Frenos antibloqueo ABS
Este sistema, obligatorio en todos los modelos cero kilómetro que se venden en nuestro país desde 2014, es fundamental para aumentar la seguridad de circulación.
FRENOS ANTIBLOQUEO ABS
Cuando en una situación de peligro el conductor pisa con excesiva fuerza el pedal del sistema de frenos convencional de su automóvil, se pueden bloquear las ruedas, en especial cuando hay poca adherencia de los neumáticos al pavimento. Esto significa: pérdida de la estabilidad de marcha y derrape del vehículo; pérdida de maniobrabilidad; aumenta el recorrido de frenado; se destruyen los neumáticos, el riesgo de accidente es muy elevado. Pero si el automóvil posee sistema de frenos antibloqueo ABS, se regula la presión aplicada sobre los distintos cilindros de rueda a través del circuito de frenos hidráulicos de acuerdo con la aceleración o la reducción de la velocidad de la rueda. El ABS sólo se ha podido realizar utilizando un control electrónico con chips de alta integración. Gracias al ABS se impide el bloqueo de las ruedas y algo muy importante: se puede frenar a fondo y doblar al mismo tiempo. De este modo se obtiene un control mucho más eficaz de la dinámica del automóvil. Básicamente, el ABS consta de los siguientes componentes: detectores de velocidad de las ruedas; unidad electrónica de control; conjunto electro-hidráulico que modula la presión que se envía a los cilindros de cada rueda; elementos auxiliares, como la lámpara del ABS situada en el tablero de instrumentos. En el caso del frenado con ABS, si la fuerza ejercida por el pedal del freno se mantiene constante el sistema influye automáticamente en la presión de frenado evitando el bloqueo de las ruedas. El proceso es como sigue: mantener la presión, reducirla o aumentarla: 1) Si un detector de velocidad de rotación comunica a la unidad de control retraso
notable en el giro de la rueda, es decir, si hay tendencia al bloqueo, en principio la presión de frenado sobre esta rueda deja de aumentar, es decir, se mantiene en el valor que había alcanzado; 2) Si el giro de una rueda sigue retrasándose, la presión en el cilindro de rueda se reduce, con lo que el frenado de ésta pierde intensidad; 3). El giro de la rueda se acelera al reducirse la presión de frenado. Cuando se alcanza un determinado valor límite, la unidad de control detecta que la rueda está insuficientemente frenada, con lo que se incrementa la presión que se había reducido, se retrasa de nuevo el giro de la rueda y empieza de nuevo el giro de la rueda y da comienzo un nuevo ciclo de regulación. Según las características de la calzada, se desarrollan de 4 a 10 ciclos de regulación por segundo. En síntesis, los ABS trabajan provocando un bombeo automático y dosificado de los frenos, tan bien como lo hacen los pilotos de carreras. El conjunto electro-hidráulico, el “corazón” de todo ABS, consta de válvulas electromagnéticas, una cámara acumuladora para cada circuito de frenos, y bomba eléctrica de retroalimentación. La conexión de las citadas válvulas las realiza la unidad de control, ahora incorporada al mismo conjunto. Ahora también se integra la función del control de la estabilidad y control de la tracción. Los elementos que registran la velocidad de las ruedas son detectores inductivos, y se aplican en las mismas ruedas o en el diferencial, según sea la marca y modelo de automóvil. Las piezas giratorias llevan instaladas coronas que proporcionan los impulsos necesarios para registrar la correspondiente velocidad de rotación.