Citroën C4 Lounge HDI
La oferta de familiares gasoleros en nuestro mercado fue descendiendo. Pero vehículos como este mediano honran al inventor del sistema Diesel que, claramente, sigue siendo la opción más eficaz.
En las listas de precios de 0 kilómetro de nuestro mercado cada vez aparecen menos vehículos familiares con motorización Diesel. Ni hablar del segmento de los compactos, donde solamente figura el Peugeot 301 y el Citroën C-Elysée, ambos con 1.6 HDI y del que ocupa este sedán mediano. Entre los pocos que podemos encontrar en este segmento aparece su mellizo, el Peugeot 408, también con la sigla HDI para el impulsor.
Recorriendo listas de antaño, notamos como los medianos japoneses Corolla, Civic y Sentra ya no ofrecían esta tecnología alternativa en su portafolio y con el paso de los años, también desaparecieron las versiones gasoleras en Focus, Fluence y Cruze, entre otros.
Esto no quiere decir que los sistemas Diesel estén por desaparecer, sino al contrario: en los vehículos comerciales, tanto livianos como pesados, donde se valora la productividad, el gasoil sigue siendo la energía elegida, casi sin excepción. Ejemplo de ello son las pick-ups y los furgones. También el Diesel aparece en segmento más altos, como por ejemplo en los modernos SUV coreanos Hyundai Tucson, Santa Fe y Grand Santa Fe y Kia Sportage y Sorento, además de marcas premium, como el caso del BMW X5 3.0 XDrive40d o el Audi 3.0 TDI Tiptronic quattro, entre otros. Y por supuesto, entre los camiones, pesados o no, donde tienen la totalidad del parque.
De esta manera, son casi exclusivamente franceses los familiares que siguen apostaron a este eficaz sistema, que cuyo combustible hace poco, incluso tuvo un muy leve descenso del precio (aproximadamente del 2,6 %), fruto de un acuerdo del Gobierno con las refinadoras de petróleo.
De ese reducido coto, el C4 Lounge1.6 HDI MT6 Feel Pack, fabricado en la planta local de El Palomar y que cuesta 455.000 pesos, resulta una excelente alternativa (especialmente si se lo va a emplear en largos kilometrajes) dentro de un segmento que se caracteriza por ofrecer productos para un público muy exigente.
"Viejo" conocido
Al nombrar las tres siglas que distinguen a esta motorización, no hace casi falta aclarar que se trata se un impulsor súper probado y con una larga trayectoria que le permitió ir mejorándose. Se trata de un cuatro cilindros de ocho válvulas, con inyección directa turbo e intercooler, que entrega 115 CV a 3.500 rpm y un elevado torque máximo de 27,5 kgm, alcanzados ya desde las 1.750 vueltas. Este último dato es clave para entender el notable rendimiento de este vehículo, que entre sus tantas virtudes ofrece una caja manual de seis marchas. Al margen de las prestaciones --velocidad máxima de 182,6 km/h; aceleración de 0 a 100 km/h en 11,6 segundos y elasticidad en 4a de 80 a 120 km/h en 8,2 segundos-- lo que más interesa de este tipo de propulsión es la autonomía. Y en eso pusimos énfasis en esta prueba.
Al ruedo
Una de las premisas fue sacarle mucho provecho en ciudad, yendo y viniendo por todos lados, incluso utilizándolo como vehículo de apoyo en las producciones de otros autos, además de su reconocido confort de marcha pudimos corroborar el valor de los 11,2 km/l obtenido en test anteriores durante el ciclo urbano.
Posteriormente salimos a la ruta para hacer kilómetros, concentrándonos en un ma-
nejo lo más eficiente posible. Fue así que llenamos el tanque de 60 litros y salimos con la decisión de manejarlo como sugieren los “manuales del buen uso”. La primera anotación en este sentido, es que el C4 Lounge cuenta en el tablero de instrumentos con un asistente digital para el paso de las marchas. Siguiendo estas recomendaciones fue como rápidamente nos sorprendió cuando transitando en quinta, a 76 km/h, como muestra la fotografía que acompaña la apertura de esta nota, el indicador ya nos sugería llegar a la marcha más alta, es decir, la sexta. Esto es una prueba de lo que se puede lograr con una caja de este tipo y con un alto torque a bajas vueltas. Bajo la premisa de seguir conduciendo de manera “adecuada”, a los 120 km/h constante que nos permitían los tramos de autopistas escogidos, conseguimos un rendimiento de largos 15,3 kilómetros por litro, que nos hubiese alcanzado para cubrir, en esas condiciones, unos 918 kilómetros. Ni hablar de si viajáramos a 90 km/h, para los que el rendimiento llega a ser de 19,1 km/l.
Más opciones a bordo
A los que generalmente por falta de tiempo nos gusta llegar lejos parando pocas veces, el C4 Lounge complementa el beneficio de la buena autonomía con una excelente posición de manejo y de un gran nivel de confort, que hace que los pasajeros se olviden de querer bajar, por lo menos para estirar las piernas piernas. En este sentido también colabora el nuevo sistema multimedia, con pantalla táctil de siete pulgadas, GPS, función Mirror Screen para reproducir aplicaciones de dispositivos móviles (Apple y Android) y disco rígido de 8 Gb para almacenar música y fotos; todo esto en función de que los pasajeros viajen entretenidos. Por el lado del conductor suma el hecho de viajar menos estresado sabiendo que el vehículo cuenta con elevado nivel de seguridad (ESP, seis airbags, cinturones de tres puntos y apoyacabezas en todas las plazas, etc.) y unos buenos proyectores para la ruta en el caso de viajar de noche.
Evolucionado
Desaparecido casi por completo el problema de la mala calidad de combustibles que afectaba a los motores Diesel modernos, uno de los últimos prejuicios que le quedan a los gasoleros es el tema del ruido. Si bien es cierto que todavía en esto están lejos de los nafteros, y mucho más de los incipientes eléctricos, dentro del C4 Lounge el asunto desaparece casi por completo gracias a una esmerada insono- rización. De esta forma, este vehículo se convierte en una buena opción para seguir disfrutando de las bondades, que, por ahora, y por diversas razones creemos que por mucho tiempo más, van a seguirnos brindando los autos que carguen el combustible identificado con el color verde. Color que le corresponde cabalmente, porque, si alguien lo ha olvidado, el gasoil es más amigable con el ambiente que la nafta.