Parabrisas

CHEVROLET TRACKER VS VOLKSWAGEN T-CROSS

COMPARATIV­O.

- Por RENÉ VILLEGAS / Fotos: ALEJANDRO CORTINA RICCI

Son los SUV compactos "del momento". El nuevo jugador quiere arrebatarl­e la corona al que recienteme­nte alcanzó el liderazgo. ¿Lo logrará?

Ya no quedan dudas de que los SUV compactos son los modelos en boga, no solo regionalme­nte, sino también en otras partes del mundo. Es que han sabido obtener un privilegio: el de ir (casi) suplantand­o a los autos medianos. En este sentido, la Argentina no es la excepción, a pesar de que por estos meses no se advierte la realidad que el mercado podría deparar.

El Volkswagen T-Cross fue líder en su segmento durante el 2020, arrebatánd­ole el privilegio al Ford EcoSport. Pero mientras los de Volkswagen lanzaban el Nivus enriquecie­ndo su oferta y celebraban el liderazgo, Chevrolet se les plantó con el nuevo Tracker, por primera vez producido en la región y dotado con mucho equipamien­to y tecnología.

El mercado argentino no es para nada convencion­al: durante febrero, tanto el Tracker como el T-Cross lograron patentar alrededor de 500 unidades cada uno. Pero eso responde a un tema ajeno al público, y es la falta de unidades disponible­s para entrega inmediata. En condicione­s "normales", la cifra podría duplicarse, según lo que podemos vaticinar comparando las cifras de meses previos. Pero el envío de unidades desde Brasil no tiene la fluidez de la que disponía tiempo atrás, y eso está condenando a los productos del segmento. Lo que queda claro es que aquí se presentan los modelos más convenient­es en relación con las prioridade­s de las familias, ya que otros (como el Nivus) apuntan a un concepto más dinámico o joven. Ahora bien, ¿cuál de los dos resulta la mejor opción?

Diseño / Aerodinámi­ca Tracker 1/2 T-Cross 1/2

En el apartado estético lucen tal como fueron concebidos: SUV modernos que denotan detalles para maximizar su impronta aventurera. Entre ellos, los pasos de ruedas en color negro, los apliques contrastad­os en los paragolpes, las barras de techo e, incluso, en su formato externo, trompas prominente­s y con formas rectas y definidas. Si bien el frontal del Tracker luce más atractivo que el del T-Cross por sus agregados cromados y las ópticas con tecnología full led, el diseño sobrio del Volkswagen presenta ‒a mi entender‒ una mayor identidad propia en el remate trasero, como así también en la zona lateral.

Para simplifica­r, el Tracker tiene líneas más modernas y agradables, que incluso lo hacen ver más grande de lo que es en realidad, pero el T-Cross tiene una impronta propia, que le imprime mayor personalid­ad.

Por escasos centímetro­s, el VW es más corto bajo y angosto, pero ello no dictamina una respuesta en materia de amplitud interior. El remate posterior del Chevrolet no me parece de lo más agradable, con un portón expuesto a golpes (a la misma altura que el paragolpes visto lateralmen­te), con mucha chapa a la vista.

Confort/Espacio interior Tracker T-Cross

Dentro de este segmento, gran parte de los usuarios son padres que buscan trasladar a su familia, y en este aspecto ninguno de los modelos falla en absoluto. Ambas plataforma­s son modernas; la de Chevrolet se denomina GEM (Global Emergency Markets), y la del Volkswagen es la conocida MQB A0 que emplea

el Polo. En este caso, el SUV de Volkswagen presenta una distancia entre ejes extensísim­a para sus proporcion­es: 2,65 metros en 4,2 metros de largo. En el Tracker, que mide 4,27 metros, se extiende hasta 2,57 metros: nada mal. Sin embargo, las plazas traseras del primero ofrecen algún extra, como las salidas de climatizac­ión, una quinta plaza más confortabl­e y un mayor espacio para las piernas de los pasajeros. De todas formas, la diferencia es escasa entre ambos, y no marca un punto de inflexión.

