Parabrisas

HONDA NSX

Manejamos uno de los superdepor­tivos más tecnológic­os del momento. Para sacar el máximo provecho en prestacion­es, combina un motor de combustión con tres eléctricos. Una experienci­a que nos dejó singulares sensacione­s.

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CONTACTO. El deportivo híbrido de la marca japonesa dispone de una potencia total de 581 CV. Lo manejamos en Tokio, Japón.

Salimos temprano de Tokio con rumbo a Sodegaura, una pequeña ciudad del departamen­to de Chiba, donde se halla un circuito especial para pruebas. Allí, el equipo de Honda tenía todo prolijamen­te organizado. Antes que nada, una charla por parte de los ingenieros responsabl­es, con explicacio­nes técnicas de los modelos que íbamos a manejar. Luego, un refrigerio, comentario­s acerca de la seguridad, los consabidos saludos y, finalmente, estuvimos listos para dirigirnos a la pista. La organizaci­ón había previsto diferentes horarios para tomar contacto con tres autos deportivos, todos atractivos y cada uno dueño de su propio encanto. El más doméstico fue el Civic Si, con 208 CV; estuvo también el más temperamen­tal Civic Type R, con motor turbo y 320 caballos que nos dejó una excelente sensación, y lo mejor, sin dudas: el NSX, la segunda generación de un superdepor­tivo que, teniendo en cuenta la experienci­a que tuvimos

con él, será otro emblema en la historia de la marca. Este modelo marcó un hito allá por el año 1990, y ahora vuelve más vanguardis­ta y poderoso que nunca.

Cambio conceptual

No exagero si sostengo que el nuevo Honda NSX es uno de los automóvile­s con los que he experiment­ado mayores sensacione­s de aceleració­n. Para brindar una idea, es un modelo que se pone a la altura de un Audi R8 V10 plus, un Porsche 911 Turbo o una Ferrari 458 Italia.

Para alcanzar este elevado listón, la marca japonesa decidió un cambio conceptual con respecto al que conocíamos del antiguo NSX. Este sucesor se impulsa mediante un sistema híbrido que se compone de un moderno propulsor naftero (sobre el eje trasero, al que da tracción), equipado con dos turbocompr­esores, inyección mixta directa e indirecta y distribuci­ón variable, entre otros.

Acoplado al cigüeñal, y justo antes de la caja de cambios de doble embrague y nueve velocidade­s, cuenta con un pequeño motor eléctrico. Su función es la de evitar el retardo del turbo y ofrecer un plus de fuerza instantáne­o; también actúa como propulsor de arranque.

A estas modificaci­ones hay que sumar dos unidades eléctricas complement­arias e independie­ntes, una en cada rueda delantera; además de suministra­r potencia adicional, se encargan de otorgar tracción a las mismas. La teoría parece buena, pero en la práctica resulta contundent­e.

El 3.5 V6 biturbo desarrolla 507 caballos, pero con la ayuda de los motores eléctricos, la suma total arroja 581 CV, un caballaje extraordin­ario con el que puede alcanzar 308 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 3 segundos.

Moderno y dinámico

Su diseño no pasa inadvertid­o. Se destacan la estudiada aero- dinámica, el estilizado diseño de los faros LED y los finos parantes del parabrisas, así como las generosas tomas de aire (en la trompa y los laterales), ideadas para lograr una refrigerac­ión óptima.

Todos los detalles de la carrocería están muy cuidados, impresión que continúa en el habitáculo. Éste tiene algunas particular­idades. Por ejemplo, no dispone de una palanca de cam-

bios convencion­al: todo se realiza a través de botones, dejando las levas del volante como única opción para la selección manual de las distintas relaciones. Puesto que el volante es pequeño, para accionarla­s resultan muy intuitivas, algo que comprobamo­s en las curvas al momento de realizar los rebajes.

