La libertad de viajar y espiar
El expresidente dijo que lo habían “metido por la ventana” en la causa del espionaje a las familias del ARA San Juan.
Mariano Llorens, Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia– revocó el procesamiento de Macri y dictó su sobreseimiento. Los camaristas no negaron que la AFI haya hecho tareas de inteligencia sobre personas que querían saber qué había pasado con sus familiares; las justificaron diciendo que estaba en riesgo la seguridad del Presidente y la seguridad interior.
Después de recusaciones varias, la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal –integrada por Guillermo Yacobucci, Mariano Borinsky y Ángela Ledesma– validó por mayoría el sobreseimiento del exmandatario. Yacobucci llevó la voz cantante y dijo que los servicios de inteligencia deberían tener control de toda manifestación que rodee al Presidente. La jueza Ledesma, por el contrario, advirtió que sus colegas les estaban dando una carta blanca a los organismos de inteligencia.
Cinco meses después del fallo de Casación, Lanusse pidió a Ercolini que levante el embargo y las medidas restrictivas que pesan sobre Macri. El abogado resaltó que el Ministerio Público, “garante de la legalidad y de los intereses generales de la sociedad”, no había recurrido el fallo del máximo tribunal penal. Quien debió hacerlo era el fiscal Raúl Pleé, uno de los magistrados que visitó a Macri en Olivos cuando ocupaba la presidencia. En un descargo hecho ante la Procuración, Pleé explicó que, en ese momento, Macri le había pedido que no se jubilara. Pleé, uno de los pesos pesados de Comodoro Py, consintió la confirmación del sobreseimiento de Macri, Gustavo Arribas y compañía.
Para Lanusse, Macri fue “metido por la ventana” en la investigación por el espionaje a las familias del ARA San Juan. “El cese de la totalidad de las medidas cautelares que aquí se peticiona –patrimoniales y personales– deviene como una derivación legal y lógica del doble conforme que ya recibió la resolución definitiva dictada acertadamente en favor de mi ahijado procesal” escribió el abogado.
Ercolini ya le pidió al Ministerio Público –representado en esa instancia por Alejandra Mángano– que se pronuncie. Lo mismo hizo con las querellas.
Desde hacía tiempo, Macri había logrado que sus viajes quedaran reservados y que solo se enterara el juez del destino y de las fechas en las que se ausentaba del país. “A pesar de que la querella ignoraba cuál es el destino de cada viaje y el motivo, porque tramita en legajo reservado y de tratamiento exprés, Macri pretende ahora quitarse el peso de la ley de encima y pide la liberación total”, resume la abogada Valeria Carreras, que representa a familiares de
“El expresidente Macri ahora pretende quitarse el peso de la ley de encima y pide la liberación total.” Valeria Carreras
los submarinistas.
En los próximos días, Macri podría recibir noticias en otra de las causas en la que estuvo involucrado: la de la llamada mesa judicial, donde se investigaron presiones y aprietes a jueces y fiscales por parte de funcionarios de la primera línea del gobierno de Cambiemos. La Cámara Federal revisa, por estos días, los sobreseimientos que dictó a fin de año, entre gallos y medianoche, la jueza María Eugenia Capuchetti.
En ese expediente no solo está involucrado el expresidente Macri sino también su exministro de Justicia, Germán Garavano, y el operador Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, que está prófugo desde diciembre de 2020 en Uruguay. Rodríguez Simón estaba siendo investigado por el fiscal Franco Picardi por haber liderado las maniobras para que la entonces procuradora Alejandra Gils Carbó renunciara a su cargo, como reclamaba Macri desde antes de ganar las elecciones presidenciales de 2015. Cuando era claro que Picardi avanzaba en esa línea, Capuchetti le sacó la investigación que le había delegado y, al tiempo, la cerró.