La posición de manejo está muy lograda en el Volkswagen, con amplias regulacion­es en altura, mientras que en el Chevrolet se viaja apenas más alto. Eso sí: las butacas tapizadas en símil cuero, combinado en ambos casos y con gustos no del todo acertados, presentan mejor sujeción en el Chevrolet, aunque un mullido algo o más suave que denota una a calidad inferior. Lo mismo o sucede con la decoración n interior, en donde el Vo- lkswagen ‒con plásticos rígidos y componente­s combinados (dos tonos de gris para plásticos y tapizados en símil cuero claro y oscuro)‒ presenta resenta más calidez y una percepción al tacto en encastres y comandos levemente mejor. El Chevrolet recurre a un diseño interior más moderno, pero con tonos más apagados: incluso la plancha aparece tapizada con símil cuero azul, combinado con los tapizados, que le da un toque diferente y hasta más estatutari­o. Los espacios de carga son amplios y disponen de altura v variable, con una cap pacidad en torno a lo los 400 litros promedi dio declarados. Pero, al medirlos, el de la Tr Tracker resulta más ap aprovechab­le. E En el caso del produ ducto de GM, la rueda de auxilio es del tipo tem temporal, con “ruedín”, mientras que el Volkswagen emplea una rueda de di

ferente medida, que en este caso resulta una mejor opción.

Motor/Prestacion­es Tracker 1/2 T-Cross

Hay veces que los números hablan por sí solos, y en este comparativ­o son muy claros. El motor 1.2 turbo de tres cilindros en línea que genera 132 caballos y que emplea el nuevo Tracker, es ampliament­e superior al del Volkswagen. Se trata de un “detalle” que puede condiciona­r una compra. Es que frente al 1.6 de 110 CV, la diferencia es notable: los 10,7 segundos frente a los 14,2 del T-Cross establecen una diferencia que se hace innegable para acelerar de cero a cien km/h y que habla a las claras de los avances tecnológic­os a los que los motores son sometidos. En Brasil, el T-Cross mantiene este motor como una opción en la entrada de gama, pero casi toda la oferta monta el 1.0 TSI de 116 caballos, con el que probableme­nte veamos aquí al T-Cross en un futuro cercano.

Si nos centramos en el rendimient­o, el consumo en ciudad resulta más que lógico en el Tracker, pero en ruta, beneficiad­o por las largas relaciones de caja, el T-Cross prácticame­nte empata a su rival. Además, el del moño cuenta con un tanque de tan solo 44 litros, escaso frente a los 52 del VW, que mejora considerab­lemente la autonomía en ruta. Claro que, a cambio de eso, se lo nota mucho menos enérgico, mientras que la elasticida­d es otro de sus puntos negativos: imagínese cargado de equipaje y con su familia volviendo de vacaciones, “penando” al querer superar a un vehículo más lento. Suena incluso peligroso.

Equipamien­to/ Instrument­al Tracker 1/2 T-Cross

La dotación de equipamien­to es otro de los ítems en los que pierde el T-Cross, ya que previament­e la versión Hero contaba con extras destacable­s. En la Highline, disponible actualment­e como tope de gama, olvídese del techo panorámico, las luces delanteras full led o el asistente de estacionam­iento, todos elementos que venían de serie en la versión tope, y que son de serie en su rival. Además, el producto del moño no olvida el Wi-Fi nativo, el cargador inductivo de smartphone­s e incluso el sistema OnStar.

Donde el Volkswagen recupera terreno es en el instrument­al digital, completame­nte configurab­le y muy práctico. Las pantallas táctiles,

en ambos casos, son de ocho pulgadas: resultan rápidas, aunque la del VW es un poco más intuitiva y completa, ya que trae navegador integrado. La de GM le responde con conexión Android Auto y Apple CarPlay inalámbric­a, algo que su rival solo puede equiparar con un cable.

Suspension­es-Dirección Tracker 1/2 T-Cross

Las estructura­s sólidas, modernas y eficientes se descubren con tan solo marchar unos kilómetros. La solidez estructura­l que proponen se muestra satisfacto­ria, pero además denotan un andar que ‒si bien tira a firme en ciudad‒, no termina siendo incómodo. Todo lo contrario. Lo que sí es notorio es que ambos trenes traseros, con ejes de torsión, transmiten alguna que otra sequedad propia de este tipo de esquemas.

En la ruta, la mayor altura y un esquema de suspension­es no tan dinámico hacen que el Tracker sea levemente más impreciso, o mejor dicho, que el T-Cross obtenga una mejor sensación de control en el asfalto. Claro

que al exigirlos presentan sus limitacion­es, con un marcado rolido, a pesar de contar con sistemas de dirección perfectame­nte asistidos, no tan ágiles ante maniobras bruscas.

Los neumáticos de diecisiete pulgadas cuentan con un perfil adecuado para las calles de la Argentina, aunque no tanto si vamos a un manejo más de campo, donde quizás sería una mejor opción contar con llantas de una o dos pulgadas menos, pero con mayor talón de neumáticos.

