FIAT CRONOS vs. VOLKSWAGEN VIRTUS COMPARATIVO.
Duelo entre los dos sedanes compactos del momento. Uno fabricado en Argentina, el otro, en Brasil, tienen más similitudes que diferencias. Pero uno es el mejor de los dos.
El nuevo sedán de VW toma la plataforma de Polo, pero la extiende para brindar más espacio. Con diseño atrayente y motor 1.6 de 110 caballos, debe enfrentar a otro de los exponentes más recientes del segmento: Cronos, de producción nacional y con motor 1.8 de 130 CV.
2 017 fue un año de renovaciones para Fiat y Volkswagen dentro del segmento B, con el Argo y el Polo, respectivamente. Uno regional, el otro con diseño global, marcaron sus diferencias desde el vamos por configuraciones no tan similares entre sí. A los sedanes los conocimos llegando fin de año, con viajes exclusivos a Brasil (donde fueron dibujados) para conocerlos en detalle. Primero nos sorprendimos con el diseño del Cronos, una berlina de aspecto compacto, con un remate que nos recordó a vehículos de mayor jerarquía.
Con un concepto un tanto diferente, de manera paralela conocimos el Virtus, que en esencia es el sedán del Polo, aunque adoptó cambios en la plataforma modular MQB, principalmente con una
mayor distancia entre ejes (85 milímetros extras).
Su aspecto exterior está en concordancia con los nuevos sedanes de la marca, tomando como inspiración al imponente Arteon, que se comercializa en Europa, o la nueva generación de Vento/Jetta, en la que se destacan caída de techo, luneta y tapa de baúl, con un pequeño alerón trasero integrado a ella. Con 4,48 metros de largo, resulta llamativo, aunque la gran superficie en chapa que conforma el tercer volumen puede hacerlo ver un poco insulso.
En Fiat se esmeran en decir que el Cronos, que se produce en Córdoba, no es el sedán de Argo; sin embargo, comparte con él desde la distancia entre ejes hasta diversos componentes estructurales, pasando por accesorios. La integración del tercer volumen es un agregado, pero bien resuelto, que corona 4,36 metros de largo total.
A la venta desde marzo pasado, decidimos enfrentar al recién llegado Virtus con el Cronos: sin ir más lejos, las novedades principales que esperaba este segmento en 2018.
A sus plazas
No hay dudas de que quien busca un sedán lo hace con fines meramente funcionales, y allí entra a jugar el espacio disponible en las plazas traseras y la capacidad del baúl. En este último punto. las cifras podrían llegar a declarar un empate, ya que son 521 los litros disponibles en el Virtus, frente a los 525 del Cronos. La marca se ve favorecida levemente en el Volkswagen por una boca de carga más ancha, y también por un piso configurable en dos alturas, con un divisor rígido de gran calidad. En el Fiat están mejor cuidados algunos detalles, como el tapizado en la parte superior o la apertura amortiguada de la tapa. Los dos tienen auxilios dos pulgadas menor al diámetro de las ruedas titulares.
Las plazas traseras son otro punto para remarcar. Aquí entran a jugar diferencias más importantes, porque la mayor distancia entre ejes del Virtus es directamente proporcional al mayor espacio para las piernas. La caída del techo es pronunciada, por lo que el banco trasero está debidamente calado, aunque la plaza central no esconde ser un
tanto incómoda. En el Cronos, el asiento está algo más alto, lo que redunda en una menor altura libre al techo, mientras que anotamos, también, un menor ancho de la carrocería y ausencia de salidas de climatización, como sí tiene su rival. A pesar de esto, logra buen espacio para dos pasajeros adultos de altura promedio.
Más puntos
A simple vista percibimos diferencias de estilo en los habitáculos. Como siempre, el de Volkswagen es muy formal, con líneas rectas y una percepción de calidad al límite. Hay algunas rebabas y piezas que no demuestran demasiado esmero; por ejemplo, el tapizado del techo o algunas piezas de la plancha o los paneles de puertas. El Fiat tiene tonos más oscuros, y si bien emplea materiales simples, está mejor cuidado y dotado de un estilo algo más jovial.
Merced a óptimas regulaciones, las posturas de manejo son logradas. El Virtus permite viajar más bajo, mientras que el Cronos tiene un volante con grip más grueso y comandos dispuestos de una forma correcta, aunque los del audio se manejan desde la parte posterior.
En la parte central de la plancha aparecen los sistemas multimedia: el de Volkswagen con más funciones y pantalla de ocho pulgadas, frente al de siete del Fiat, que está ubicado de manera saliente, aunque a una altura similar. Permiten conexión del teléfono celular mediante las funciones de Android Auto o Apple Car Play; sin embargo, en el Volkswagen existe un práctico soporte central para el celular, que tampoco presenta la mejor calidad percibida. Únicamente el nivel Highline ofrece el moderno tablero de instrumentos Active Info Display, compuesto por una gran pantalla central configurable con infinidad de posibilidades. El de Fiat cuenta con dos agujas y una pantalla central color, también de siete pulgadas (solo en el Precision), que entrega información suplementaria muy diversa.
