“SINCERAMENTE, NO ME DESPEGO DE LA MARCA”
Diego Férez vive en la localidad cordobesa de Ballesteros. Es productor, comerciante y dueño de una metalúrgica. Con su Hilux SRV modelo 2012 realiza entre 6.000 y 7.000 kilómetros por mes, todo por caminos de tierra, generalmente entre las localidades de Ballesteros, Bell Ville, Alto Alegre, Silvio Pellico y Ballesteros Sur.
“Lo primero que se me ocurre es que la Hilux es un vehículo muy dócil; un ‘fierrazo’ para el campo -opina Diego- es irrompible. Los repuestos y los services son llamativamente económicos y lo que es muy importante, fáciles de conseguir.
“La uso todos los días para el trabajo. Realizo tareas de campo; ando con carros enganchados de entre 3.000 y 4.000 kilos y el motor tira una barbaridad. Mecánicamente nunca le tuve que hacer nada, ni siquiera en los frenos, y eso que ando muy frecuentemente en el barro. He tenido pick-ups de otras de las tres principales marcas rivales y optamos por la Toyota porque es lo mejor que hay para el trabajo pesado
“Lo que utilizo bastante y me ha sacado muchas veces de momentos complicados, es la tracción 4x4. En esta zona, si no tenés 4x4, no podés andar ni cien metros. Es agua por donde vayas. ¡Y no se queda!: te caes a la cuneta y seguís andando por ahí porque ya no podés volver a subir y terminás rallándola toda, pero no se queda.
“Como observación, sería bueno para mi actividad que haya versiones de cabina simple con el motor más potente, el de 177 CV. Ojalá la gente de Toyota me escuche.