Pagina 12

“Esta temporada es la última, lo digo en serio”

Llega el punto final al manifiesto misántropo seriado del creador de Seinfeld, que aquí repasa los puntos más salientes de su criatura.

- Por Federico Lisica

◢El último ser vivo en sumarse a la inagotable lista de enemigos de Larry David es Elmo de Plaza Sésamo. No fue un chiste de Curb Your Enthusiasm, la comedia de HBO Max que se despide tras doce temporadas, sino que lo dejó muy claro en este plano de la realidad. Hace algunos días, el Grinch más famoso de la comedia decidió irrumpir en el estudio del Today Show y acogotar a la inocente marioneta rojiza para estupor de los conductore­s y audiencia. “Alguien tenía que hacerlo”, dijo David que también le pidió disculpas a regañadien­tes. Lo que también tenía que hacer era darle punto final a la entrega que comenzó a emitirse en 1999 y terminará el 7 de abril. “Ya pensé que había escrito el último capítulo, pero esta vez lo digo en serio”, manifestó David en una entrevista a la que accedió en exclusiva PáginaI12.

El misántropo preferido de la ficción nunca se imaginó que le dedicaría tanto tiempo a este manifiesto de amargura y carcajadas. “Incluso después de que el programa fuera elegido para una temporada, mi agente me dijo: ‘Oime, podés hacer diez temporadas de esto’. ‘¿Estás desquiciad­o? ¿Diez temporadas?’ Y aquí estamos, doce temporadas después”, expresó quien dice odiar a las personas individual­mente pero amar a la humanidad. Buena parte de la conclusión de Curb Your Enthusiasm tiene como eje el suceso de Young Larry, suerte de programa dentro del programa, que muy su pesar tiene un suceso impensado junto con el cinismo de orfebrería de cada episodio.

Junto al comediante aparece su séquito habitual (Jeff Garlin, Susie Essman, Cheryl Hines, J.B. Smoove, Richard Lewis, Tracey Ullman) más figuras de la talla de Ted Danson, Vince Vaughn y Bill Hader. Unos y otros se lanzan al vacío de la improvisac­ión, a la parodia sobre el mundo televisivo y a los dardos davideanos en los que un detalle insignific­ante sobre lo cotidiano se puede volver una catástrofe. Como pelearse con Siri, ser mediocre en el golf o que su alterego sufra el escarnio público, tal como su creador.

–¿En qué momento decidió que ésta iba a ser la última temporada de Curb Your Enthusiasm?

–No lo recuerdo. Creo que antes de escribirla sabía que iba a ser la última. Llevamos mucho tiempo en esto. Me estoy haciendo viejo, al igual que el elenco, y la naturaleza tiene una manera de decirnos que paremos.

–Pero ya lo había dicho antes y luego cambió de opinión. Como al final de la quinta temporada cuando murió y se fue al cielo...

–Sí, exactament­e. Pensé que podría ser el final. Siempre tengo miedo de no poder escribir otro episodio.

–¿No cambiará de idea?

–No cambiaré de idea. –Tracey Ullman regresa como Irma Kostroski durante algunos episodios...

–Sí, aparece en un par de episodios. Es brillante y es posible que el público quiera ver más de ella, pero Larry en el programa quiere ver mucho menos de ella.

–Nadie podrá acusarlo de evitar los grandes temas de nuestro tiempo. ¿Por qué cree que puede salirse con la tuya?

–Es sólo una cuestión de cómo manejas las cosas. Cuando ves algo gracioso, olvidás cómo se supone que debés pensar.

–Es sabido que escribe un esquema para el episodio y luego se improvisan los diálogos. ¿Ha cambiado algo de ese modelo desde la primera temporada?

–Los esquemas son mucho más largos ahora. A decir verdad, muchas veces estoy maquillado y ni siquiera sé qué estamos filmando. Y entonces le digo a alguien: “¿Puedo leer un esquema? ¿Que estamos haciendo?”. Y eso es todo lo que pensé. Así todo es más espontáneo y divertido. Pero en cada escena también tenemos que hacer avanzar la historia. Así que hay muchos puntos que deben abordarse. Y el elenco es realmente bueno en ello.

–Esta temporada hay muchas escenas divertidas en el club de golf. ¿De verdad es tan bueno en el golf?

–No, soy muy mediocre, como en la mayoría de las cosas. Y no estoy siendo modesto. Es muy difícil. Y es malo para un matrimonio.

–En esta temporada hay algunas escenas con Richard Lewis que profundiza­n aún más que nunca en esa amistad... ¿Se sintió así?

–En un episodio de la temporada anterior, recuerdo que estaba hablando de algo idiota y le dije a Richard: “¿Cuándo vas a morir?” Quiero decir, no hay nadie más en el mundo a quien podría haberle dicho eso. Simplement­e apareció en escena. Y como somos tan cercanos y nos conocemos desde hace tanto tiempo, es el tipo de amistad en la que podés decir cualquier cosa y no tener que preocupart­e de herir los sentimient­os de la persona. Entonces podemos hacer cosas así y eso mejora el programa. Y se puede ver lo cerca que estamos durante nuestras escenas. Tenemos ese ritmo de amistad.

–Dado que es la última temporada, repasemos un poco la historia completa del programa. Primero, ¿tiene un episodio favorito?

–Um, sí, puedo contar algunos de mis verdaderos favoritos. Bueno, ciertament­e el episodio “El pollo palestino”. Y me encanta “The Doll”, que apareció al principio. “The Ski Lift” es uno de mis favoritos, especialme­nte cuando tenía que fingir ser un judío ortodoxo y estaba hablando galimatías en hebreo. Me encanta el episodio del besibolist­a Bill Buckner. Perdió la serie mundial para su equipo después de dejar caer una pelota y realmente le hicieron pasar un mal rato, así que se nos ocurrió tenerlo como invitado y que atrape a un bebé que lanzan de un edificio durante un incendio. Esa fue una gran idea. Pero hay tantos…

–Otro de sus invitados fue Salman Rushdie...

–¡Oh, sí, estuvo genial! Y esa es otra cosa: no sabés cómo le irá, pero el programa está escrito para él. Así que lo hacés y esperás que funcione. Y bueno, tuvimos uno basado en Los productore­s con Mel Brooks. Se escribiero­n tres o cuatro programas esa temporada antes de que le preguntara a Mel si lo haría. Porque si él hubiera dicho “No, no quiero hacerlo”, ¡habría hecho El violinista en el tejado en lugar de Los productore­s!

–¿Alguna vez volvió a ver episodios pasados?

–No, porque los he visto innumerabl­es veces cuando editamos. Sería demasiado extraño para mi ego enloquecid­o.

–Y cuando terminó el rodaje, 21 ¿cómo se sintió? 02 –Nada fuera de lo común. 24 –¿Sabe qué vas a hacer a continuaci­ón?

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–Honestamen­te, realmente no sé qué voy a hacer. Tengo una oficina y no puedo desperdici­arla. Como le dije a alguien cuando estaba en la universida­d y la gente me preguntaba qué iba a hacer cuando saliera: “Algo aparecerá”. Así es como me siento ahora.

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Curb... se despedirá el 7 de abril con su episodio número 120.

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