está visto que no tuvo eco en su planteo, si es que lo hubo.
Carmona insistió con la necesidad de un reclamo diplomático. “Lo que está sucediendo es inédito. Nunca la Argentina dejó de protestar ante este tipo de provocaciones, por eso es inadmisible que la única respuesta sea un tweet con una supuesta ironía. Pasaron más de dos días desde que Cameron pisó las islas y no hubo una queja oficial, que no es sólo una cuestión formal, se trata de instrumentos de derecho internacional que el país puede y debe usar para hacer valer su reclamo. La actitud de Cancillería puede implicar la lectura de que se está convalidando el avasallamiento. Es sospechoso”, denunció.
El repudio al silencio oficial
Ante la pasividad oficial, el primero en reaccionar fue el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, declaró persona no grata al funcionario británico. La presencia de Cameron en Malvinas “configura una nueva provocación británica que busca menoscabar nuestros legítimos derechos soberanos sobre nuestros territorios y sostener el colonialismo en pleno S. XXI. No lo vamos a permitir”, dijo.
Varios mandatarios provinciales del peronismo se sumaron este martes al repudio al repudio de Melella. El gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, consideró la visita como “un acto de profunda provocación a la memoria de nuestros héroes que entregaron su vida” durante la guerra de 1982. “Seguimos reclamando de manera pacífica nuestros legítimos derechos soberanos sobre el territorio de las Islas del Atlántico sur. Es una cuestión de soberanía pero también de identidad para nuestro pueblo. No hay ninguna duda desde el punto de vista del derecho y de la historia que las Malvinas son y serán siempre argentinas”, dijo.
“Consentir esta acción, que agrede nuestra soberanía nacional, sería claudicar en nuestro justo reclamo” dijo por su parte, el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora. En la misma línea se pronunciaron sus pares de La Rioja, Ricardo Quintela, de La Pampa, Sergio Ziliotto, de Formosa, Gildo Insfrán, y de Río Negro, Alberto Weretilneck, entre otros. También hicieron lo propio varios intendentes peronistas de todo el país.
El interbloque de senadores del Frente de Todos repudió, a través de un comunicado de prensa, la presencia de Cameron en Malvinas y rechazaron “cualquier intento de discutir la soberanía” de las islas “de espaldas al pueblo argentino”. “La causa Malvinas es un tema de relevancia para todos los argentinos y debe ser una política de Estado, como lo consagra la Constitución Nacional”, remarcaron.
Más tarde se sumó la CGT. “El gobierno nacional se mantuvo en el marco de un silencio vergonzoso y complaciente”, disparó en un comunicado la central obrera. “Malvinas constituye una cuestión de soberanía nacional y representa un símbolo de genuina identidad para nuestro pueblo; por tanto consideramos al viaje y la visita de Cameron como una provocación institucional y una falta de respeto a la memoria de los soldados argentinos caídos en defensa de nuestros legítimos derechos sobre esos territorios”, sostuvieron.
“La entrega de la soberanía avanza”, dijeron por su parte desde el Centro de Ex Combatientes de La Plata, que cuestionó el “estruendoso silencio de la Cancillería ante semejante provocación”.