Corea del norte prueba sus misiles siempre sobre Japón porque es el país que más odia
de Cristina Kirchner tuvieron la misma causa: un shock externo que detuvo la llegada de esos dólares por cancelación de los préstamos o menores precios de las materias primas que exportamos. En el caso de la convertibilidad, fue por la crisis devaluatoria de los países emergentes iniciada en Asia y continuada en Brasil; en el caso de último kirchnerismo, por la crisis de las hipotecas de 2008-2009 en los países desarrollados que, años después, afectó a todo el planeta. ¿Podría pasarle lo mismo a Macri si Trump cumple su última amenaza en la Asamblea de las Naciones Unidas de destruir toda Corea del Norte mientras “rocket man” Kim Jong-un contraamenaza con consecuencias nunca vistas en la historia de la humanidad, y en un contexto de guerra se detienen los préstamos y las inversiones?
Los argentinos prestamos poca atención a los te- mas internacionales, a pesar de lo mucho que nos afectan. Mientras las tapas de los diarios de todo el mundo esta semana se dedicaron al conflicto de Corea, en nuestro país el tema no ocupó espacios destacados. La nota que comenzó ayer y continúa hoy pretende comprender cuáles son realmente las causas de la mayor grieta de la Guerra Fría que queda en el mundo después de la reunificación alemana y la caída de la Cortina de Hierro: la división entre las dos Coreas, y la posibilidad de que derive en una guerra nuclear. Comienzo a escribirla a las 2 de la mañana de ayer sábado hora de Argentina en el avión que acaba de despegar del aeropuerto de Incheon, a sólo 52 kilómetros de la frontera con Corea del Norte, tras cinco días en Seúl. Es un vuelo de Korean Airlines, la misma compañía en la que el padre de Kim Jongun hizo poner una bomba y murieron todos los pasajeros de un vuelo. Fue hace más de dos décadas, lo que demuestra que la locura de los Kim es hereditaria y el problema viene de lejos.
Las estructuradas azafatas de Korean Airlines visten alrededor del cuello un lazo en forma de pulcro moño y sonel ríen sin parar, como la mayoría de los coreanos, pero esas sonrisas no deben confundirse con alegría. Así como el círculo de la bandera nacional contiene en equilibrio el azul del yin (frío-oscuridad) y el rojo el yan (calor-luz), hay en el pueblo coreano una ADN, se transmite intergeneracionalmente en el inconsciente. Y es lo opuesto al karma, que sí se puede trabajar en cada vida individualmente. El himno espiritual de Corea es la canción Arirang, que la cantó durante las manifestaciones pidiendo democracia en las épocas de dictadura, o como rebeldía durante la invasión japonesa, por eso Arirang también es la canción embajadora de Corea del Norte. Tiene centenas de versiones y vale la pena escuchar alguna para sentir cómo esa emocionalidad han penetra en el cuerpo (ver: e.perfil.com/ arirang). En Corea hay causas de muerte por han llamadas hwa-byong, que literalmente significa “muerte por enojo”, y es una enfermedad cultural especificada en Kim Jong-un prueba uno de sus nuevos misiles, lo haga siempre sobre el mar de Japón y a pesar de lo mucho que odian los coreanos de sur, especialmente los más viejos, a Corea del Norte, más odian a los japoneses.
La FIFA es un buen ejemplo de desconocimiento histórico sobre Corea, en 2002 hizo que se organizara el Mundial de Fútbol en sede compartida entre Japón y Corea del Sur, porque quedaban cerca, sin tener en cuenta la beligerancia histórica entre ambos países. La primera fricción fue