CLÁSICOS
El 164 se comenzó a gestar mientras Alfa Romeo estaba tambaleando; sin embargo, no se escatimó en nada para su desarrollo, nuevas tecnologías en diseño y producción, todo el equipamiento, máxima calidad, y hasta la contratación del Estudio Pininfarina par
Alfa Romeo 164
LOS PRIMEROS ALFONE MODERNOS Para los años setenta, Alfa Romeo gozaba de gran prestigio con sus berlinas de tamaño medio, ya sea por su diseño, como por sus prestaciones. Sin embargo, la marca necesitaba seguir creciendo para enfrentar a otros fabricantes, y comenzó a elaborar el proyecto 119, una berlina de gama alta con motor de seis cilindros. La crisis del petróleo estiró la llegada del gran Alfa, que recién pudo ser presentado en 1979. Se llamaba Alfa Sei, y estaba desarrollado sobre la plataforma del Alfetta, que tuvo que ser estirada. Su diseño, saldo del Centro Style Alfa había quedado viejo desde el vamos, y junto a diversos problemas en los controles de calidad, pasó sin pena ni gloria. Lo mismo le sucedió a su reemplazo, el Alfa 90, que se develó en el Salón de Turín de 1984. Si bien su diseño era algo más moderno, con el volumen del baúl por sobre la línea de cintura, tampoco representaba al Cuore Sportivo, y su vida comercial fue de tan sólo tres años, en los que apenas
se comercializaron unas 50.000 unidades.
LLEGA EL 164
La Casa de Arese no se dio por vencida, y consciente de que el diseño era gran parte del fracaso anterior, contrató a Pininfarina para el desarrollo de la nueva berlina de gran porte, con la consigna de no basarse en nada; debían comenzar con una hoja en blanco! El estudio italiano acababa de terminar la Ferrari Testarrossa,
y puso manos a la obra para crear una berlina de gran tamaño, pero con corte netamente deportivo. El momento del lanzamiento estaba previsto para 1986, pero coincidió con la compra de la marca por parte de Fiat, que lo quiso retrasar unos meses hasta asegurarse que los autos salieran de la fábrica sin muchos defectos, algo relativamente común en los Alfa anteriores. La plataforma del 164 era la utilizada en los Saab 9000, Fiat Croma y Lancia Thema, y fue el primer auto de la marca en ser concebido con el uso intensivo del CAD/CAM para los cálculos estructurales, lo que arrojó un casco sumamente rígido y liviano. El diseño era del tipo cuña, con un frontal bien bajo y perfilado, que se iba engrosando hacia la parte trasera. Un pequeña buña nacien-
te desde las ópticas también se iba ensanchando sobre el lateral, de ella se desprendían las manijas de puertas en ambos costados, y los faros traseros en el panel de cola. El sector bajo estaba remarcado con moldurones generosos en otro color que hacía ver al 164 bien apoyado sobre el piso. Inicialmente la gama se componía de tres motores transversales, un cuatro cilindros 2.0 “Twin Spark” (con dos bujías por cilindro) de 148 CV; un V6 de tres litros con 192 caballos, y un turbo diesel diseñado por VM Motori de cuatro cilindros, 2,5 litros y 117 CV. Para algunos mercados como el italiano, también habría en oferta un cuatro cilindros turbo de 2 litros y 165 burros. A diferencia de sus antecesores, el 164 era de tracción delantera, algo que despertó críticas en los puristas de la Marca del Biscione. Pese a esto, tuvo una muy buena acogida por parte de la prensa y el público, siendo alabados por su preciosa línea, el rendimiento de los motores, la amplitud, la comodidad, y los altos niveles de equipamiento. En cuanto a la terminación, el 164 no estaba al nivel de los rivales alemanes, pero sí les hacía frente de igual a igual a la competencia francesa e inglesa, y era netamente superior a los anteriores modelos de la Firma. El auto fue un éxito de ventas desde su presentación, tal fue así, que hasta se animaron a comercializarlo en Estados Unidos, en donde tibiamente se había vendido el 75 (conocido en ese mercado
como Milano) y la Spider. El 164 desembarcó en USA en 1990 sólo con la motorización grande y la caja automática de 4 marchas, en dos versiones: L y S. Ese mismo año se presentó la primera versión deportiva del 164, denominada QV (Quadrifoglio Verde), con el motor que entregaba 200 caballos, y un sistema de suspensión regulable; lástima que todo se completó con un horrendo conjunto de spoilers y faldones laterales. La gama se fue ampliando con una curiosa versión V6 de dos litros turbo, que rendía 210 CV. Exteriormente era como el V6 de tres litros pero las prestaciones superaban a las del QV. Este modelo nació por la carga impositiva con que el estado italiano castigaba a los motores de más de dos litros de cilindrada.
LAS MEJORAS
Pasaban los años y el 164 estaba salvando las ventas de Alfa Romeo en unos años terribles, sobre todo en mercados importantes como Gran Bretaña y Alemania. En Estados Unidos no pudo hacer lo mismo, su reputación era desastrosa por falencias mecánicas que los yankees no toleran. A finales de 1992 Alfa hizo el primer restyling a la gama 164, lanzando las versiones Súper. Las principales novedades eran unos nuevos faros delanteros con lupa y más rectangulares, que se separaban de los paragolpes por una moldura body color, En el interior recibió leves modificaciones en la botonera de la consola central, nuevos paneles de puertas en los que ya se alojaban las teclas de levanta cristales, y nueva tapicería; por el lado de la mecánica, llegó una variante del 3.0 V6, que contaba con 24 válvulas, lo que le permitía aumentar la potencia de 185 a 210 caballos de fuerza. La modificación de un auto casi perfecto fue arriesgada, pero el 164 ganó modernidad y así estiró unos años más su éxito comercial. La versión QV pasó a tener 230 CV gracias a una nueva admisión, y también apareció el Q4, con el mismo motor del QV, pero con tracción total desarrollada en colaboración con Steyr-Puch y caja de cambios Getrag de seis marchas. Estéticamente ambos lucían como diferencial sobre los modelos convencionales los faldones de dudosa estética en los cuatro flancos como el anterior QV, y unas hermosas llantas de aro desmontable. Algo menos de 274.000 unidades fueron fabricadas, cuando en 1998 se lo reemplazó por el nuevo 166.
El 164 le permitió a la firma italiana competir en igualdad de condiciones en el mercado de las berlinas de lujo, dominado desde siempre por los alemanes.