Transmisió­n-Caja Tracker 1/2 T-Cross 1/2

Aquí no hay demasiado de qué presumir, ya que emplean transmisio­nes automática­s de seis velocidade­s, con un funcionami­ento agradable. Si vamos a los números, la del Tracker parece mucho más predictiva y rápida en su accionamie­nto, pero es algo que innegablem­ente está ligado a la entrega del motor y a la puesta a punto que cada fabricante escogió. En general, la del T-Cross presenta un andar que suele estirar bastante cada pasaje de marcha en la ciudad, algo que evidenteme­nte hace mella en el consumo,

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 ??  ?? El producto del moño aparenta un mayor tamaño, aunque en realidad no lo es tanto. Aquí también resalta el color azul, específico de la versión Premier.
El producto del moño aparenta un mayor tamaño, aunque en realidad no lo es tanto. Aquí también resalta el color azul, específico de la versión Premier.
 ??  ?? El diseño del T-Cross luce más personal, con las ópticas traseras unidas por un gran aplique de color negro. Además, algunas funciones cuentan con tecnología LED.
El diseño del T-Cross luce más personal, con las ópticas traseras unidas por un gran aplique de color negro. Además, algunas funciones cuentan con tecnología LED.
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 ??  ?? El remate posterior del Tracker es quizás una de sus partes más conflictiv­as. El portón trasero queda muy expuesto a pequeños golpes de estacionam­iento.
El remate posterior del Tracker es quizás una de sus partes más conflictiv­as. El portón trasero queda muy expuesto a pequeños golpes de estacionam­iento.
 ??  ?? Aquí, las tonalidade­s interiores en gris oscuro-azul son algo menos llamativas. La pantalla saliente dispone de funciones extras, entre ellas conexión inalámbric­a para smartphone­s. No hay soporte, pero sí cargador inductivo.
Aquí, las tonalidade­s interiores en gris oscuro-azul son algo menos llamativas. La pantalla saliente dispone de funciones extras, entre ellas conexión inalámbric­a para smartphone­s. No hay soporte, pero sí cargador inductivo.
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 ??  ?? Con 4,2 metros el Volkswagen luce un formato más compacto. Utiliza la plataforma MQB A0, la misma del Polo, por lo que su solidez está probada. Llantas de 17” y auxilio de menor diámetro, pero con neumático “normal”. Las plazas traseras son amplias, con buen espacio para las piernas. El secreto está en la distancia entre ejes: 2,65 metros. El baúl es amplio, y cuenta con un divisor de altura para la carga.
Con 4,2 metros el Volkswagen luce un formato más compacto. Utiliza la plataforma MQB A0, la misma del Polo, por lo que su solidez está probada. Llantas de 17” y auxilio de menor diámetro, pero con neumático “normal”. Las plazas traseras son amplias, con buen espacio para las piernas. El secreto está en la distancia entre ejes: 2,65 metros. El baúl es amplio, y cuenta con un divisor de altura para la carga.
 ??  ?? El Tracker entrega un extra notable en equipamien­to de seguridad, gracias a las ayudas a la conducción. Las plazas traseras son prácticame­nte igual de aprovechab­les que en su rival.
El Tracker entrega un extra notable en equipamien­to de seguridad, gracias a las ayudas a la conducción. Las plazas traseras son prácticame­nte igual de aprovechab­les que en su rival.
 ??  ?? El baúl del SUV de Chevrolet es algo más aprovechab­le, principalm­ente por un mayor ancho. Las llantas también son de 17”, aunque en este caso el auxilio es un neumático “de juguete”, sólo para salvarnos de una situación imprevista.
El baúl del SUV de Chevrolet es algo más aprovechab­le, principalm­ente por un mayor ancho. Las llantas también son de 17”, aunque en este caso el auxilio es un neumático “de juguete”, sólo para salvarnos de una situación imprevista.
 ??  ?? El T-Cross Highline no posee luces Full LED, tal como venía en la versión Hero. Su estética exterior luce un tanto más sobria, fiel a la filosofía alemana.
El T-Cross Highline no posee luces Full LED, tal como venía en la versión Hero. Su estética exterior luce un tanto más sobria, fiel a la filosofía alemana.
 ??  ?? El Tracker entrega un estilo algo más jovial. La calidad es buena, pero en comparació­n no supera al T-Cross. Hay salidas USB, mientras que su rival tiene toberas traseras de climatizac­ión.
El Tracker entrega un estilo algo más jovial. La calidad es buena, pero en comparació­n no supera al T-Cross. Hay salidas USB, mientras que su rival tiene toberas traseras de climatizac­ión.

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