Llega a las salas un documental que recorre desde Ushuaia a La Quiaca
Se estrena ¿Qué te preocupa? resultado de un viaje que refleja diferentes respuestas a esa pregunta por parte de 40 testimonios y propone una teoría del aprendizaje desde la nada.
está en competencia oficial y anoche aspiraba a llevarse el premio mayor en la categoría largometraje argentino. Los 40 gigas de material se comprimieron en 66 minutos en un proceso que demoró dos años: “Fue terriblemente dificultoso y también un aprendizaje. Algo sobre lo que la película trata: es una película sobre cómo hacer algo sin saber”.
Raspanti advierte que no quedó nada de la idea original: “Fue sorprendente porque el material me devolvió otra película a la que tenía en mi cabeza. Salí a filmar con la idea de hacer algo similar a ‘7 millones de otros’, donde se muestran planos cortos de personas respondiendo preguntas sobre el amor, la felicidad, la tristeza y demás. Y son esas mismas respuestas las que van narrando la historia; por lo que ni Marasini ni yo íbamos a estar presentes. Pero vi un proceso que estaba bueno contar y que me pone como protagonista. Son dos historias: una persona que quiere hacer una gran teoría de la preocupación no sabe cómo, pero tiene esa ambición de alcance universal y, al mismo tiempo, quiere que esa teoría se plasme en un documental. No sabe hacer ninguna de las dos cosas. Desde el vamos viene complicado. Entonces, se narra cuáles son los escollos en el camino”.
Viaje mítico. Los dos meses y medio de ese viaje mítico más los dos años de montaje representaron para este abogado que aún tiene su estudio jurídico una reafirmación en ciertos gustos por los viajes largos, pero también ciertas reflexiones sobre el aprendizaje que explica así: “Muchas veces, aunque uno no sepa cómo hacer algo, si arrancás, hay cosas que se alinean para que suceda. No desde lo místico, sino desde lo práctico. En ciertas oportunidades te topás con lo abismal, como para que esté todo planeado desde el inicio. Descubrí con esta película una manera de hacer”.
Respecto a las reacciones frente al material, que muestra a personas de muchos puntos disímiles de la geografía local, precisa que en algunos casos los testimonios son muy representativos de cómo es un jujeño, por ejemplo; mientras que, en otros, se sale del cliché, como en el caso de los patagónicos: “Me sorprende la recepción en el ámbito festivalero. Nunca me lo imaginé. Sé que llegan películas más calificadas, con mucha calidad, de gente que hace cine de carrera. Y el recibimiento, principalmente del público, es maravilloso. Porque se acercan mucho, no es un material lejano del espectador. Ve que podría estar ahí, cuenta la experiencia de realizar algo. Y todos estamos haciendo algo o queremos. Le buscamos la vuelta. Eso identifica. También está el viaje, que es un elemento muy seductor. Y están las personas respondiendo con sus preocupaciones y esas respuestas a lo largo del camino son un espejo para quien mira”.
Con el propósito de una definición, Raspanti entiende que no hay liviandad en el relato: “Tiene profundidad, pero no es panfletario”, precisa, y añade: “Estoy en contra de una política panfletaria porque no sirve, no convence a nadie. Si querés decir algo, tiene que ser desde la sutileza, para que te escuchen”.