Renault Kangoo Express dCi
Con mayores dimensiones y un motor Diesel que se destaca por prestaciones y bajo consumo, el furgón fabricado en Córdoba busca revalidar su liderazgo entre los utilitarios chicos. Probamos la versión intermedia, cuyo equipamiento es algo básico.
Durante los veinte años que se produjo la generación anterior del Kangoo en Santa Isabel (Córdoba), el volumen de ventas del furgón fue el más elevado dentro de la gama. Así lo demuestran las estadísticas de este exitoso modelo, del cual se comercializaron cerca de 375.000 unidades, un 72,7 por ciento de ellas representadas por esta versión utilitaria. Sin una contraofensiva a la vista por parte de sus acérrimos rivales del Grupo PSA (Citroën Berlingo y Peugeot Partner) es de prever que el nuevo Kangoo continúe liderando este estrecho segmento, que no sufría una renovación importante desde hace varios años. Aunque esta historia recién empieza a escribirse. Nos pusimos el overol y probamos la única opción furgón (dos asientos) equipada con el renovado motor Diesel.
Anabolizado
Hacía bastante tiempo que no nos sentíamos tan observados en un auto que no fuera del selecto mundo premium. Y si bien no estamos hablando de un modelo que cautive por una estética llamativa, evidentemente los cambios son notorios y atraen miradas, fundamentalmente, de clientes de Kangoo. Es que esta nueva generación se advierte más grande, y eso seduce a aquellos usuarios que pasan muchas horas trasladando mercadería y priorizan el espacio de carga.
En efecto, este nuevo modelo es 18,4 cm más largo (4.397 mm) y 4,2 cm más alto (1.847 mm) que su antecesor, mientras que la distancia entre ejes también es 11,1 cm más extensa (2.808 mm): estas cotas permitieron ganar 300 dm3 de capacidad en el espacio de carga, ahora de 3.300 dm3. Allí se accede a través de una puerta corrediza lateral o desde el portón trasero de doble hoja.
Al compartir plataforma con Sandero y Logan, puertas adentro encontramos muchos parecidos con los compactos también producidos en Santa Isabel: tablero de instrumentos, consola central y toberas del aire acondicionado, entre otros elementos. Como buen vehículo de trabajo, ofrece varios portaobjetos sobre la plancha de a bordo y paneles de puertas, aunque en este caso ya no cuenta con el
“buche” debajo del techo que traen la versión mixta y de pasajeros.
Las butacas son cómodas y ofrecen buena sujeción lateral. Sin embargo, al carecer de regulación en altura, detalle que se suma a que el volante tampoco dispone de ajustes, encontrar la posi- ción ideal de manejo dependerá de la contextura física de cada conductor. Más allá de eso, el punto conflictivo es la visibilidad trasera, pues los espejos laterales (de regulación manual) son más pequeños que los del modelo anterior.
Del mismo modo que en la versión tope de gama (Stepway) que probamos en la edición anterior de Parabrisas, los materiales empleados en el habitáculo son plásticos duros bien encastrados y con terminaciones prolijas. El aspecto a mejorar es el espacio de carga, donde la aislación acústica merecería mayor esmero.
Bienvenidos los cambios
Si repasamos la nomenclatura del motor Diesel que utiliza el nuevo Kangoo, nos remitirá a la misma planta motriz que utilizó su antecesor, que algún que otro dolor de cabeza le trajo a la marca del rombo. Sin embargo, estamos en presencia de un propulsor totalmente reformulado. Renault tomó nota de los aspectos que había que mejorar para ofrecer algo superador. Por eso, el salto generacional se da, principalmente, porque este nuevo bloque cumple con las normativas Euro5 (el otro, Euro4), para el cual se agregó un filtro de partículas en lugar del catalizador de oxidación: la marca recomienda cargar Diesel Premium. Asimismo, se reemplazó el sistema de inyección por uno de mayor presión interna en los inyectores, mientras que se redujo la relación de compresión de 18,5:1 a 15,2:1, mejorando así la eficiencia y
el rendimiento. Cabe destacar que estos cambios trajeron consigo, además, una optimización tanto de la entrega de potencia como del torque máximo: 70 CV y 16,3 kgm, frente a los nuevos 89 CV y 22,4 kgm, respectivamente. Sin dudas, una destacada marca del par máximo, disponible a partir de las 1.750 rpm, régimen muy bajo que le otorga a este eficaz propulsor un desempeño sobresaliente.
Basta con repasar la performance de este 1.5 con tapa de ocho válvulas y turbocompresor, que logra acelerar de “cero a cien” en 12,4 segundos, mientras que para pasar de 80 a 120 km/h (en cuarta) necesita de 12,2 segundos.
Asociado con una caja manual de cinco velocidades ‒muy suave al tacto‒, cuyas primeras dos marchas ofrecen recorridos cortos, se muestra progresivo y silencioso, entregando su poder en todo momento, característica que se traduce en una sorprendente agilidad urbana. Pero esa no es su mayor virtud. Al tratarse de un vehículo pensado para el trabajo, el rendimiento promedio de 15,9 kilómetros por litro es elogiable.
En cuanto al aspecto dinámico, cabe mencionar que este furgón ofrece un destacado confort de marcha y, al igual que todas las versiones de la gama, cuenta con la asistencia de los controles de tracción y estabilidad que le permiten mitigar los propios balanceos de una carrocería cuyo centro de gravedad es alto, sensible a los vientos cruzados. La dirección, con asistencia electrohidráulica, responde correctamente tanto en maniobras citadinas como a alta
velocidad. Pese a no contar con la barra antirrolido de la que disponen las opciones de pasajeros, el tren trasero (tipo H deformable) responde adecuadamente ante la exigencia en calles empedradas.
Ni más ni menos
Como mencionamos anteriormente, esta es la única opción Diesel furgón de la gama: la otra es mixta, es decir, que tiene cinco asientos. El nivel de equipamiento es bastante básico y está orientado estrictamente al uso laboral. Tanto es así, que no dispone del sistema Media Nav; en su lugar, ofrece una radio doble din con bluetooth, mientras que para compensar la ausencia del retrovisor (el portón del espacio de carga no tiene superficie vidriada para mirar hacia atrás) cuenta con sensor de estacionamiento trasero.
En materia de seguridad, al mencionado ESP de serie en toda la gama, se le suman los obligatorios airbags frontales y frenos ABS.
Esta variante denominada Con- fort vale 390.600 pesos por lo que es más cara que sus rivales directos. Nos referimos a Peugeot Partner Confort (358.500 pesos) y Citroën Berlingo Furgon Business (364.000 pesos), equipados con el eficiente propulsor 1.6 HDI de 92 CV, modelos que (ambos) ofrecen mayor capacidad de carga (800 kg) en un volumen más acotado (3.000 dm3), pero que llevan a cuesta varios años sin importantes modificaciones. Habrá que esperar qué decisión tome el Grupo PSA cuando comience a producir nuevos modelos sobre una plataforma modular en la planta de El Palomar, aunque por el momento
no fueron confirmadas nuevas generaciones de estos utilitarios. Mientras tanto, Kangoo ofrece en este segmento un producto más moderno, grande y seguro que el de sus competidores.
Una opción a tener en cuenta es el Fiat Dobló Active, aunque cabe destacar que solo está disponible con el 1.4 naftero de 95 CV y, al tratarse de un producto extra zona (llega desde Turquía), es sustancialmente más caro que el resto: 467.000 pesos. Un aspecto negativo en esta versión es que ofrece una garantía menor respecto de las opciones para pasajeros: dos años.