Parabrisas

AUTOMOVILI­SMO

Jorge Omar Del Rio

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Luego de estas primeras carreras pudimos ver, afortunada­mente, por diversos motivos y en varias de las cinco disputadas (al cierre de esta edición se corría el GP de Mónaco), resultados que no eran los imaginable­s antes de largar, lo cual ayuda mucho a mejorar la emoción y la calidad de las competenci­as.

Esto se produjo porque, si bien continúa una preeminenc­ia de MercedesBe­nz y Ferrari por sobre el resto de los equipos, las diferencia­s son menores y ayudan a que muchos factores incidan en el resultado.

Por ejemplo, la mayor cantidad y variedad de tipos de neumáticos provistos por el fabricante amplió la necesidad de optimizar las estrategia­s para lograr resultados. Esto ha realzado la importanci­a de los trabajos en boxes, tanto en cuanto a la rapidez y precisión de los cambios de neumáticos, como para mantener un estado de concentrac­ión permanente durante toda competenci­a, con el objetivo de aprovechar mejor que otros cualquier alternativ­a.

Esto ocurrió, por ejemplo, ya en la primera carrera del año en Australia cuando, aparenteme­nte, el equipo Mercedes hizo su estrategia de parada confiando en la gran distancia que le llevaba Lewis Hamilton al segundo, Kimi Raikkonen, lo cual les permitía asegurar el triunfo que hasta ese momento parecía definido para el inglés.

Pero poco después, hubo una circunstan­cia de carrera que produjo el ingreso del auto de seguridad y la muy buena reacción del equipo Ferrari permitió que Sebastián Vettel quedara al frente de todo el pelotón al salir de boxes. Fue así como ganó la competen- cia, lo cual parecía imposible hasta algunas vueltas antes.

Se va la tercera

También en la tercera carrera, la de China, este aspecto resultó definitori­o: después de haberse disputado gran parte de la competenci­a con el dominio de Ferrari y Mercedes, y habiéndose producido incluso diversas estrategia­s preparadas para el cambio de neumáticos, el circunstan­cial ingreso del safety car produjo una reacción instantáne­a por parte del equipo Red Bull, llamando a sus dos autos a boxes para cambiar neumáticos antes que los demás.

Esto le permitió finalmente a Daniel Ricciardo encarar las últimas vueltas con cubiertas más blandas y en mejor estado que sus rivales, por lo que pudo concretar varios sobrepasos destacados hasta llegar a la punta y ganar la competenci­a.

Es cierto que se puede decir que el equipo tuvo la suerte de que sus autos aún pudieran entrar a la calle de boxes cuando se anunció el auto de seguridad, pero si no hubieran tomado la decisión en apenas dos o tres segundos, la oportunida­d se habría perdido.

Y en la carrera siguiente, en Baku, la aparición del auto de seguridad -motivado por el incidente entre Ricciardo y Verstappen faltando menos de 10

vueltas-, modificó por completo un resultado que parecía estar ya definido para un seguro triunfo de Vettel, que mantenía a una distancia tranquiliz­adora a Valteri Bottas en el segundo puesto.

En este caso, una buena estrategia del equipo Mercedes, y una no tan clara decisión de Ferrari para hacer entrar a Vettel, produjeron que al salir de boxes, el finlandés estuviera por delante del alemán, que no entendía cómo eso había ocurrido, y le reclamaba por radio al equipo.

Tal vez esto influyó en su estado anímico porque, al producirse el relanzamie­nto, cometió un serio error de apresurami­ento al intentar sobrepasar a Bottas en la primera frenada y bloqueó sus frenos, perdiendo la línea de marcha para quedar cuarto y, además, debido a una rotura de la cubierta trasera en el auto de Bottas, Lewis Hamilton se llevó un triunfo con el que no podía soñar hasta diez vueltas antes.

En el Viejo Continente

Luego, en la carrera de España, pareció empezar a marcarse nuevamente un neto dominio de Mercedes, que consiguió el primer uno-dos de la temporada, y Hamilton aumentó la diferencia en el campeonato respecto a un Vettel que se vio algo deslucido, como si todavía estuviera lamentando lo ocurrido en Baku.

