NISSAN X-TRAIL vs. HONDA CR-V
COMPARATIVO. Dos exponentes de clase que llegan en simultáneo para animar el reñido segmento de los SUV. Cada uno con su formula: sofisticación vs. simpleza.
El furor por los todoterreno está hoy en pleno auge mundial; sin embargo, las marcas japonesas supieron adelantarse muy bien a esta moda en décadas pasadas. Nissan creó modelos de élite en los ochenta y noventa, con prestaciones duras y filosofías clásicas, espacio en lo que Honda no tuvo interés por un buen tiempo. El primer todoterreno desarrollado íntegramente por esta marca fue precisamente el CR-V, presentado mundialmente en 1997: uno de los primeros SUV livianos del mundo, con tracción 4x4 inteligente y un uso preferencialmente familiar.
Tres años demoró Nissan en crear un rival; lo denominó XTrail, y su estilo fue también innovador, ya que además de apuntar a este espectro, supo fusionarlo con ciertas funcionalidades muy demandadas por aquellos años en los monovolúmenes.
La tercera generación de XTrail, presentada en 2014 a nivel mundial, tomó un rumbo en el que el dinamismo se apoderó de sus líneas exteriores. Con soluciones tomadas del Murano, perdió cierta cuota de rareza, pero mantuvo sus cualidades principales, entre ellas un sistema de tracción más evolucionado que el de sus competidores directos. Bastante demorada, hoy ya se ofrece en la Argentina con un único nivel de equipamiento y el mismo motor que equipó previamente, aunque ahora se debe enfrentar a un modernísimo CR-V de Honda, dotado con un impulsor
1.5 turbo, mucho equipamiento y tecnología. Los pusimos cara a cara en una lucha en la que por momentos se parecen mucho y, por otros, no tanto. ¿Cuál es mejor negocio?
Buenos familiares
La nueva X-Trail se produce en Japón y llega al país para posicionarse por encima del Kicks, completando la oferta SUV de Nissan en el país. Si bien en otros mercados está disponible con siete plazas, aquí se configuró con cinco asientos, con lo que se obtiene muy buena habitabilidad. El asiento trasero conserva la práctica regulación corrediza en forma longitudinal, mientras que el respaldo puede abatirse y reclinarse en tres partes, lo que perjudica la comodidad de la plaza central, debido a que el respaldo tiene menor mullido. En el CR-V no existen tales características: más convencional, recurre a la posibilidad de rebatir o reclinar el respaldo en modalidad 60/40.
Desde afuera no hay dudas: el CR-V luce imponente y musculoso, principalmente desde atrás, gracias a la implementación de grandes ópticas traseras y di-
versos componentes cromados. Esto también repercute en la trompa, donde el producto de Nissan se advierte mucho más sutil. A pesar de ello, el japonés (de origen y fabricación) es siete centímetros más largo, tres más ancho, y tan solo dos más alto que el Honda.
La capacidad del baúl se aprovecha mejor en este último, aunque aquí también aparecen mejores soluciones en lo referido a la modularidad para X-Trail: el piso rígido puede colocarse en tres alturas diferentes, pudiendo crear estantes para organizar mejor lo que cargamos. Motivo de elogio para el auxilio homogéneo del Honda, incluso hasta con llanta de aleación. El rival dispone de una rueda de 17 pulgadas: una menos que las titulares.
Confortables
Las plazas delanteras son cómodas, y se destacan el diseño del tapizado y el formato de los apoyacabezas del Honda, con regulación eléctrica y memoria para la plaza del conductor. En el X-Trail son eléctricas, y además calefactables ambas delanteras, pero sin memorias.
Importada desde los Estados
Unidos, la CR-V obtiene muy buena percepción de calidad al tacto en piezas y comandos, a pesar de que existen detalles de fabricación, como algunas desprolijidades en las uniones internas de los marcos de las puertas, que a su vez no están laqueadas internamente como el resto de la carrocería. Estos pequeños detalles no están presentes en el Nissan, que puertas adentro ostenta un diseño algo más simple y no demasiado innovador. Aquí es donde se nota la diferencia con la época desde su concepción, ya que al sentarnos frente al volante, nos topamos con un tablero de instrumentos convencional, con cuatro instrumentos de aguja fácilmente visibles. El CR-V entrega instrumentación digital, que se complementa con el Head Up Display y una pantalla multimedia central en la que además pueden visualizarse datos de la climatización y otras configuraciones.
