BMW G 310 GS
Una moto liviana y ágil que comparte plataforma con su hermana naked G 310 R. Adaptada para ofrecer un comportamiento polivalente tanto en ciudad y ruta como en incursiones off-road. Una GS con todas las letras.
La menor de las GS es una auténtica trail. Con la versatilidad como argumento más sólido, se presenta como una moto liviana y ágil para afrontar el tránsito urbano, ofreciendo una robustez más que suficiente para bajar del asfalto y afrontar caminos de tierra. Por estas cualidades, la G 310 GS abre un nuevo mundo de experiencias en su segmento.
Con el guardabarros delantero característico de la saga, la llamativa flyline y la parte trasera corta y elevada, luce una imagen bien a tono con las GS de mayor cilindrada. Compacta, con una distancia entre ejes reducida, rueda delantera de 19 pulgadas y suspensión de largo recorrido ofrece una posición de manejo erguida, ideal para exprimir a fondo sus cualidades.
Ideal
Las aletas laterales, el pico, los ángulos del depósito de combustible, los anclajes del grupo óptico y hasta la parrilla trasera se inspiran en lo que podría ser un híbrido entre las F 800 GS y R 1200 GS, pero a escala. Es una GS mire por donde se mire. La ergonomía, claro, es perfecta tanto para una conducción relajada como más divertida. Se maneja en una posición muy natural, que permite pilotar sin preocupaciones también en incursiones off-road y caminos de grava. Como es propio de la marca, todos los conmutadores y comandos son sencillos y muy intuitivos de accionar.
El diseño del triángulo ergonómico formado por el manillar, los apoyapiés y el asiento asegura un control perfecto. A velocidad elevada, el parabrisas de serie protege la parte superior del cuerpo de la fuerza del aire y mantiene uniforme el caudal del viento en el casco. El acompañante dispone de apoyapiés traseros montados en brazos de acero tubulares. La altura moderada del asiento, de 835 mm, y la escasa longitud del arco de paso hacen que casi cualquier talla de piloto se sienta cómodo a sus mandos.
La G 310 GS tiene un cuadro de instrumentos con una pantalla que ofrece una legibilidad excelente y mucha información. La pantalla indica el régimen del motor, la velocidad, la marcha engranada, el kilometraje total, la temperatura del motor, el combustible que queda en el depósito, la autonomía, el consumo medio, la velocidad media y la hora. Completísimo.
Al igual que el resto de la familia GS, esta pequeña cuenta con una parrilla portaequipaje ‒de serie‒ de alta calidad. Incluso, como base estable para un topcase o bultos más voluminosos, amplía notablemente el carácter práctico y la versatilidad de la G 310 GS durante el uso diario.
Combo
El componente central de la pequeña trail
alemana es el motor monocilíndrico de 313 cm3, refrigeración líquida, con cuatro válvulas y dos árboles de levas a la cabeza e inyección electrónica. Sí, el mismo que utiliza su “gemela” naked (la G 310 R). Una de las principales característica de esta mecánica es que el cilindro está inclinado hacia atrás, con la tapa girada 180 grados, o sea, la admisión tiene lugar por delante, lo que permite una entrada de aire más directa, y la salida por detrás, lo que posibilita que el conjunto sea sumamente compacto.
Con una potencia de 34 CV a 9.500 rpm y un par máximo de 2,9 kgm a 7.500 rpm, este motor es perfecto para una conducción dinámica, con lo que también contribuye el reducido peso en vacío del conjunto (escasos 169,5 kg). La transmisión, por su parte, actúa por medio de un embrague multidisco en baño de aceite y de una caja de cambios de 6 velocidades. La transmisión secundaria que acciona la rueda trasera es una cadena con juntas tóricas.
La G 310 GS utiliza un chasis tubular con una sección trasera atornillada que combina rigidez torsional con calidad y solidez. Se consigue así una rigidez bien equilibrada que es el fundamento de la excelente estabilidad de marcha y la precisión de la respuesta de la dirección. Por ende, a la hora de enlazar curvas se comporta con notable eficacia. La suspensión delantera, en tanto, se confía a una horquilla invertida mientras que la trasera se apoya en un basculante de aluminio combinado con un amortiguador montado directamente. Ambos trenes de rodaje se benefician con unos más que bienvenidos 180 mm de recorrido, sobre todo para afrontar caminos de tierra. Como todas las motos de BMW, está bien equipada en materia de seguridad. De esta manera, combina un sistema de frenos de alto rendimiento con un ABS de dos canales que logra una desaceleración eficiente y distancias de frenado bastante cortas. Fuera del asfalto, el ABS de la nueva G 310 GS se desactiva pulsando un botón para que el piloto tenga el control de la situación.
El éxito de las trail alemanas durante el transcurso de las décadas hizo que sean motos deseadas en todo el mundo. Por eso BMW quiso, con la G 310 GS, desarrollar un producto que reúna las características y la historia de sus hermanas mayores, pero destinado a un público más joven, menos experimentado o simplemente a quienes quieren tener una auténtica GS, pero su presupuesto es limitado. ○