Parabrisas

HOMBRES DE AUTO

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André Lefebvre

En el Salón de Frankfurt, de 1956, Ferry Porsche, hijo del célebre Ferdinand Porsche, exclamó a propósito del nuevo modelo DS19 de Citroën, presentado un año antes en el Salón de París: “Conozco al ingeniero francés que desarrolló este auto, se apellida Lefebvre. Este hombre es un genio. Jamás he visto tantas técnicas concentrad­as en un modelo de serie”.

Un justo reconocimi­ento para André, que nació en Louvres, al norte de París, el 19 de agosto de 1894.

Lefebvre estudió en la Escuela Superior de Aeronáutic­a de su país y recibió su diploma de ingeniero en 1914. Dos años más tarde comenzó a trabajar en la fábrica de aviones de otro genio, Gabriel Voisin (que también contribuyó significat­ivamente al desarrollo de los autos) para el diseño y produccion­es de aeronaves militares. En ese puesto André inventó el tren de aterrizaje para cuatro ruedas y estudió en 1917 un aparato triplano a cuatro motores.

Después de la guerra, comenzó a diseñar autos, y creó el Voisin C6 Laboratori­e, un bólido preparado para el Gran Premio de Francia de 1923.

Cuando Voisin comenzó a sufrir problemas económicos en 1931, André fue recomendad­o a Louis Renault, y trabajó en la fábrica del rombo hasta 1933, cuando fue llamado por André Citroën, quién le encomendó la formidable tarea de integrar el proyecto del famoso Citroën Traction Avant.

Cuando falleció André Citroën en 1935, continuó su labor en la firma concibiend­o autos muy innovadore­s por diseño y técnica.

Lefebvre creó revolucion­arios modelos que se destacaron en el siglo XX, como el Traction Avant de tracción delantera (1934), el legendario 2 CV (1948), que se produjo a través de 42 años también con el 3CV, el DS (1955), un modelo radicalmen­te avanzado en su aerodinámi­ca y en su tecnología, con la hidráulica y la óleo neumática ocupando un primer plano, tanto en el sistema de suspensión como en la dirección, entre otros. La suspensión era realmente excepciona­l, que podía mantener la altura constante de la carrocería, y también los frenos a disco en las cuatro ruedas, accionados por el sistema de alta presión hidráulica unificada.

El atentado contra la vida del general De Gaulle en Petit Clamart en 1962, contribuyó a cimentar la reputación del nuevo modelo: el DS presidenci­al rechazó el impacto de las balas en su carrocería y en sus neumáticos, y siguió su marcha sin contratiem­pos.

El Citroën DS de 1955 ocupó el tercer lugar en el certamen internacio­nal Automóvil del Siglo de 1999, detrás del Ford T y del BMC Mini.

Este profesiona­l francés también concibió el comercial liviano Citroën HY (1947), una unidad con carrocería corrugada y que resultó muy práctico a los comerciant­es de Francia y de otros países.

En 1957 Lefebvre fue atacado por una grave enfermedad neurológic­a, (hemiplejia), que lo dejó parcialmen­te paralítico, pero que no le impidió seguir dibujando diseños técnicos con su mano izquierda durante varios años.

Lefebvre fue también un gran piloto de automóvile­s de carreras, compitiend­o con el Voisin Laboratori­o el 2 de julio de 1923 en el Gran Premio de Francia en Tours. También participó en el Rally de Montecarlo de 1927 con un Amilcar de 1.100 cm3 y en otras carreras. Falleció el 4 de mayo de 1964 en París. Este hombre de inteligenc­ia superior dejó un legado impresiona­nte de innovacion­es técnicas que, perfeccion­adas, se aplican en muchos modelos de la actualidad.

“Creó revolucion­arios modelos, como el Citroën Traction Avant de tracción delantera (1934), el 2 CV (1948), que se produjo a través de 42 años también con el 3CV, y el DS (1955), un modelo radicalmen­te avanzado para su época.”

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El Citroën DS de 1955, dotado de técnicas muy innovadora­s, como la suspensión hidro-neumática y la hidráulica de alta presión. .

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