En el Nissan, la central multimedia es un equipo agregado al diseño original, en la que no faltan utilidades y conexiones, aunque todos sus comandos son táctiles y no lo suficientemente rápidos para operar. No entrega cámara de visión trasera, y menos aún una 360°, como sí lo tiene el más pequeño Kicks. En el CR-V está disponible la cámara trasera con tres ángulos diferentes y la muy útil lateral para mitigar el punto ciego, que se activa con una tecla, o al colocar el giro del lado derecho. No podemos dejar de mencionar, en ambos, la falta de sensores de estacionamiento delanteros.
Distintos
Disponibles con solo una configuración, recurren a motores muy diferentes entre sí. El X-Trail conserva el conocido y probado 2.5 con inyección convencional y dieciséis válvulas, que entrega
171 caballos de fuerza, mientras que el del CR-V se luce por moderno: con apenas 1.5 litros turbo e inyección directa, genera 190 caballos y una cifra de torque levemente superior. Esta diferencia se percibe en las prestaciones, siempre mejores con respecto al X-Trail, aunque igualmente muy buenas en ambos modelos.
A pesar de ello, el más pequeño no es tan eficiente como el Civic: el mayor peso y la amplia área frontal hacen que la eficiencia de combustible del pequeño block no resulten tan contundentes en nuestras mediciones. El CR-V fue algo más económico en la ciudad, pero la balanza se invierte al llegar a velocidades de autopista. También el más grande emite menor rumorosidad en el habitáculo.
Ambos emplean una transmisión de variador continuo que cumple con los requisitos funda- mentales. Gracias a la electrónica, tienen siete marchas preseteadas, que en el caso del CR-V pueden pasarse a través de levas, mientras que en el X-Trail solo con el selector.
Dinámica diez
Aquí tampoco defraudan, ya que los esquemas independientes de ambos trenes proporcionan un andar placentero y seguro en rutas o autopistas, siempre teniendo en cuenta que estamos ante vehículos altos, que no disponen de la fluidez de un auto.
En la ciudad, el CR-V obtiene mejor confort, muy relacionado con su origen americano, aunque esto puede ser producto también de neumáticos de mayor talón. En las mediciones no se destacaron al frenar, e incluso
en el X-Trail (con cuatro discos ventilados) al momento de aplicarle toda la fuerza al pedal, la sensación inicial no logra toda la contundencia esperable.
Nissan mantuvo inalterado el sistema All Mode de tracción integral, que mediante un selector ubicado entre ambos asientos delanteros se puede escoger entre circular en tracción simple, tracción integral automática, o tracción integral permanente. Esto es un diferencial de Nissan, que mantiene en todos sus SUV´s la tracción total, aunque no cuenta con protección metálica de los bajos. En el CR-V, la tracción posterior se activa automáticamente al momento de detectar falta de adherencia en el eje delantero. Sobre caminos en mal estado, o incluso en la arena o la nieve, otorgará cierta seguridad, pero recordemos que tanto neumáticos como suspensiones tienen orientación primordialmente rutera.
Equipo y conveniencia
La dotación elegida para estos nobles productos está dentro de las más completas del segmento, aunque tienen sus diferencias. A lo mencionado previamente, debemos contar a favor del Nissan el doble techo corredizo, faros rompeniebla traseros, alerta de cambio de carril involuntario, control de descenso y lavafaros. El de Honda responde con monitoreo de presión de neumáticos, portón con apertura por sensor, alerta de cansancio y todo lo referido a un sistema multimedia más moderno y eficiente, entre lo que se cuenta Android Auto y Apple Car Play y cámaras de visión, entre otros. Comparten la dotación de seguridad, con seis bolsas de aire, ISOFIX, controles de tracción y estabilidad, como también los plazos de garantía.
Los precios son, hoy en día, la mayor fuente de dudas, tras la devaluación. Al cierre de esta edición, Nissan no había aumentado el valor de lista del X-Trail, por lo que 959.900 pesos pueden ser algo irreales (alrededor de 37.000 dólares). Si traducimos ese valor en pesos a precio dólar al momento de su lanzamiento (en abril de 2018 a $ 20,50) significaban 46.800 dólares, un valor notablemente inferior y más que competitivo frente a los u$s 57.200 a los que se comercializa el Honda CR-V EXT.