HOND FIT 1.5 EXL
Ahora proveniente de Brasil, el restyling de la tercera generación ofrece de serie control de estabilidad y seis airbags, pero el motor tiene menos potencia.
TEST. Ahora llega desde Brasil, con las mismas virtudes de versatilidad, pero el motor es menos potente.
Perteneciente al selecto grupo de los compactos modernos, a través de su historia este pequeño monovolumen siempre se caracterizó por ser uno de los modelos más buscados por el público. La fórmula que lo llevó al éxito se basa en un notable espacio interior para un vehículo compacto, al que se sumaba una apreciable agilidad de conducción y el respaldo de una marca que supo ganar la reputación en la confiabilidad de sus vehículos.
Sin apartarse de aquellos atributos, el Fit fue ganando en tecnología y en equipamiento de seguridad, aunque su valor también se fue diferenciando de la competencia, hasta colo- carse entre los más caros de su segmento.
Además de dejar de venir de México, el Fit de tercera generación viene con cambios estéticos que se aprecian principalmente en la trompa, ya que luce una nueva parrilla cromada y renovados paragolpes y faros, estos últimos ahora completamente con tecnología led. También estrena un nuevo diseño en sus llantas de 16 pulgadas, mientras que adentro, entre las pocas diferencias, se advierte una pantalla táctil de otro tipo.
Más con menos
Con una calidad que no parece haber sentido el cambio de origen, la modificación más impor-
tante llega del lado de la mecánica, más precisamente del motor, ya que ahora también proviene de Brasil. Resigna así la moderna tecnología de inyección directa, por la indirecta, la más común y utilizada en su segmento. De este modo, la potencia se redujo en diez caballos ‒de 132 a 120 CV-, mientras que el torque pasó de los 15,8 a los 14,8 kgm. No obstante ello, la sociedad con la caja automática CVT redunda en una velocidad máxima de 182,5 km/h (el anterior, 181,6 km/h), pero la aceleración de 0 a 100 km/h es de 9,7 segundos, contra los 9,5 que conseguimos con su antecesor.
Heredado del City, este propulsor (que ya tiene unos buenos años a cuestas) se nota un tanto vueltero si se quiere llevar al Fit un poco más que con agilidad; con un valor de 10,5 kilómetros por litro, el rendimiento en ciudad se establece como un parámetro razonable; incluso mejora la marca anterior, que era considerablemente elevada: 8,6 km/l. En ruta, los valores obtenidos fueron de 18.3 km/l para los 90 km/h, y 14,1 para los 120 km/h. Opacando un poco estos buenos resultados, aparece un tanque de combustible de apenas 40 litros de capacidad, con el que se ve afectada la autonomía.
Con un modo sport y levas en el volante, la caja de variador continuo, con siete marchas virtuales, se desenvuelve de manera casi imperceptible cuando se lo lleva tranquilamente; pero