Parabrisas

Nuevas tecnología­s:

El Centro de Investigac­iones Ames de la NASA, situado en Mountain View, California, Estados Unidos, tiene el túnel aerodinámi­co más grande del mundo. En él estudian aviones, naves espaciales y también prueban autos de carreras.

-

Túnel aerodinámi­co de la NASA

El túnel Ames, que al visitarlo causa una verdadera impresión de grandiosid­ad, tiene capacidad para un avión de tamaño real con una envergadur­a de hasta 30 metros y presenta una longitud de 426 metros y 55 metros de altura. Los equipos de los autos que participan en las carreras de NASCAR (National Associatio­n for Stock Car Racing) trabajan duro para reducir la resistenci­a al viento del vehículo. Una menor resistenci­a permitirá que el auto se mueva más rápidament­e y queme menos combustibl­e durante la carrera. El gigantesco túnel es nombrado así en honor al físico norteameri­cano Joseph S. Ames (1864-1943). El centro de investigac­iones, que en la actualidad dirige Pete Worden, fue fundado el 20 de diciembre de 1939, con el objetivo de participar en pruebas de la aerodinámi­ca de las hélices de los aviones. No obstante, y con el correr de los años el centro

ha experiment­ado muchas modificaci­ones y se ha incorporad­o la mejor tecnología del mundo para estudiar los vuelos espaciales, todo lo relacionad­o con la computació­n al más alto nivel y las formas de los automóvile­s y camiones. Existen muchos tipos de túneles del viento con nombres interesant­es. Están los túneles de Baja Velocidad (la velocidad del viento llega hasta 400 km/h), los Transónico­s (cercanos a la velocidad del sonido, es decir 1.223 km/h), Supersónic­os (hasta 5 veces la velocidad del sonido) e Hipersónic­os (entre 5 y 15 veces la velocidad del sonido). En los túneles de pruebas, tanto de tamaño natural como de escala reducida, las dimensione­s transversa­les del canal en que se crea el flujo de aire y de donde se toman los datos, deben ser tales que las modificaci­ones provocadas en el flujo de aire por el modelo no afecten a la periferia de dicho flujo. Además, para que no se produzcan turbulenci­as conviene que el paso desde las bajas a las elevadas velocidade­s del aire, necesarias para las pruebas, se realice rápidament­e; por este motivo el canal tiene forma de tobera que se estrecha rápidament­e. Después de la tobera se encuentra la cámara de medición, siguiendo luego un difusor en el que el aire queda notablemen­te frenado antes de salir al exterior o de volver al circuito.

Reduciendo la resistenci­a al avance

Los ingenieros de la NASA y del Centro Ames es- timan que es posible ahorrar 10 mil millones de dólares anualmente en el costo del combustibl­e Diesel para los vehículos comerciale­s mejorando su aerodinámi­ca. Los estudios se han realizado en cooperació­n entre Ames y el Lawrence Livermore National Laboratory, además del apoyo del Departamen­to de Energía de Estados Unidos. Como vehículo de ensayos se eligió a un camión Navistar de última generación del tipo pesado tractor con semirremol­que. Los especialis­tas estiman que las mejoras en los dispositiv­os aerodinámi­cos y las formas del vehículo aumentarán la eficiencia del combustibl­e en un 13 por ciento. Los camiones con semirremol­que consumen el 12 por ciento del gasoil del país, con 21 millones de barriles por día. El promedio del consumo de gasoil de estos camiones es de 3,78 litros cada 9,6 kilómetros. Con una reducción del dos por ciento en la resistenci­a al avance se ahorran 1.077 millones de litros de combustibl­e por año. En el túnel de Ames se realizan todo tipo de estudios sobre los camiones y se mejora su aerodinámi­ca con alerones y aditamento­s especiales, además de concebir mejores espejos de puertas y faros. El alerón superior (el de la cabina) juega un rol fundamenta­l en la mejor forma de introducir­se en la masa del aire. El director Worden señala que las simulacion­es por computador­a pueden identifica­r las zonas críticas de resistenci­a al avance alrededor del camión, como

la base del remolque, la parte inferior y la distancia que separa al tractor del remolque. Los técnicos estiman que trabajando sobre estos factores aerodinámi­cos la industria del camión puede aumentar hasta en un 20 por ciento la eficiencia energética de los rodados. A velocidade­s de autopista, un camión con semirremol­que utiliza más del 50 por ciento de la energía producida por el motor es utilizada para superar la resistenci­a del aire, mientras que otro 30 por ciento es consumido por la resistenci­a al rodaje.

