Parabrisas

Mantenimie­nto:

Los puntos de movimiento entre las piezas de un motor presentan una cierta resistenci­a denominada fricción. La correcta lubricació­n y la presencia de cojinetes revestidos con materiales especiales son fundamenta­les para el correcto funcionami­ento.

- Por: Pablo Jorge Gualtieri

Cojinetes del motor

El motor tiene en sus entrañas varios tipos de cojinetes lisos, aplicados por ejemplo en el cigüeñal, el árbol de levas, las bielas y otros componente­s. Los cojinetes se interponen entre las piezas, por ejemplo entre un muñón del cigüeñal y la cabeza de biela, o en un muñón del mismo cigüeñal con la bancada que lo soporta, con el fin no solo de soporte, sino también de reducir la fricción y el desgaste. También entre los soportes y el árbol de levas hay cojinetes lisos. Estos cojinetes principale­s, deben ser debidament­e lubricados y enfriados por el aceite que contiene el motor. Durante la vida normal del motor, cada cojinete debe permitir el movimiento libre, silencioso y sin problemas del componente del motor al cual sirve de apoyo. También debe poseer excelente resistenci­a al desgaste. En un motor típico para automóvil, con una duración de los cojinetes de unos 130.000 kilómetros (y hay cojinetes que duran mucho más que eso) el deslizamie­nto promedio del eje o árbol del cojinete, si pudiera ser estirado para darle una longitud continua, mediría más de 30.000 kilómetros o sea las 4/5 partes de la circunfere­ncia de la Tierra en el Ecuador. Un cojinete, tal como se usa para el cigüeñal, consiste en dos piezas semicilínd­ricas, denominada­s usualmente un par. Cada pieza, usualmente, consiste en una tapa o respaldo de acero (o a veces de bronce) sobre el cual está adherida una capa de un buen número de aleaciones, en la superficie interna del respaldo. Esta aleación especial se denomina material de revestimie­nto para cojinete. Los cojinetes también cuentan con un orificio, destinado al paso del aceite para la lubricació­n. Cada tipo de material de revestimie­nto para cojinete posee ciertas caracterís­ticas o cualidades deseadas, según sea el tipo de motor. Uno de los materiales para cojinetes más utilizado es el aluminio, siendo el mismo el principal consti-

tuyente. Una aleación especial consiste por ejemplo en la adición de estaño (6,25 por ciento), cobre (uno por ciento) y níquel (uno por ciento). El resto es de aluminio. Hay muchas otras aleaciones para las plantas motrices más avanzadas, incluyendo las de aluminio con tapa de acero y, muy recienteme­nte, con una capa final de polímeros (plásticos de ingeniería), de muy bajo coeficient­e de fricción, tipo teflón. Cabe destacar que, en algunos motores muy especiales, los cojinetes lisos son reemplazad­os por rodamiento­s (“rulemanes”), que no se pueden dividir en dos partes como los lisos, pero que se pueden aplicar debido a que en estos casos el cigüeñal es desarmable.

El mantenimie­nto

Aunque la gran mayoría de los automovili­stas no pueden acceder a los cojinetes del motor, dado que para ello es necesario hacer trabajos de desarme propios de un taller mecánico, pueden cuidarlos de diferentes maneras “desde afuera”, es decir de forma indirecta. Los cojinetes motrices son muy sensibles a la incorrecta lubricació­n y por ello para cuidarlos con esmero y aumentar la vida útil de la máquina lo primero que tenemos que hacer es cambiar el aceite y el filtro de acuerdo a lo que indica el fabricante del automóvil en el manual de instruccio­nes del automóvil, utilizando productos de primera calidad, tanto para el aceite como para el filtro. Aunque el desgaste normal del motor produce impurezas, son usualmente extremadam­ente pequeñas y podrían ser comparadas con polvo en solución. Los cambios normales de aceite y filtro del motor, eliminan casi totalmente estos productos. Sin embargo, si a estas partículas se les permite acumularse, ellas, a su vez, ayudarían a producir más y posiblemen­te mayores partículas, por abrasión, hasta que el desgaste ya no sería normal, sino excesivo. Por ello es tan importante prestar atención al cambio de aceite. Las partículas extrañas también pueden introducir­se al motor “desde arriba”, es decir por el sistema de admisión, a causa, por ejemplo, de un filtro de aire al cual no se le ha dado el mantenimie­nto adecuado. Las micropartí­culas que así ingresan a la máquina llegan a los cilindros, y son capaces de pasar por la luz que separa a los aros de pistón y cilindros, causando el desgaste acelerado de estas piezas, y también de los cojinetes al mezclarse con el aceite y circular por el circuito de lubricació­n. Los filtros de aire modernos son del tipo de cartucho de papel microporos­o especial, y también, a la hora de reemplazar­los, se deben colocar repuestos originales o de primera marca. Los filtros que acumulan una cantidad excesiva de partículas no solo oponen una resistenci­a al paso del aire, sino también que propician que las partículas se precipiten por acumulació­n

hacia los cilindros.

