Audiencia judicial clave para el futuro de Assange
Los abogados del fundador de WikiLeaks dicen que los delitos que le imputa EE.UU. no están contemplados en el tratado de extradición británico-estadounidense.
Humanos de 1950”, explicó a este diario Aitor Martínez. “Evidentemente esa demanda iría acompañada de una solicitud de medidas cautelares para que Reino Unido no procediera a la entrega hasta que el Tribunal Europeo resolviera el fondo”, agregó quien integra el equipo legal del estudio del exjuez español Baltasar Garzón.
En la audiencia de ayer el abogado del periodista australiano, Edward Fitzgerald, enumeró los argumentos para justificar un nuevo recurso e invalidar la orden firmada en abril de 2022 por la entonces ministra del Interior británica, Priti Patel. Fitzgerald dijo que la orden viola el tratado de extradición de 2003 entre los dos países al ser los delitos imputados de carácter político, además de vulnerar sus derechos a un juicio justo y a la libertad de expresión, entre otros.
Fitzgerald señaló que el descubrimiento de una trama de la CIA para secuestrar o matar a su cliente cuando estaba refugiado en la embajada de Ecuador en Londres (entre 2012 y 2019) demuestra la motivación política del caso. “Extraditar a Assange significaría entregarlo directamente a manos de las mismas personas que conspiraron para asesinarlo”, esgrimió su equipo legal, que quiere que los jueces admitan esa trama como prueba.
Los abogados acusan a Estados
Unidos de violar los derechos del fundador de WikiLeaks al imputarle cargos sin precedentes y subrayan que es “la primera vez en la historia de Estados Unidos que un editor es procesado por obtener o publicar secretos de Estado”. La defensa teme el posible sesgo de un jurado en EE.UU. y que las autoridades del país puedan agregar cargos a su cliente, lo que vulneraría el principio de solo permitir la extradición por los delitos especificados en la orden
internacional de detención.
Fitzgerald recordó que Assange y WikiLeaks “fueron responsables de exponer la criminalidad por parte del gobierno de Estados Unidos a una escala sin precedentes”, incluyendo torturas, entregas, ejecuciones extrajudiciales y crímenes de guerra. Una de las revelaciones más impactantes fue el video de un ataque con helicóptero por parte de las fuerzas estadounidenses que mató a 11 personas en Irak, incluidos dos periodistas de Reuters.
Aitor Martínez explicó que Washington busca esconder la comisión de esos delitos apelando a la doctrina de la seguridad nacional. “Y para ello ha esgrimido la Ley de Espionaje de 1917, una norma penal aprobada en la Primera Guerra Mundial para perseguir a espías en territorio norteamericano, por lo que su
aplicación a un periodista por ejercer su labor de comunicador es una clara instrumentalización política”, agregó a este diario el abogado español.
“Si consiguen cercenar la libertad de prensa habrán dejado herido el derecho de acceso a la información de todos los ciudadanos, y nuestros gobernantes podrán esconder sus crímenes de los ojos de los ciudadanos, sin control alguno de medios de comunicación libres”, advirtió Martínez. Según los documentos entregados al tribunal, la justicia estadounidense solicita que se le impida recurrir y se ejecute su entrega, bajo el argumento de que el acusado cometió delitos de tipo penal al difundir información secreta del gobierno estadounidense, que entienden puso en peligro la vida de distintos informantes.
Manifestantes de distintas nacionalidades se congregaron ayer frente al tribunal de Londres con banderas australianas y pancartas con mensajes en apoyo a Assange. Entre quienes se acercaron al lugar se destacó la figura del exlíder laborista británico, Jeremy Corbyn, y Stella, la esposa de Julian Assange. La pareja del periodista australiano dijo que “pase lo que pase en los próximos días, todo ha sido expuesto en los tribunales”, luego de hacer referencia a las discusiones sobre los planes para asesinar a Assange. “El origen de esta persecución viene de cuando el líder de la CIA, Mike Pompeo, perdió el rumbo y entonces la instrumentalizó para perseguir a una organización mediática, tramar el asesinato de un periodista y encarcelar a un editor en Londres”, advirtió Stella Assange.
“Es un ataque contra la verdad y el derecho de la población a saber”, sentenció la pareja de Julian Assange, quien hizo hincapié en que el periodista pueda correr la misma suerte que el opositor ruso Alexei Navalny, fallecido el viernes pasado en una cárcel del Ártico. La ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) visitó a Assange en enero en la prisión de Belmarsh y afirmó que el fundador de WikiLeaks está enfermo y se rompió una costilla por una tos persistente. “Eso pone de relieve los riesgos para su salud física y mental que existen en las actuales condiciones de detención, que se agravarían si se le extraditara”, señaló RSF.
Assange lleva casi 14 años confinado en el Reino Unido pese a no haber sido condenado por ningún delito. Luego de ser detenido en 2010 a instancias de Suecia por un caso hoy archivado, se refugió como asilado político en la embajada de Ecuador en Londres entre 2012 y 2019, luego de lo cual fue arrestado por pedido de EE.UU. y trasladado a Belmarsh.
“Si consiguen cercenar la libertad de prensa, habrán herido el derecho de acceso a la información de todos los ciudadanos.” A. Martínez