Las dos versiones comparadas contienen el máximo equipamiento disponible, en el que se destacan elementos tales como climatizador automático, control
de velocidad crucero, acceso y arranque sin llave, sensores de lluvia o encendido automático de luces, entre otros, que completan una dotación satisfactoria. También hay elementos que son exclusivos de cada uno, como el tapizado de cuero o llantas de diecisiete pulgadas para el Fiat, mientras que el Virtus responde con navegador satelital integrado y sensor de estacionamiento delantero.
En materia de seguridad comparten elementos como cuatro airbags, anclajes para sillas infantiles, y controles de tracción y estabilidad. Estos están presentes en toda la oferta del Volkswagen, pero no así en la gama del sedán de marca italiana, que en sus versiones más accesibles (con motor 1.3) ofrece tan solo dos bolsas de aire, y no cuenta con controles de tracción y estabilidad.
Chasis y potencia
Al igual que el Polo, todos los Virtus montan un motor 1.6 de dieciséis válvulas, que no es el mismo impulsor que equipaba al Polo importado desde India, modelo al que reemplaza de manera directa. Este se fabrica en Brasil, desarrolla 110 caballos de fuerza y tiene un torque de 15,8 kgm a 4.000 rpm. El funcionamiento es agradable por su suavidad, pero no se muestra enérgico, lo que condena sus prestaciones.
El Cronos monta el impulsor 1.8 e-Torq que potenciaba previamente al Linea (1.747 cm³), con un árbol de levas a la cabeza, que comanda dieciséis válvulas con cadena, lo que reduce costos de mantenimiento. Produce 130 caballos de fuerza, bastante más que la media del segmento, algo que se encarga de posicionarlo un poco por encima del rival. Si bien llega a la marca de 18,6 kgm de torque a 3.750 vueltas, esos 130 caballos no se sienten como tales. Digamos que le alcanza para obtener mejores prestaciones que el VW, sin llegar a ser tan evidente, salvo en la velocidad máxima.
En todo esto hay algo que recalcar: la transmisión automática de seis velocidades. Tanto el
VW como el Fiat cuentan con la misma caja Aisin, aunque con funcionamientos bastante disímiles. En el Virtus se configuró de una forma tal que en la ciudad estire los cambios bastante más de lo normal, haciendo que el motor gire más cerca del torque, entre 2.500 y 3.000 rpm. De esta manera se busca ocultar esa cierta falta de entrega del motor, aunque se deja sentir una rumorosidad elevada.
El Cronos suele hacer rebajes poco previsibles, y a veces nos hace acelerar más de lo necesario para que termine reaccionando en el momento oportuno, pero a pesar de ello funciona de una manera suave. Los selectores tienen opción de mando manual, aunque también permiten la opción de pasar cambios a través de levas tras el volante.
Los consumos son muy reducidos a velocidad sostenida, y obviamente se elevan
En el Fiat las plazas traseras son habitables para adultos de hasta 1,75 metros. Leds para luces de freno y de cortesía en los espejos exteriores.
en la ciudad, punto en el que el Cronos denota menor eficiencia, debido a su mayor cilindrada.
Con respecto a las suspensiones, hablamos de esquemas similares y configuraciones muy buenas. En la urbe, el Virtus ofrece un tren trasero suave y buena respuesta general, mientras que el Fiat, a pesar de que no es duro, se ve afectado por neumáticos de bajo perfil que le juegan una mala pasada. No así en la ruta, donde se muestra firme y seguro en todo tipo de curvas, y en frenado responde con muy buenas distancias, cifras que incluso mejoró el Virtus, mucho más eficientes que las logradas por el Polo que probamos meses atrás. La única diferencia técnica es la adopción de neumáticos con pisada 205 en reemplazo de los 195 del hatch, un detalle menor cuando se trata de mejorar tanto las distancias de frenado. La dirección eléctrica es precisa y con buena asistencia en ambos.
Precios pesados
Luego de la devaluación de principios de mayo, los valores sufrieron un aumento considerable. Al cierre de esta edición, la oferta del Cronos arrancaba en 373.500 pesos para la versión 1.3 de 99 CV con equipamiento acotado y sin ESP, frente a los 400.800 pesos del Virtus Trendline manual, con cuatro airbags y ESP de serie. Al llegar a los tope de gama, Virtus Highline AT se comercializa a 551.700 pesos, mientras que Cronos Precision AT, con dotación semejante y más potencia, vale 488.800 pesos pero, eso sí, con algo menos de espacio interior.