Siempre hay una quinta vez
Ante una temporada de Fórmula 1 casi definida, Lewis Hamilton hizo todo bien para coronarse quíntuple campeón, contando con una gran ayudita de Sebastian Vettel, quien no está pasando por su mejor momento deportivo.
Coincidiendo con el cierre de esta edición de Parabrisas, se disputó el Gran Premio de Austin en los Estados Unidos, quedando prácticamente definido el resultado del campeonato de la presente temporada.
Aunque matemáticamente existían posibilidades, era evidente que Lewis Hamilton conseguiría finalmente su quinto título en la categoría. Es que, por encima de las posibilidades aritméticas, quedaba la evidencia del inglés imponiéndose nuevamente a Sebastian Vettel en la lucha por esa posibilidad, ya que ambos tuvieron durante todo el año la oportunidad de coronarse por quinta vez e igualar al gran Juan Manuel Fangio. Y realmente, Hamilton mostró una notable superioridad sobre el alemán durante todo el torneo, especialmente en la segunda mitad. Pero también es cierto que ha consolidado su rendimiento de manera notable durante las últimas dos temporadas.
Los títulos que consiguió en 2014 y 2015 fueron mucho menos destacados, porque los logró en base a un rendimiento excepcional que tuvieron los autos del equipo Mercedes desde el comienzo del nuevo reglamento técnico, que instauró las “unidades de potencia” híbridas en la categoría, y les permitía ser notablemente superiores a todo el resto del parque.
El auto a favor
Fueron dos temporadas donde el único competidor serio fue su compañero de equipo, Nico Rosberg, con el cual tuvo varias disputas importantes, pero al que finalmente terminó superando.
No se pueden dejar de mencionar varios errores cometidos y algunas carreras con bajo rendimiento que no fueron determinantes para el resultado de los campeonatos por la gran superioridad mecánica que disfrutaban con respecto a los rivales de otras marcas.
Ya en el 2016, además de algunas fallas mecánicas en su vehículo, Hamilton tuvo competencias en las que no pudo lograr un buen rendimiento personal, y esto llevó a que finalmente Rosberg pudiera coronarse campeón y lo desplazara al segundo lugar.
Por todos estos motivos, esos dos campeonatos conseguidos en tres temporadas no tuvieron el brillo personal que los dejara como importantes en el recuerdo de los aficionados.
Otro Hamilton
Desde el inicio del campeonato 2017, el inglés apareció con todo. Tal vez por sentirse más tranquilo en el equipo, al recibir en último momento un compañero nuevo ante el sorpresivo retiro de Nico Rosberg. Era previsible, entonces, que Valteri Bottas no le presentaría problemas de competencias internas, ya que estaba muy feliz de haber podido ingresar a Mercedes. Y tal vez, también motivado porque por primera vez desde la implementación de este reglamento se presentaba algún rival serio de otra escudería, como fue el equipo Ferrari, que, ya desde las pruebas de pretemporada, comenzaba a mostrar un rendimiento competitivo en sus vehículos.
Entonces, Hamilton se dedicó a correr por el campeonato desde la primera competencia, tratando de obtener lo mejor en cada oportunidad. Cuando podía ganar, en general lo lograba, y cuando no, intentó conducir sin errores para llegar en el mejor puesto posible, y sumar valiosos puntos. Así, fue manteniendo sus chances hasta que el error cometido por Vettel en Singapore alteró el funcionamiento de Ferrari y se le facilitó el camino al título, gracias a una holgada ventaja.
En la cima
Esta temporada 2018 lo ha mostrado realmente en su pico de rendimiento. Hamilton
transmitió siempre la sensación de tener ese “algo más” que aporta el piloto, tanto en clasificación como en carrera, y además con la consistencia que le permitió conseguir buenos resultados aún cuando su vehículo parecía no tener el ritmo de la Ferrari.
Especialmente al comienzo del año, la escuadra italiana mostró un rendimiento en pista llamativo, que se mostraba superior al Mercedes, al punto de que Vettel comenzó ganando las dos primeras competencias. Y en la tercera también estaba ganando con holgura, hasta que una situación de carrera y la genialidad del equipo Red Bull en su estrategia de boxes permitió que Daniel Ricciardo consiguiera la victoria.
Luego se corrió Azerbaijan y, ante un increíble error de Vettel cuando parecía tener la carrera ganada, Hamilton se llevó el triunfo en una carrera en la que hasta cerca del final ni siquiera llegaba al podio.
Así se fueron alternando las carreras de la primera mitad de la temporada, donde además, en los circuitos más