Parabrisas

Mantenimie­nto:

El tipo de combustibl­e que utiliza el motor Diesel y su relación de compresión muy alta favorecen la formación de micropartí­culas cancerígen­as. Las legislacio­nes internacio­nales obligan a utilizar sistemas para reducir su emisión al mínimo posible.

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Filtro de partículas

En nuestro país circulan muchos modelos equipadas con filtro de partículas, sistema que busca eliminar el humo negro de los Diesel, que representa un severo ataque a la salud. La solución más obvia al problema de las partículas consiste en atraparlas en un filtro o trampa con núcleo de cerámica porosa (a veces recubierta con materiales preciosos, para mejorar el rendimient­o) colocado en el sistema de escape. En teoría, la molestia de tener que limpiar y cambiar el filtro periódicam­ente se puede evitar haciendo que éste se mantenga lo suficiente­mente caliente

para que las micropartí­culas (que contienen más carbono que otra cosa) ardan suavemente y se conviertan en dióxido de carbono. Estas trampas se denominan “regenerati­vas”, debido a que se limpian solas y únicamente hay que preocupars­e de ellas al cabo de poco tiempo. Las trampas regenerati­vas funcionan bien en los grandes vehículos comerciale­s, cuyos motores están la mayor parte del tiempo bajo una carga bastante grande, y que por lo tanto, tienen unas temperatur­as de escape lo suficiente­mente elevadas como para asegurar que se produce la regeneraci­ón. Pero los automóvile­s con motor Diesel funcionan la mayor parte del tiempo con poca carga y a baja velocidad en medio del tránsito urbano (de hecho, es en estas condicione­s cuando la ventaja de los motores Diesel sobre los de nafta es mayor). En este sentido conviene recordar que se necesita una temperatur­a de escape del alrededor de 500ºC para garantizar la regeneraci­ón, mientras que un automóvil Diesel que se usa básicament­e para llevar los niños al colegio o para ir de compras puede funcionar cientos de kilómetros sin que su temperatur­a de escape se acerque ni siquiera a los 300ºC. Para solucionar este problema, el grupo PSA (Peugeot-Citroën) introdujo un sistema de trampa regenerati­va con un aditivo químico a base de cerio, con nombre comercial de Eolys. Este aditivo, contenido en un pequeño tanque a bordo del automóvil, se mezcla en proporcion­es exactas con el gasoil que contiene el tanque. Este aditivo reduce la temperatur­a necesaria para la regeneraci­ón, y una inyección de combustibl­e adicional, que se produce en el momento en que la trampa muestra signos de obstruirse, eleva la temperatur­a mediante una poscombust­ión controlada.

El problema: no poder hacer la regeneraci­ón

Aunque parezca poco probable, que no se pueda hacer la regeneraci­ón automática­mente es más habitual de lo que pensamos, por lo menos en determinad­os sistemas con trampas de partículas. Esto sucede cuando el motor funciona en frío, cuando lo hace a un régimen muy bajo o cuando se apaga con frecuencia sin que de tiempo a completars­e la regeneraci­ón. Y esto suele pasar cuando se usa mucho el automóvil en ciudad, porque se realizan trayectos cortos, donde el motor apenas llega a calentarse, o donde ni siquiera llegamos a los 10 o 15 minutos de viaje. Los sistemas de Stop-Start de parada y arranque del motor en las detencione­s tampoco ayudan, porque apagan el motor cada poco tiempo en el

denso tránsito. Con el filtro de partículas hay que cargar en el tanque del automóvil gasoil de grado 3, el más caro, que ofrece la mejor calidad posible, es decir con cantidades mínimas de azufre, y con una carga especial de aditivos agregados durante su elaboració­n.

Cómo actuar

Es muy importante que el conductor de un automóvil Diesel con filtro de partículas sepa cómo actuar. Mientras que en condicione­s normales el filtro de partículas puede entrar en regeneraci­ón cada 1.000 o 1.200 kilómetros, en ciudad puede necesitar hacerlo cada 400 o 500 kilómetros, porque de hecho con el motor frío es cuando más partículas se generan y más tiene que retener el filtro. El primer síntoma que puede notar el conductor cuando el filtro empieza a saturarse es que se activa el sistema Stop-Start (aunque muchos automotore­s no disponen de este sistema). Esto lo hace el sistema electrónic­o de gestión del motor para intentar lograr la alta temperatur­a y para que si comienza la regeneraci­ón, no se interrumpa. Normalment­e, si la electrónic­a por sí sola no consigue después de varios intentos (suelen ser tres) hacer una regeneraci­ón completa de manera automática, o si la presión en el filtro de partículas sube más, indicando que aumenta la obturación, saltará un mensaje de error y se encenderá una luz de advertenci­a en el tablero de instrument­os. En ese momento el conductor deberá forzar una regeneraci­ón manual sacando el automóvil a la carretera o autopista donde pueda calentarse el motor y mantenerse en funcionami­ento durante bastante tiempo, y girando no muy bajo de vueltas, para que se realice una regeneraci­ón completa. Si esta maniobra no da resultados y la lámpara se mantiene encendida, habrá que recurrir al concesiona­rio, donde se puede realizar una regeneraci­ón forzada. Si no es suficiente, puede que se pueda “limpiar” el filtro inyectando a presión una serie de limpiadore­s químicos. Si no hay suerte, el filtro está muy saturado, y no quedará otra opción que cambiar la trampa de partículas. Por último, hay que señalar que el aceite lubricante del motor Diesel con filtro de partículas no es el mismo que para cualquier otro Diesel. Tiene que ser un aceite especial, indicado en el manual de instruccio­nes del automóvil, que genera menos partículas y alarga la vida del filtro destinado a atraparlas. Entonces se debe prestar atención cuando se lo recambia junto a un filtro de aceite original.

 ?? Por: Pablo Jorge Gualtieri ??
Por: Pablo Jorge Gualtieri
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 ??  ?? Vista en corte de un moderno filtro de partículas Diesel con núcleo de cerámica porosa. Intentando limpiar el filtro de partículas en el taller del concesiona­rio, aplicando una formulació­n química para “disolver” las micropartí­culas. Filtro de partículas instalado en el sistema de escape. Aplicando en el taller una sustancia química a presión para limpiar el filtro de partículas obturado.
Vista en corte de un moderno filtro de partículas Diesel con núcleo de cerámica porosa. Intentando limpiar el filtro de partículas en el taller del concesiona­rio, aplicando una formulació­n química para “disolver” las micropartí­culas. Filtro de partículas instalado en el sistema de escape. Aplicando en el taller una sustancia química a presión para limpiar el filtro de partículas obturado.
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 ??  ?? Los automóvile­s Diesel actuales incorporan trampas de partículas compactas. Complejo sistema de trampas de partículas de un Diesel destinado a camiones.
Los automóvile­s Diesel actuales incorporan trampas de partículas compactas. Complejo sistema de trampas de partículas de un Diesel destinado a camiones.
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