Principiantes
Son fundamentales para los motores de altos valores de potencia. El proceso de forjado aumenta la dureza y resistencia de la pieza en cuestión.
Pistones forjados
Cuando deseamos extraer una considerable cantidad de caballos extra del motor, una de las tareas prioritarias consiste en cambiar los pistones originales fundidos por otros forjados, mucho más resistentes a las solicitaciones térmicas y mecánicas magnificadas con el aumento de la potencia y el par. Indispensables en los motores turbo y con equipos Nitro. El doctor ingeniero Ernst Mahle, un reconocido especialista alemán cuyos productos llevan su nombre, define al pistón de la siguiente forma: “Es una pieza de metal absolutamente necesaria para el funcionamiento de un motor, pero también está preparada para prevenir que los ingenieros sean muy confiados”. Con esta frase, Mahle quiso dejar en claro acerca de los grandes desafíos que presentan los pistones a los diseñadores, y que éstos no deben dejar librados a su fantasía los aspectos fundamentales de “hermanar” los pistones con el motor en el cual van a trabajar, sino que se tienen que limitar a fórmulas estrictas de ingeniería. En los motores preparados, y especialmente los que reciben un equipo Nitro (inyección de óxido nitroso), capaz de sumar de 50 CV (el más pequeño) a 300 CV a la potencia original del motor, los pistones forjados son absolutamente indispensables. Pero, atención con el Nitro, porque por más que tengamos pistones forjados y otras piezas reforzadas hay un límite para la mezcla de óxido nitroso y nafta, a partir del cual el motor literalmente explota. Normalmente, los sistemas Nitro suministran 50, 75, 100 CV extra o más en forma prácticamente instantánea al toque de un interruptor. Los “efectos” Nitro son particularmente sensibles en los motores turbocomprimidos, que de fábrica ya vienen con pistones forjados. Recordemos que, en metalurgia, se define a la forja como al trabajo de los metales incandescentes, especialmente hierro y acero, pero también aluminio y otros, con el fin de convertir los lingotes en piezas brutas de forma apropiada (en este caso, pistones) para ser labrados con máquinas herramienta o en forma manual. El forjado “comprime” el metal aumentando su dureza y su resistencia. Los pistones forjados de aluminio deben reemplazar entonces a los convencionales fundidos en todo motor que se modifique para obtener una ganancia apreciable en el rendimiento. Ahora bien, hay muchas clases de pistones forjados, así como aleaciones especiales en su estructura. El pistón transmite su movimiento a la biela a través de su eje, llamado perno de pistón, otra pieza muy importante, y contiene en sus ranuras a los anillos, denominados aros de pistón, que controlan la compresión y el rascado del aceite de las paredes de los cilindros. (Aros de compresión y aros rasca-aceite). El perno de pistón se mueve sobre el cojinete del pie de biela y suele estar retenido lateralmente por anillos Seeger. Sólo con los pistones forjados se pueden resistir las grandes “torturas” a las que son sometidos los motores potenciados, es decir altísimas temperaturas y presiones.