Vintage, lúdica, atrevida, como de película y serie de tevé setentosa. Descubrir esta casa fue amor a primera vista, repleta de tips & tics deco de ayer y hoy.
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La propiedad está ubicada en Kelsall, una pequeña localidad inglesa, a unos 40 kilómetros de Liverpool, y Jo se ha encargado de retomar su estilo retro en la decoración haciendo un inteligente uso del color y modificando los espacios para mejorar su calidad de vida.
El rosa funciona como hilo conductor entre los distintos ambientes y se equilibra con el amarillo y toques de verde, jugando con las formas geométricas como elementos conectores.
Gran parte de los muebles y objetos decorativos son de segunda mano y provienen de páginas de compra-venta de usados. “Me he obsesionado cada vez más con lo retro a lo largo de los años y siempre busco en Ebay (www.ebay.com/). Ahí es donde encontré la unidad de alacenas de madera que está en la sala de estar”, cuenta Jo y agrega: “Mis mejores gangas son una mesa de café, que en realidad es una mesa de cocina de los años ´50 con las patas cortadas, y nuestro sofá marrón que encontré en una liquidación”.
Si bien es osada y decidida en sus elecciones de diseño, Jo admite que no siempre lo ha logrado a la primera vez. Durante los últimos 12 años, su estilo ha evolucionado a medida que se ha vuelto más atrevida con el color y ha mezclado muebles modernos con hallazgos vintage e intervenciones artísticas de su autoría.
Una de sus creaciones más reciente es la cabecera de OSB con estantes empotrados y la pared diagonal de dos colores (www.valsparpaint.co.uk/) en su dormitorio. También cortó su vestido de novia y lo estiró sobre un lienzo para hacer algunas obras de arte de bricolaje.
Aunque pensaron en sacar los armarios originales empotrados e instalar otros nuevos, decidieron armar una zona de tocador y pintaron las puertas de azul contrastado con su complementario naranja en la zona del medio y con el toque de rosa, por supuesto, en portamacetas y adornos de macramé (IG: @by_me_katie).
Jo Glossop (IG: @retrojo5) y su esposo, James, soñaban con comprarse una casa de época. Sin embargo, cuando encontraron esta “caja” de los años ´70 no pudieron resistirse a ella. “Fue como un tardis (Time And Relative Dimensions In Space: tiempo y dimensiones relativas en el espacio)”, describe esta pareja que vive en ella hace ya 13 años junto con sus tres hijos, Bella, Annie y Ronnie, además de Rosa, la perra.
“Para la cocina queríamos colocar alacenas recuperadas de la década de 1950, pero eran difíciles de conseguir y hacerla a medida nos resultaba muy caro, hasta que encontramos estos paneles en Plykea (www.plykea.com/) y nos dimos cuenta de que podíamos hacer que los frentes y las tapas se adaptaran a las carcasas de Ikea para lograr el estilo deseado”, explica Jo. Para el esquema de colores se inspiró en la playa: aguamarina, gris y amarillo, e incluso tiene una foto de las vacaciones en una playa de Cornualles colgada sobre la bacha para “brindar una vista más agradable sobre el fregadero”. “Habiéndome obsesionado con el contrachapado, decidí que también quería un piso de ese material y, para ahorrar dinero, lo lijé yo misma con una lijadora de mano”, comenta la dueña de casa.
La pareja diseñó su hogar pensando en la diversión familiar. Y como muestra… la mesa de comedor también funciona como mesa de billar. Hay más: el aro de básquet en el jardín, la colorida cocina inspirada en las vacaciones y la pronta incorporación de una mesa de ping pong en el patio. Contar con espacios para disfrutar de los encuentros con la familia y los amigos fue la premisa de Jo y su marido al elegir esta casa. “Empecé a pensar en mudarme cuando estaba embarazada de mi primer hijo y quería vivir en el mismo pueblo que mi hermana, que también estaba embarazada del primero, para que nuestros hijos crecieran juntos”, explica Jo.
Las claves de su diseño consisten en generar un equilibrio asimétrico jugando con los pesos visuales de los elementos, las texturas y el color y agregar toques inesperados.
Jo y James tomaron parte del jardín original y crearon un patio de concreto armado en dos niveles que funciona como una extensión natural de la cocina, con la cual se comunica mediante un cerramiento de puertas plegables.
“Esta unión entre la cocina y el espacio exterior realmente ha hecho de este, un hogar. Me hace sonreír todos los días”, finaliza Jo.
Producción: Mariana Soulages.