38 CITROËN C4 CACTUS RIP CURL
Edición especial del SUV fabricado en Brasil con colaboración de la conocida marca de indumentaria y accesorios para deportes náuticos.
En cada presentación, publicidad o anuncio del C4 Cactus se deja de manifiesto que estamos ante un SUV. Su carrocería, inicialmente considerada como hatchback, en Europa ganó diversos detalles que lo emparentan con el segmento de moda. Desde que se fabrica en Brasil está asociado a él, con pasos de ruedas enmarcados con apliques negros y considerables barras de techo, además de una buena altura del suelo. Debido a contar con un techo bajo y una carrocería ancha ‒ya que comparte base con el C3 y no con el C4-, el Cactus participa en un segmento muy competitivo y es realmente una propuesta de las más originales. Quizás, debido a su singularidad, sea el Citroën más Citroën de la gama actual de modelos, y eso, en muchos casos, puede o no ser reconocido.
Para apuntalar sus ventas, la marca lanzó durante 2020 la edición limitada C-Series, que ahora se complementa con la nueva edición Rip Curl. Para dejarlo en claro: pocos van a ir a comprar un Cactus Rip Curl por el extra que le propone
esta edición especial en sí, creada junto con la firma especialista en deportes acuáticos. Las ediciones limitadas sirven como una opción de compra a las variantes convencionales, en este caso a la Feel Pack, con el agregado de ciertos detalles que determinan, en muchos casos, un beneficio a favor del cliente. El secreto es que cada uno que entre a un concesionario decidido a comprar un
C4 Cactus vea los extras en una edición especial y ello conlleve el cierre de la operación.
En este caso en particular, el Rip Curl se beneficia con elementos que lo acercan al tope de gama: el más visible es la carrocería bicolor. Las 250 unidades -disponibles tanto con caja manual de cinco marchas como automática de seis- son de color Blanco Banquise en la parte inferior de la carrocería, y Azul Esmeralda en la superior. Se trata de una combinación llamativa, que se complementa con detalles en color negro brillante, como los espejos exteriores, las llantas de aleación de diecisiete pulgadas en negro y las barras de techo, exclusivas hasta ahora de la versión tope de gama Shine.
Sin embargo, nos pareció oportuno probar como se debe, por primera vez, al C4 Cactus con motor 1.6 VTi de 115 CV, la opción más popular y elegida, en este caso con la caja automática.
Economizado
Por fuera, el Rip Curl se muestra tal y como se advierte un Shine,
salvo por las llantas de aleación en tono negro brillante. Pero son otros los puntos que denotan que estamos ante una base más austera; entre ellos, las manijas de puertas en plástico negro (en el Shine son brillantes). El sector frontal mantiene las luces diurnas de led, mientras que el contorno de las luces rompeniebla, al igual que los airbumps, se combinan con el Azul Esmeralda del techo.
En el interior, los cambios son notorios y bajan la percepción general. Podemos destacar la presencia de plásticos de tono predominantemente oscuro, incluyendo piezas de calidad algo pobre. Entre ellas, las manijas de puertas interiores, también en plástico negro, mientras que los parasoles, e incluso algunas terminaciones, quedan por debajo de la media del segmento.
El instrumental es otro de sus puntos críticos: la pantalla digital monocromática no presenta la mejor de las visualizaciones. Si bien es correcto en cuanto a información, no luce moderno, ni tampoco del todo fácil de interpretar. Otro elemento que genera confusión es el sistema multimedia, que opera por completo la climatización, algo no termina de ser lo suficientemente intuitivo.
Para celebrar, en cambio, está la posición de manejo, con amplias regulaciones, y una amplitud interior favorable, más que nada a lo ancho, donde tres pasajeros en el asiento trasero podrán viajar con comodidad. Eso sí: el baúl, con 320 litros, no es de los más espaciosos, y presenta un ancho escaso y una altura no muy generosa. La rueda de auxilio, de una medida diferenciada, es un neumático convencional.
Prestaciones y consumo
El motor EC5 se enciende mediante una llave navaja y no esconde ser un exponente ampliamente conocido dentro del grupo PSA, que en el caso del C4 Cactus está presente
en todos los niveles de inicio de gama, siendo que esta es la configuración más costosa con dicho impulsor.
Su funcionamiento está acorde con su potencia; con la máxima, logra un buen desempeño. En la ciudad, con la transmisión de seis marchas se muestra ágil y bastante acertado, pero en la ruta comienza a penar, más que nada por la lentitud de la transmisión al elegir la marcha adecuada.
En líneas generales, las prestaciones no son criticables para su potencia, e incluso el consumo en ciudad no se advierte demasiado glotón.
Las suspensiones cuentan con un mullido bastante adecuado para la ciudad, donde se muestra sólido y sin trasmitir vibraciones. En la ruta, la dirección resulta un tanto asistida y suave, lo que redunda en movimientos no muy agradables. De todas formas, el chasis, beneficiado por la amplia distancia entre ejes de 2,60 metros, resuelve bien ante situaciones imprevistas.
Por su parte, los frenos mos
traron distancias acordes: con respecto al THP, monta tambores en el eje trasero.
Seguridad y dotación
En materia de seguridad, el C4 Cactus Rip Curl dispone de un equipamiento satisfactorio: seis airbags, ESP, detector de subinflado de neumáticos, anclajes ISOFIX, luces rompeniebla delanteras y asistente al arranque en pendiente. Pierde, con respecto al Shine THP, las ayudas a la conducción (frenado autónomo de emergencia, alertas de cambio de carril y de falta de atención del conductor), y el sistema Grip Control, que actúa mediante el ESP mejorando la tracción ante diferentes situaciones de conducción y que se ofrece únicamente en el más equipado de la oferta.
En materia de equipamiento de confort, este Rip Curl agrega por sobre el Feel Pack el tapizado de cuero y los cubre-alfombras específicos con el logo de la firma, y dispone de cámara de visión trasera, sistema multimedia con conexiones múltiples, climatizador automático de una vía y control de velocidad crucero, entre otros. En la lista de los faltantes apuntamos la alarma perimetral, el encendido manos libres y el navegador satelital integrado.
En carrera
El C4 Cactus Rip Curl con transmisión manual de cinco velocidades tiene un precio de lista de $ 2.047.100 pesos, y de $ 2.165.000 con la automática de seis velocidades (que manejamos en esta ocasión). Con respecto al Feel Pack con transmisión automática son 95.000 pesos extra, que se pagan por la carrocería bicolor, las barras de techo, el tapizado de símil cuero combinado y los detalles alusivos a la marca.
Si lo comparamos con sus competidores del segmento de SUV compactos, su valor resulta competitivo, pero hay que mencionar que justamente estos valores están al límite del impuesto al lujo, por lo que muchos ya están topeados sobre el límite máximo.
Puesto que cada operación es un mundo y cada comprador sabe qué es lo que busca, el C4 Cactus VTi se posiciona como una alternativa singular, en un segmento en el que cuesta innovar. Para muchos es un vehículo llamativo, y el diseño ‒que bien supo destacar a Citroën a lo largo de su historia‒ es una muy buena fuente para crear nuevos clientes.