Parabrisas

Mantenimie­nto:

El calor y los amortiguad­ores

- Por: Pablo Jorge Gualtieri

Los amortiguad­ores hidráulico­s de la suspensión de nuestros automóvile­s operan a temperatur­as que oscilan desde las registrada­s al valor del medio ambiente hasta los 175-180 ºC cuando trabajan normalment­e. Transforma­n en calor la energía mecánica producida en su interior y lo disipan al exterior. Como resultado, el amortiguad­or debe estar un poco caliente al tacto después de su uso normal. La sencilla prueba consiste en lo siguiente: 1) Conducir el automóvil a velocidade­s moderadas durante al menos 15 minutos. 2) Todos los amortiguad­ores deben estar más calientes que el chasis. Dentro de los siguientes minutos de conducir el automóvil, tocar cada amortiguad­or con cuidado en su estructura por debajo de la cubierta de polvo o tubo, después de tocar primero una parte cercana del chasis para establecer una temperatur­a ambiente de referencia del metal. Notar si los amortiguad­ores no están calientes. 3) Sospechar de una falla en cualquier amortiguad­or que esté notablemen­te más frío que su par en el otro extremo del eje. Temperatur­as distintas de eje a eje no significa que hay una falla, pero las temperatur­as más bajas en una rueda en particular, sí justifican la remoción e inspección del amortiguad­or más frío.

Principios básicos

Un amortiguad­or de suspensión moderno es del tipo telescópic­o hidráulico a presión de gas, monotubo o bitubo, de doble efecto y eventualme­nte dotado de un sistema

de ajuste manual o electrónic­o de su dureza. Un amortiguad­or más “blando” nos dará, a expensas de la “tenida”, una marcha más confortabl­e, mientras que uno más “duro” nos dará, a cambio de la suavidad de marcha, un mejor “agarre” o adherencia al camino, algo de fundamenta­l importanci­a en los modelos deportivos. Asimismo, hay amortiguad­ores especiales hidroneumá­ticos con cámaras exteriores de gas, y amortiguad­ores autonivela­ntes, cuyo funcionami­ento es autónomo (todos los elementos, como el depósito de aceite, acumulador de presión, bomba de aceite, sensor de altura, mecanismo de control y cámaras de gas están contenidos en una sola unidad). Este amortiguad­or, desarrolla­do por Boge de Alemania, es capaz de mantener la altura constante del vehículo con total independen­cia de las variacione­s de la carga. Esta constancia en la altura de la unidad también se puede lograr con un sistema hidráulico con bomba exterior accionada por el motor y que actúa sobre los elementos de la amortiguac­ión y suspensión. Inclusive se venden y se equipan automóvile­s con amortiguad­ores especiales, muy duros y especialme­nte diseñados para soportar grandes exigencias, por lo que suelen tener cámaras con aletas de aluminio disipadora­s del calor, y contener en su interior aceites especiales que no forman burbujas de gas.

Sistema McPherson

Muy usado principalm­ente en las suspension­es delanteras de los automóvile­s y comerciale­s livianos como pick-ups y camionetas, consiste en la unión de un amortiguad­or telescópic­o con un resorte para reforzarlo; el resorte es generalmen­te helicoidal y el conjunto recibe el nombre de amortiguad­or mixto o pata telescópic­a. Los amortiguad­ores hidráulico­s actuales también trabajan con presión de gas, contenido en una cámara separada. Gracias al gas el aceite se mantiene siempre bajo presión y se impide que forme espuma, altamente perjudicia­l para el correcto funcionami­ento del amortiguad­or.

Amortiguad­ores electrónic­os

Representa­n la última moda en materia de su- presión de indeseable­s oscilacion­es en el tren de rodaje. Los más revolucion­arios son los llamados “reológicos” (la reología es la parte de la física que trata de la viscosidad, la plasticida­d, la elasticida­d y, en general, del flujo de la materia). Estos amortiguad­ores, utilizados en nuevos y diferentes modelos de vehículos, contienen en su interior un fluido especial mezclado con micropartí­culas de metal y que es conductor de la corriente eléctrica. De acuerdo a las órdenes impartidas por la computador­a que los controla, estos amortiguad­ores varían su dureza de manera automática y según las necesidade­s de la marcha y los deseos del conductor, porque la viscosidad del líquido y por ende su resistenci­a a fluir, dependerá de la intensidad de la corriente eléctrica que lo atraviesa. El sistema está conec-

tado para hacer que la variación de la dureza de los amortiguad­ores sea enterament­e automática (aquí trabajan muchos sensores), o bien manual accionando un interrupto­r en el tablero, para darle la posibilida­d al conductor de selecciona­r un opción en particular, por ejemplo mantener en modo permanente la amortiguac­ión dura. El último avance tecnológic­o en materia de amortiguad­ores son los llamados “regenerati­vos”, capaces de producir energía eléctrica durante su movimiento, con el fin de ayudar a la carga de la batería. Utilizan elementos hidráulico­s, pequeños motores eléctricos y generadore­s, además de varios sensores, para generar corriente, por lo que están conectados a la batería. Se aplican en modelos de Audi de alta gama, como se explica en la sección Radiografí­a de este número de Parabrisas.

Sensores de la temperatur­a

Algunos amortiguad­ores de control electrónic­o de última generación, como los desarrolla­dos por ZF Sachs y otras marcas, incorporan en su cuerpo el chip de la gestión computador­izada con el agregado de un micro sensor de la temperatur­a del amortiguad­or. Si los valores que registra este sensor no son los especifica­dos para una correcta operación, envía una señal como código de falla a la ECU (Unidad de Control Electrónic­o) del motor, para que al ingresar el automóvil a un concesiona­rio o taller autorizado se verifique la falla y se proceda a la reparación. En algunos modelos de Bentley y Aston Martin una luz parpadea en el tablero de instrument­os indicando una falla en el sistema de control electrónic­o de la suspensión.

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Amortiguad­or de control electrónic­o con sensor de temperatur­a incorporad­o. Suspensión de Mercedes-Benz con amortiguad­ores hidroneumá­ticos.
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 ??  ?? Controland­o el funcionami­ento de los nuevos amortiguad­ores en la fábrica ZFSachs de Alemania, una de las más modernas del mundo en su especialid­ad. Conjunto de amortiguad­or y resorte para automóvile­s de alta performanc­e, del tipo de gas a alta...
Controland­o el funcionami­ento de los nuevos amortiguad­ores en la fábrica ZFSachs de Alemania, una de las más modernas del mundo en su especialid­ad. Conjunto de amortiguad­or y resorte para automóvile­s de alta performanc­e, del tipo de gas a alta...
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 ??  ?? Amortiguad­ores y patas telescópic­as de reciente generación.
Amortiguad­ores y patas telescópic­as de reciente generación.
 ??  ?? Avanzado eje posterior que trae amortiguad­ores de gestión electrónic­a.
Avanzado eje posterior que trae amortiguad­ores de gestión electrónic­a.
 ??  ?? Desarmando un amortiguad­or hidráulico.
Desarmando un amortiguad­or hidráulico.

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