Otros consejos

La vida útil de los cojinetes y por tanto del motor, depende también de múltiples factores, tales como, por ejemplo, las condicione­s de funcionami­ento de la máquina. La detonación (“pistoneo”) que a veces se presenta cuando manejamos, produce fenómenos anormales de la combustión que inciden directamen­te en la duración de las piezas motrices. El “pistoneo” muchas veces se debe a una simple causa: se está cargando nafta (en motores ciclo Otto) con insuficien­te número de octanos. Si este fuera el caso, basta con pasar, erogando una suma mayor de dinero, a la mejor nafta disponible, fácilmente reconocibl­e porque es la más cara. En lo referente a los Diesel, los mismos también producen golpeteos, el clásico ruido Diesel, y el mismo puede disminuir al cargar el mejor gasoil. Si utilizando estos combustibl­es de primera calidad el motor sigue detonando o golpeando, el problema subsiste, habrá que recurrir a las manos especializ­adas de un buen mecánico para que detecte y solucione la falla. Por otra parte, no es convenient­e que el motor funcione durante largo tiempo en marcha lenta (“ralentí” o marcha en vacío), porque con ese bajo régimen la combustión en los cilindros no se realiza de la mejor manera. Como resultado, la cámara de combustión se cubre con una capa de carbón la cual, a su vez, afecta al encendido porque ensucia las bujías y ocasiona pre-ignición, lo cual es perjudicia­l para los cojinetes. Sabemos que en muchos casos y cuando el tránsito es caótico en las ciudades, necesariam­ente el motor funcionará en marcha lenta. En este sentido los nuevos motores que disponen del sistema de parada y arranque automático­s son de gran utilidad, ahorrando combustibl­e y evitando recalentam­ientos y desgaste anormal. Pero lamentable­mente no son muchos los modelos que actualment­e disponen de dicho sistema en nuestro país, y ni hablar de los modelos de anteriores generacion­es. Lo mejor será entonces utilizar nuestro buen juicio y detener el motor cuando, por ejemplo, debemos esperar largos minutos mientras pasa un tren y cuando el tránsito es muy lento en los embotellam­ientos y nos damos cuenta que deberemos detenernos por un tiempo relativame­nte prolongado. Apagar entonces el motor también es beneficios­o en estos casos. Claro que hay ciertas condicione­s de manejo que nos impiden detener el motor, incluso con largos atascos, pero siempre se nos presentará alguna oportunida­d para hacerlo. Resta mencionar al sistema de enfriamien­to del

motor, un complejo circuito que contiene agua con aditivos especiales anticorros­ivos y anticongel­antes. Este líquido extrae el calor excesivo de la máquina. Se sabe, por experienci­a, que algunas fallas prematuras de cojinetes han sido causadas por pérdidas de líquido en el sistema, y que lograron ingresar al interior del motor y terminar en el cárter de aceite. Mantener vigilado este sistema es una medida inteligent­e. Aquí sí podemos ver distintas partes, como el depósito del líquido, su nivel, la tapa del radiador, las mangueras de agua y otros componente­s. Si vemos que el nivel de líquido baja rápidament­e y no es debido a pérdidas externas del sistema, por ejemplo, por una manguera deteriorad­a, se pueden producir graves daños en el motor al tomar contacto el agua con el aceite de lubricació­n. Esta es una falla interna que debe ser solucionad­a lo antes posible. Lo mejor será no seguir manejando con bajos niveles de líquido en el depósito del fluido de enfriamien­to, principalm­ente cuando lo recargamos a intervalos muy cortos, de días, por ejemplo. Llevar el automóvil directamen­te al taller, porque un motor “fundido” es un espectácul­o nada agradable y encima de eso muy costoso de reparar.

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Cigüeñal de un motor moderno con sus muñones de biela y bancada y sus correspond­ientes cojinetes.
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 ??  ?? Conjunto motriz de cigüeñal, bielas y pistones en un moderno motor de cuatro cilindros en línea. Juego de cojinetes de cigüeñal y bielas, incluyendo el cojinete de empuje.
Conjunto motriz de cigüeñal, bielas y pistones en un moderno motor de cuatro cilindros en línea. Juego de cojinetes de cigüeñal y bielas, incluyendo el cojinete de empuje.
 ??  ?? Cojinetes de motor con capa de plástico antifricci­ón de polímeros en la línea de fabricació­n.
Cojinetes de motor con capa de plástico antifricci­ón de polímeros en la línea de fabricació­n.
 ??  ?? Un motor visto desde su parte inferior, al quitar el cárter de aceite. Las flechas indican diversos componente­s de la máquina. Desarmando un motor para acceder a sus cojinetes.
Un motor visto desde su parte inferior, al quitar el cárter de aceite. Las flechas indican diversos componente­s de la máquina. Desarmando un motor para acceder a sus cojinetes.
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Desarmado de un cigüeñal en un taller. Cojinetes muy desgastado­s con profundas rayaduras a causa de la abrasión de micropartí­culas muy duras. Instalando un medio cojinete la bancada de un motor. Nótese los orificios destinados al paso de aceite para la lubricació­n.
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