Es que, si bien estos campeonato­s son muy largos y pueden dar lugar a recuperaci­ones, ese tipo de errores cometidos por el piloto, como ocurrió en Singapur del año pasado, pueden tener mucha importanci­a en lo que ocurra después.

Por los factores mencionado­s anteriorme­nte, el campeonato se muestra ahora más interesant­e que los anteriores, donde asistíamos a competenci­as con resultados casi cantados anticipada­mente.

En relación con los pilotos, también se están produciend­o performanc­es muy alentadora­s por parte de algunos de los nuevos, ya que, aún en equipos de menores posibilida­des, pudieron mostrar sus condicione­s, logrando algunos de ellos resultados sorprenden­tes.

Por ejemplo, el sólido cuarto puesto de Pierre Gasly en Bahrein con el Toro Rosso equipado con motor Honda, resultó muy festejado tanto por el equipo como por los japoneses, que conseguían los primeros puntos importante­s después de tantos sinsabores con McLaren.

También se puede mencionar lo de Charles Leclerc con el Sauber Ferrari, que por su andar en la pista, además de los puntos conseguido­s en las últimas dos competenci­as, ya empieza a ser muy tenido en cuenta y comienza a sonar como una de las alternativ­as para ocupar la butaca de Kimi Raikkonen, cuyo contrato finaliza a fin de este año, ya que todos suponen que no continuará en la escudería de Maranello.

En este sentido, es algo llamativo lo de Kimi porque, a pesar de que sus tiempos de vuelta en las pruebas libres suelen ser cercanos a la punta, luego, en carrera, y especialme­nte en la primera mitad, no logra mantener sostenidam­ente el ritmo de los que van adelante, y paulatinam­ente pierde décimas que lo sacan de la conversaci­ón.

Para Ferrari es un problema serio porque, a diferencia de Bottas, que en Mercedes ha cubierto algunos días malos de Hamilton, no logra acompañar tan bien los ritmos de Vettel en la obtención de puntos que se restarían a sus rivales.

Esto se refleja en el campeonato de constructo­res, en el cual Mercedes ya cuenta con una ventaja considerab­le.

Los otros

Respecto al resto de los equipos, es interesant­e ver que los motorizado­s por Renault son los que siguen a Mer- cedes y Ferrari hasta ahora, pero con una notable preeminenc­ia de Red Bull sobre el Renault oficial y McLaren que, aunque de entrada anunció que pensaba competir con los austríacos, hasta ahora no ha podido acercarse en los rendimient­os.

El tema de Red Bull es muy interesant­e, porque están resultando, por lo general, la única esperanza cierta de obtener victorias por parte de algún equipo que no sea Mercedes o Ferrari. Lo hicieron en los años anteriores y ya lo han concretado este año. Además, suelen ser victorias muy lucidas, porque para que se produzcan tienen que darse circunstan­cias especiales durante las carreras.

El equipo cuenta con dos excelentes pilotos, como un Ricciardo que, especialme­nte en carrera, rinde muy bien, está siempre atento y suele aprovechar cualquier oportunida­d que se le presente, y un Max Verstappen que va muy rápido y tiene un gran apetito de victorias, a pesar de que todavía comete algunos errores.

También se pudo ver que Haas-Ferrari viene consolidan­do lo que pareció una sorpresa en el inicio de la temporada, especialme­nte a través de Kevin Magnussen, que sigue sumando puntos, ayudando a cubrir los errores de Roman Grosjean.

En Force India, por el contrario, después de un excelente 2017, arrancaron el año con un déficit de rendimient­o que los ubicaba muy atrás, pero parecen ir encontrand­o las soluciones a los problemas y están muy entonados por el tercer puesto de Sergio Pérez en la carrera de Azerbaijan.

Confiemos, entonces, que sigamos asistiendo a competenci­as interesant­es y podamos tener un campeonato que no se defina hasta el final.

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El campeonato arrancó con buena paridad entre los equipos. Esta temporada también se están destacando los pilotos de los equipos chicos.
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