“Me siento castigado por haber elegido defender mi vida”
lino Villar cataldo fue acusado por “homicidio agravado” y podría enfrentar una condena a 25 años. “Todos los días le pido perdón a mi familia”, dice.
“Todos los días pido perdón a mi familia por haberlos hecho pasar por esta situación, pero ellos responden que prefieren el perdón en lugar de llevarme flores al cementerio”. El recuerdo está fresco en su memoria, pese a que ya pasó más de un año de la noche en la que su vida cambió para siempre. El médico cirujano Lino Villar Cataldo salía de su consultorio de Loma Hermosa cuando fue sorprendido por un delincuente armado. Agarró la pistola que escondía en un cantero y disparó cuatro veces. Mató al ladrón y a partir de ese momento el tiempo, para él y su familia, se detuvo.
La vida de Villar Cataldo no volvió a ser la misma. Tratamientos psicológicos, miedo a salir a la calle, amenazas, sistemas de alertas ideados por su familia, y el latente deseo de que todo termine para volver a su profesión y atender a sus pacientes.
La decisión de la fiscal Diana Mayko de acusarlo por el delito de “homicidio agravado”, que prevé una condena de hasta 25 años de prisión, y pedir que sea juzgado reavivó la polémica por la reacción del cirujano.
Desde el 26 de agosto de 2016, Villar Cataldo siente que su vida está en suspenso. El médico, según declaró a la Justicia, tomó el arma que tenía en el cantero. “Te voy a matar”, recuerda Lino que le gritó el ladrón. El médico disparó y Ricardo “Nunu” Krabler (24) murió en el acto.
“Mi vida y la de mis seres queridos ha cambiado radicalmente y me siento responsable de ello. Este suceso me generó una angustia tan profunda que por un largo tiempo me obligué a refugiarme en mi casa, me vi impedido de trabajar normalmente y mis hijos sin poder vivir en el hogar que fue construido con mis propias manos”, relata a PERFIL sobre sus días posteriores a esa trágica noche. “No sólo –continúa– es complicado tener mis bienes embargados sino que a mis 64 años ya no hay forma de reconstruirme ni de empezar de cero”.
Lino permaneció detenido cuatro días hasta que fue excarcelado. La fiscal Mayko se había opuesto a su liberación, pero el juez de garantías Martín Oyhanarte aceptó el pedido de la defensa de Villar Cataldo.
Un año después la funcionaria judicial entendió que cuando el médico disparó no estaba en riesgo su vida, y por eso reclamó que lo juzguen por “homicidio agravado”. La defensa de Villar Cataldo apeló el requerimiento y pidió su sobreseimiento bajo la figura de la legítima defensa.
“Yo siento que estoy siendo castigado por haber elegido defender mi vida, pero sé que Dios y la gente me acompaña en este doloroso momento”, reconoce Villar Cataldo. Reinvención. El médico comenzó un tratamiento psicológico individual y otro junto a su grupo familiar para asimilar y hacerle frente a lo sucedido. Pero también les fue difícil en un comienzo salir a la calle porque “tenían terror” (la familia del ladrón vivía a diez cuadras de los Villar Cataldo) y cuando lo hacían miraban