El Gobierno insistirá con el juicio político, pero tras las elecciones
El Gobierno espera que un eventual procesamiento a la procuradora Alejandra Gils Carbó desencadene el proceso que termine con su destitución, un viejo y vigente anhelo del presidente Mauricio Macri. Pero en la Casa Rosada no creen que eso ocurra antes de la elección de octubre. Es más, creen conveniente esperar a que esté el resultado electoral para negociar con el peronismo en mejores condiciones, a partir de un debilitamiento que piensan que tendrá el massismo.
Fuentes oficiales dijeron a PERFIL que lo más probable es que el mecanismo utilizado por Cambiemos para avanzar en contra de la jefa de los fiscales sea el juicio político a través del Congreso. “Si surge un reemplazante de consenso con el PJ eso va a acelerar las cosas. Creemos que el massismo nos va a dar una mano porque va a querer acordar algunas cosas”, explicó un funcionario en diálogo con este diario.
La comisión bicameral que controla a Gils Carbó en el Congreso está en manos, precisamente, del Frente Renovador. Esa comisión presentará lo antes posible un informe formal con supuestas irregularidades de Gils Carbó en la designación de fiscales, entre otras cosas. Con ese informe en la mano estudiarán si sugieren el inicio de un juicio político. Está claro que la presión de la Rosada, por pedido de Macri, será constante. El tema será analizado en la “mesa judicial” que hay en el gabinete y que se reúne cada quince días.
“Un procesamiento puede hacer que se acelere todo. Pero si pasa algo será entre octubre y diciembre”, dijo a PERFIL un diputado nacional del interbloque Cambiemos que sigue los temas judiciales de cerca.