DS 4 CROSSBACK
La actualización del mediano que parece un coupé, llega también ahora con una variante de aspecto todoterreno. Sin cambios radicales en el interior, se pone al día en equipamiento de confort y seguridad.
IMPRESIÓN. Ahora con denominación propia vuelve a tomar protagnismo la marca de alta gama de Citroën. Una nueva versión con estilo off-road.
Ya con la insignia DS en la trompa en reemplazo del doble chevrón, este singular modelo de la nueva marca del grupo PSA vuelve a la carga en nuestro mercado con dos variantes, ambas con motores 1.6 THP de 163 CV y caja automática de seis velocidades. Presentado hace exactamente un año en el Salón de Frankfurt, la gran diferencia entre estas dos alternativas radica en el debut de la variante Crossback que, sumando molduras plásticas en el exterior y creciendo 3,2 cm en el despeje del suelo, se ofrece como una opción más adecuada para circular por terrenos un poco más hostiles, al mismo tiempo que logra atrapar a los seguidores de este tipo de siluetas y sus aditamentos “off road”.
Alta presión
El motor es el ya popular 1.6 THP que el Grupo PSA desarrolló junto a la alemana BMW y que ya fue probado con éxito en modelos como los Peugeot 308, 408 y 2008, además del Citroën C4 Lounge, entre otros tantos. Gracias a la inyección directa consigue unos buenos 163 CV que, a través de la gestión de la caja automática de seis marchas, le permitieron llegar en las pruebas a los 199,6 km/h (aunque 212 km/h es la especificación de fábrica) y acelerar de 0 a 100 km/h en 8,4 segundos (8,6 también según la marca).
La caja es una automática convencional de seis velocidades con un relacionamiento adecuado para aprovechar en baja los 24,5 kgm que aparecen ya a las 1.400 vueltas, logrando una respuesta instantánea en la partida detenida y una desmultiplicación tal, que le permite viajar en sexta a 130 km/h a unos razonables 2.750
vueltas. Bajo esos parámetros, este DS 4 logra un rendimiento lógico, especialmente en la ruta, estableciendo, a 90 km/h, 14,8 km/l y a 120 km/h, 11,6 km/l; mientras que en la ciudad registró 11,1 km/l. Sin levas en el volante, la selectora permite hacer los cambios de manera secuencial y además como estándar ofrece un botón sport para una conducción más deportiva y otro para conducir en superficies muy resbaladizas.
Disfraz de cupé
En cuanto a las medidas interiores, este DS 4 no cambia en absoluto respecto de la versión normal que tampoco varió en relación a su antecesor. De esta manera continúa brindando un buen espacio delantero, con una posición de manejo adecuada, a la que se le suman unas butacas con pétalos bien marcados para sostener al conductor y al acompañante, sobre todo teniendo en cuenta su gran capacidad dinámica. Como novedad, dichos asientos, además de ser eléctricos, agregan la posibilidad de calefaccionarlos y de portar un masajeador, como equipaba aquí, por ejemplo, su primo C5. Para los de atrás no hay tantos bene- ficios, ya que además de tener un espacio bastante ajustado, el acceso a dichas plazas se hace algo dificultoso por la caída del techo. A todo eso se le suma el hecho de que las ventanillas posteriores son fijas.
Varias novedades
El equipamiento de confort fue el ítem que salió más favorecido por la renovación. Además de los chiches de las butacas delanteras, agrega pantalla táctil de 7 pulgadas, donde, entre otras funciones se pueden reproducir alguno beneficios en celulares con los sistemas operativos Android o el de Apple. Dicha pantalla también sirve para visualizar el navegador y la cámara de marcha atrás, que no estaba presente en la unidad probada, pero que será de serie en el modelo. También son nuevas las llantas de 18” con diseño específico para esta versión, el acceso y arranque sin llave, el volante multifunción, el control de velocidad crucero con limitador y la computadora de a bordo. Entre tantas propuestas vale destacar el sistema de audio de alta fidelidad, Denon. En contra, le reprochamos la rueda de auxilio de uso temporal.
En materia de seguridad el DS 4 también recibió incorporaciones, comenzando por el detector de cambio involuntario de carril, que ubica las líneas laterales y hace
vibrar el asiento y el volante si se las traspasa sin poner la luz de giro. Además ofrece el testigo de ángulo ciego que enciende un punto luminoso en el espejo cuando hay un vehículo en cualquiera de los carriles laterales. Completan la lista, seis airbags, control de estabilidad y tracción, anclajes Isofix y las ópticas delanteras compuestas por luces de xenón y leds de marcha diurna.
Bien rutero
Con muy buen desempeño dinámico a pesar de su mayor despeje, este DS 4 Crossback presenta un andar algo áspero en la ciudad debido a que el reglaje prioriza la deportividad frente al confort y al bajo perfil de los neumáticos. En contraposición, gracias principalmente a la altura, con este vehículo podemos animarnos a introducirnos o andar más rápido de lo que lo haríamos con la berlina en terrenos más difíciles.
La dirección es algo pesada para maniobras cerradas, pero muy directa a la hora de encarar curvas o realizar, por ejemplo, un slalom.
La calidad general es buena, aunque por tratarse de una marca aspiracional queda en deu-
da con algunos materiales y sobre todo con la insonorización, que ya a los 100 km/h deja filtrar algún ruido de vientos al habitáculo.
Único en su especie
Al cierre de esta edición su precio no estaba definido, pero se estima que estará en el orden de los 650.000 pesos. Por sus características especiales esta versión no tiene rivales directos, motivo por el cual el precio que a priori parece ser bastante elevado, tal vez no lo sea tanto si lo comparamos con medianos premium, pero sí lo es si miramos a cualquiera del segmento, pero de las marcas generalistas. En definitva, el DS 4 Crossback es una buena alternativa para quienes buscan un vehículo que aporte bastante más que buenas prestaciones.