El calor extremo mata al virus
Ford Motor Company de los Estados Unidos concretó estudios acerca de cómo el calor extremo mata al virus del covid-19 dentro de la cabina de un Ford Explorer. Cambiando el software de la electrónica del motor y utilizando chips y microcomputadoras que soportan los 90 grados de temperatura, se hizo funcionar el motor durante 15 minutos con una temperatura en el habitáculo de 56 grados, superior a la registrada en el Valle de la Muerte (Death Valley). En dicho desierto de los Estados Unidos se registraron 58,1 grados el 23 de junio de 2006. Por lo general, el valor máximo siempre supera los 50 grados.
En el Explorer, y una vez activados, los sistemas de control del clima interior y el tren motor trabajan automáticamente para elevar las temperaturas del habitáculo. El software calienta el motor a un nivel elevado y tanto la configuración del calor como la del ventilador del motor operan al máximo. La universidad Estatal de Ohio certificó las pruebas. Con temperaturas en el habitáculo de 56 grados, como hemos mencionado, la concentración viral se reduce en más del 99 por ciento. El calor tiene la capacidad de filtrarse en grietas y áreas difíciles de alcanzar, lo que ayuda a reducir el error humano al aplicar desinfectantes químicos.
Por supuesto, y durante esos 15 minutos no hay un ser humano en la cabina. Una vez completado el experimento, el mismo software se encarga de que baje la temperatura a los valores normales. Todo el proceso se puede controlar desde un celular inteligente. Completado el examen las luces del automóvil se encienden para avisar que efectivamente terminó.
La solución funciona "horneando" el habitáculo para que se inactiven los virus en su interior.