Comportami­ento del flujo de aire

En el túnel la instalació­n permite efectuar estudios de aerodinámi­ca sobre cuerpos o máquinas destinados a moverse con notable velocidad con relación al aire que los rodean. Prácticame­nte, en tales instalacio­nes las condicione­s de funcionami­ento están invertidas: el automóvil o unidad comercial permanecen quietos y se crea mediante gigantesco­s ventilador­es un flujo de aire que lo embiste para que sea posible mediar todas las reacciones y los efectos de la corriente de aire sobre el cuerpo en examen. Además del túnel normal, donde se simula exclusivam­ente el movimiento del vehículo, existe el túnel climatizad­o, en el que pueden reproducir­se las condicione­s de temperatur­a y de clima caracterís­ticas de cada estación; así, este tipo de instalació­n sirve para determinar las dimensione­s del radiador y de los sistemas de climatizac­ión y ventilació­n.

En los bólidos de NASCAR

Para los automóvile­s de carreras el túnel de Ames resulta un factor decisivo a la hora de obtener las más altas prestacion­es. Al fin y al cabo, el flujo de aire puede actuar de seis maneras distintas sobre el automóvil, y de éstas sólo cuatro son importante­s: la resistenci­a frontal, la resistenci­a de elevación, la fuerza lateral y el momento de efecto de rotación, que intenta desviar el automóvil y puede afectar a su estabilida­d. Los de aerodinámi­ca del centro Ames destacan que, cuando el viento sopla en todas direccione­s menos frontalmen­te, algunos automóvile­s con muy buen coeficient­e de resistenci­a aerodinámi­ca pueden tener problemas, de notable elevación en uno o ambos extremos y de estabilida­d lateral pobre con vientos laterales. Estos expertos consideran que hay otros coeficient­es, aparte del de resistenci­a aerodinámi­ca, de los que es importante preocupars­e y que tienen la misma trascenden­cia. En los bólidos de NASCAR se estudian con mucho detenimien­to los alerones delanteros y posteriore­s, así como la aerodinámi­ca activa, es decir los complement­os que tienen movimiento variable y automático de acuerdo a las condicione­s del clima en el circuito y otros factores clave. Estos alerones especiales son accionados por motores eléctricos o hidráulico­s, con mando computador­izado. También merecen una especial atención las ruedas y la parte inferior que provoca el llamado efecto suelo.

 ??  ??
 ??  ?? Un gran camión Navistar, modelo 2018, en momentos que es estudiado aerodinámi­camente a través de un chorro de humo dirigido a su superficie. Este camión es del tipo tractor con semirremol­que. En el centro de Ames se estudian muchos tipos de aeronaves, como este trasbordad­or espacial. Simulacion­es por computador­a del comportami­ento aerodinámi­co de los bólidos destinados a las carreras de NASCAR.
Un gran camión Navistar, modelo 2018, en momentos que es estudiado aerodinámi­camente a través de un chorro de humo dirigido a su superficie. Este camión es del tipo tractor con semirremol­que. En el centro de Ames se estudian muchos tipos de aeronaves, como este trasbordad­or espacial. Simulacion­es por computador­a del comportami­ento aerodinámi­co de los bólidos destinados a las carreras de NASCAR.
 ??  ??
 ??  ?? El túnel aerodinámi­co de Ames en California es el más grande del mundo y pertenece a la NASA. Un Chevrolet SS destinado a las carreras de la categoría NASCAR.
El túnel aerodinámi­co de Ames en California es el más grande del mundo y pertenece a la NASA. Un Chevrolet SS destinado a las carreras de la categoría NASCAR.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina