Ver y ser visto, cuidar y ser cuidado
El mantenimiento de las luces, los neumáticos y demás elementos de seguridad del vehículo, es fundamental para desplazarse seguro y no ocasionar accidentes a terceros.
En los últimos tiempos, en la Escuela de Manejo Avanzado surgió el tema de las diferencias entre localidades con respecto a los controles de verificación técnica de los vehículos que circulan por nuestras calles y rutas.
En general, y más allá de las incomodidades que algunos mencionaron les producía el cumplimiento del trámite, apareció el hecho de que varios estaban preocupados por las anomalías que observaban en otros vehículos con los que compartían el tránsito.
Nos parece interesante compartir algunos de esos comentarios, porque realmente son temas que afectan a la seguridad de todos.
Uno de los aspectos más mencionados y de mayor preocupación era el de la cantidad de vehículos que circulan sin el equipamiento de luces en condiciones y como, a raíz de ello, se producen situaciones de alto riesgo.
Fue notable encontrar la coincidencia entre varios que mencionaron haber sufrido un susto importante al encontrarse en la noche con otro vehículo sin luces, o con una sola de muy baja intensidad que circulaba a menor velocidad por su misma mano.
Relataban la enorme sorpresa y las distintas maniobras de emergencia con las que habían logrado evitar el impacto. En todos los casos originadas por haber visto al otro vehículo delante suyo a último momento.
A la mayoría le cuesta comprender los motivos que puedan impulsar a un conductor a circular en esas condiciones, ignorando, evidentemente, el enorme riesgo que significan para sí mismos y para el resto del tránsito.
Algunos afirmaron que debe ocurrir que esos conductores no son conscientes del peligro que están creando. Su presunción era que esa gente piensa que es suficiente con ver un poco hacia adelante y que, además, interpretan que circulan prudentemente, porque lo hacen a baja velocidad.
Ese es un concepto claramente erróneo de la prudencia. Lamentablemente las estadísticas están llenas de accidentes fatales por esos motivos.
Es bueno recordar que todas las luces son importantes. No solamente las que nos permiten ver. Son fundamentales las que permiten que nos vean para que podamos identificar el tipo de vehículo aproximado, estimar su tamaño y la velocidad cuanto antes. Eso permite a los conductores hacer maniobras más seguras.
En la noche es importante comunicar nuestra presencia, movimientos e intenciones con la mayor claridad posible. Para lograrlo, resulta fundamental un correcto uso de las luces en buenas condiciones.
Otro aspecto que apareció destacado, y que en algunos casos también está vinculado al mantenimiento del auto, fue el asunto de utilizar las cubiertas apropiadas para las diversas necesidades y su estado de conservación. En este sentido, se ha observado que, tal vez producto de las dificultades que existieron para conseguir neumáticos nuevos de las marcas y medidas correspondientes, se veían algunos vehículos circulando con niveles de desgaste preocupantes, especialmente pensando la salida a las rutas.
Es un tema bastante serio, porque algunas personas tratan de “estirar un poco más” el uso de los mismos, ya que no perciben impedimentos serios mientras circulan en las calles y tránsito que están habituados.
Pero cuando se sale a la ruta es conveniente tener la mejor respuesta posible en todo momento. Años atrás era habitual revisar o cambiar el juego de cubiertas como preparación previa para un viaje o unas vacaciones.
Aquel entonces la preocupación era principalmente disminuir el riesgo de sufrir pinchaduras o “reventones”. Pero la Industria ha mejorado mucho, y esos sucesos ya casi no ocurren, por lo que va disminuyendo la atención que los conductores le prestan a dichos elementos, así como también va disminuyendo el hábito de controlar frecuentemente la presión de aire.
No obstante, es bueno recordar que son realmente el único contacto fisico con el camino que se transita, motivo por el cual siempre son los que definen la adherencia disponible en las distintas circunstancias que se deba enfrentar, ya sea por motivos de lluvia o circulación en caminos de tierra o barro y aún más si el viaje contiene tramos de caminos nevados o helados. En esos casos las ruedas pueden significar una gran