EL PODER MÁS ELEGANTE
El sedán de lujo es, también un producto hípertecnológico y, en esta versión, el más potente de la historia de la serie. Lo manejamos en Alemania. Llegará a la Argentina en 2018.
Mercedes-Benz tiene por costumbre innovar con cada nueva generación de sus productos, pero cuando se trata del Clase E, la más vendida de su gama a nivel global, las novedades se potencian. ¿A qué nos referimos cuando hablamos de innovaciones? Pues a desarrollos tecnológicos que marcan el camino para sus rivales y, por ende, para la industria en general. Por ejemplo, fue el Clase E el automóvil que estrenó el sistema de tracción integral 4Matic (1984), la motorización Diesel BlueTec (en 2006, sistema que utiliza urea o AdBlue), y los dispositivos de asistencia a la conducción Attention Assist y el detector de cambio involuntario de carril (2009), y el control activo de ángulo ciego (2010), lista a la que se suman las que llegan con esta nueva generación, las cuales describimos en la edición número 464 correspondiente al mes de junio de 2017.
Pero en el caso de la unidad que tuvimos el placer de manejar en Stuttgart, Alemania, en ocasión del viaje que realizamos para conocer la Clase X, la novedad pasa por el motor: siempre que se trate de un AMG la clave está debajo del capó.
El más potente
El Mercedes-AMG E63 S 4Matic+ es presentado por la marca de la estrella como el más potente de la historia de la Clase E, y efectivamente así es. El propulsor naftero V8 4.0 biturbo y con inyección directa entrega 612 CV de potencia y 86,7 kgm de torque (571 CV y 76,5 kgm, respectivamente, en la versión E 63), poder que es administrado por una caja automática de doble embrague y nueve relaciones con levas en el volante y ajuste deportivo (AMG Speedshift MCT 9), que se se encarga de llevar el par hasta las cuatro ruedas a través del sistema de tracción integral inteligente 4Motion+.
Por supuesto, estos componentes mecánicos reciben asistencia de una batería de sistemas electrónicos los cuales se encargan tanto de supevisar el desempeño como de potenciarlo. Entre ellos es importante mencionar el Racestart, dispositivo que complementa las funciones del control de tracción y ofrece tres programas de conducción Sport, Sport Plus y Race. Activando el modo Race, pisando a fondo el freno y el acelerador simultáneamente, el E63 S sale como una flecha: 3,5 segundos para alcanzar los 100 km/h. Y si seguimos acelerando el velocímetro se estabilizará cuando la aguja está en la zona de los 250 km/h y se accione el limitador electrónico. Lamentablemente no pudimos alcanzar tal marca ya que, aunque tuvimos la oportunidad de manejar este destacado producto en una autobahn sin límite de velocidad, el gran caudal de tránsito no nos permitió explotar todo el potencial. Nuestra marca máxima en ese tramo del circuito que recorrimos entre dos puntos de Stuttgart fue de 190 km/h, velocidad que podríamos tomar como de crucero para viajar disfrutando del lujoso interior de este exquisito producto de la mecánica alemana ya que el confort natural del habitáculo se beneficia del régimen de giro del motor, realmente bajo: a esa velocidad el cigüeñal apenas supera las 2.500 rpm. En esas condiciones aparece otra de las características de este Clase E,
el sistema de desconexión selectiva de cilindros: en determinadas situaciones de circulación un sistema electrónico desactiva cuatro de los ocho cilindros del propulsor AMG para optimizar el gasto de combustible. Pero, además, aportan a ese cometido otros elementos tales como, por ejemplo, el tipo de construcción del motor (de aluminio, con los turbos instalados entre ambas hileras de cilindros y soportes dinámicos que ajustan su rigidez según el tipo de conducción) y el desarrollo de la carrocería (fabricada con materiales ultralivianos y que ofrece uno de los mejores Cx del segmento) que termina acusando un peso en orden de marcha de 1.995 kg. Y cuando leemos los datos oficiales de consumo vemos que ese trabajo ha dado sus frutos: según la homologación europea, el rendimiento promedio de este Clase E es de 10,9 kilómetros por litro.
A driftear
Ahora bien. Si las intenciones de quien está sentado al volante son las de divertirse con la potencia disponible, pues el E63 S tiene un costado lúdico que ofrecer. Dispone de un drift mode (asociado con el modo de conducción Race) que transforma a este AMG en un auto de tracción trasera. Se complementa con el ESP, sistema de control de la estabilidad que se puede setear en una de tres posiciones: ESP On, ESP Sport Handling Mode y ESP Off y que, a su ves, trabaja en perfecta sintonía con el diferencial trasero autoblocante (opcional) y, lógicamente, con el sistema 4Matic.
Para los usuarios más acostumbrados a las soluciones que ofrecen los celulares, aparece una aplicación denominada AMG Track Pace, desarrollada por Mercedes- AMG, cuya utilidad radica en la gestión de la adquisición de datos y que se conecta con la plataforma Mercedes Me Connect.
Los frenos, parte fundamental de un modelo de este tipo, están a cargo de discos ventilados y lobulados en ambos ejes, mientras que la dirección de asistencia eléctrica responde rápidamente y con total precisión ofreciendo la resistencia necesaria para cada situación de manejo.
Este exclusivo sedán, que mide casi cinco metros de largo y dos de ancho, cuenta con neumáticos de medida diferenciada calzados en llantas deportivas de 20 pulgadas: 265/35 ZR 20 adelante
y 295/30 ZR 20, atrás.
En cuanto al interior, solo palabras de elogio. Las terminaciones y materiales empleados marcan la categoría a la que este sedán de lujo pertenece, pero los implementos deportivos que lo complementan no dejan duda de que es uno de los más dignos representantes de la familia AMG. Las butacas deportivas (eléctricas) contienen perfectamente tanto al piloto como al acompañante, los cuales tienen a disposición una increíble cantidad de dispositivos (pantalla de 12,3” para navegador y funciones varias, climatizador de tres zonas, cámaras 360, piloto automático para estacionar a distancia mediante el smartphone, acceso y arranque son llave, etc.), que sumarán satisfacción y seguridad (incluye, por ejemplo, airbags en los cinturones de las plazas laterales traseras) en un viaje que, antes de subir, ya sabíamos que no íbamos a olvidar fácilmente, tanto por los elevados niveles de lujo como de deportividad.
¿Llegará a la Argentina? Sí, probablemente el año que viene aunque, claro, será un auto para una selecta minoría: en Alemania este modelo tiene un precio de venta de unos 140 mil euros.