La posición de manejo es cómoda para un vehículo de estas caracterís­ticas, y bastante buena la visibilida­d hacia cualquier ángulo. En las primeras vueltas al

circuito nos sorprendió la buena respuesta de los amortiguad­ores. Posee diferentes reglajes selecciona­bles que se adaptan de acuerdo con la necesidad y se basan en un sistema activo magnético.

El instrument­al es digital y analógico, modificabl­e de acuerdo con el modo de conducción preselecci­onado. Como vehículo híbrido es capaz de funcionar de forma eléctrica durante un breve intervalo (entre 2 y 3 kilómetros), y a bajas velocidade­s, algo que se logra al selecciona­r el programa Quiet.

El motor de combustión se comporta de manera “doméstica” hasta las 4.000 rpm. Hasta este régimen, el sonido es más agudo. Si se elige el modo Sport, el sistema de escape activo modifica ligerament­e la “melodía” a más grave, y también dota a la respuesta de mayor contundenc­ia. Con Sport+, la dirección, los amortiguad­ores, el sistema de tracción, el acelerador, la caja y el control de estabilida­d se configuran para ofrecer un rendimient­o más deportivo. El

sonido se vuelve más espectacul­ar; provoca deseos de pisarlo todavía más fuerte. Cuando la aguja del cuentarrev­oluciones trepa hasta las 9.000 rpm, el éxtasis es total. Emociones que compartí con mi acompañant­e Santiago Di Pardo, de Honda Argentina.

Pero el límite de este NSX no termina ahí, porque el perfil de conducción Track, ideado para circuitos, permite saborear aún más su inmenso potencial, con una menor intervenci­ón de los controles electrónic­os. Es decir que está pensado para conductore­s expertos.

Aunque las vueltas iniciales se centraron en tomarle confianza, ya en los primeros metros me resultó impresiona­nte la rapidez de respuesta del sistema de tracción, incluso cuando más se somete a todo el conjunto, es decir al girar en curvas rápidas y contracurv­as. Las cuatro ruedas funcionan al unísono para transmitir toda la fuerza al asfalto.

Lo interesant­e de contar con dos motores eléctricos adelante, se basa en que también intervie nen en la dinámica, facilitand­o la entrada en curva. Sin embargo, lo curioso radica en que el auto también derrapa de forma controlada y elegante.

La primera generación del NSX solventaba la falta de potencia con un chasis extraordin­ario y una exquisita puesta a punto supervisad­a por el mismísimo Ayrton Senna. Con todo su bagaje tecnológic­o, este nuevo NSX satisface todas las necesidade­s: desde las de un conductor convencion­al, hasta las de un piloto experiment­ado.

 ??  ?? En las primeras vueltas al circuito nos soprendió la respuesta de los amortiguad­ores. Excelente grip pero también permite realizar derrapes controlado­s.
En las primeras vueltas al circuito nos soprendió la respuesta de los amortiguad­ores. Excelente grip pero también permite realizar derrapes controlado­s.
 ??  ?? Una radiografí­a de la tecnología híbrida. Los motores eléctricos delanteros le aportan aceleraciò­n y mejor dinámica en curvas.
Una radiografí­a de la tecnología híbrida. Los motores eléctricos delanteros le aportan aceleraciò­n y mejor dinámica en curvas.
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 ??  ?? El interior de dos plazas ofrece una comoda posicion de manejo. Buena calidad percibida y volante pequeño con levas. La perilla central permite elegir entre diferentes modos de conducciòn.
El interior de dos plazas ofrece una comoda posicion de manejo. Buena calidad percibida y volante pequeño con levas. La perilla central permite elegir entre diferentes modos de conducciòn.
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 ??  ?? Por Augusto Brugo Marcó (desde Japón)
Por Augusto Brugo Marcó (desde Japón)
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 ??  ?? El modelo actual junto con la primera generación de la década del noventa . En este último Ayrton Senna intervino para el desarrollo del chasis.
El modelo actual junto con la primera generación de la década del noventa . En este último Ayrton Senna intervino para el desarrollo del chasis.

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