NIUNAMENOS
RES, QUE DEBEN TOMAR UNA DECISION. LA IDENTIDAD MACHISTA EN CENTURION, ROSSI Y FABBRO, OLVIDADOS PERO NO MENOS GRAVES.
fracturar al club”.
En estos días, Lecchi fue a conocer la postura de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), Independiente y la AFA. También habló con cada dirigente del club que preside. Y con el plantel profesional, que, según le contó a este diario, estaba “shockeado” con la noticia. “A esos dirigentes o jugadores que dudan cómo actuar con un caso así, les preguntaría qué harían si le pasara a una de sus hijas. Son parte del machismo que reina en el fútbol”, reflexiona Evelina Cabrera, presidenta de la Asociación Femenina de Fútbol Argentino (Affar). “Escuché mucho lo del ‘pobre pibe...se arruinó la vida’. Cuando en realidad la que tiene la vida arruinada es la mujer. Zárate cometió un delito. Y el fallo debería funcionar ejemplarmente para otros casos”, añade Santino.
Al menos hasta aquí, Temperley tomó una postura. Provisoria, sí. Pero postura al fin y al cabo. Otros clubes que estuvieron en situaciones parecidas, con jugadores denunciados por violencia, miraron para otro lado. Boca, por ejemplo, protagonizó dos casos recientemente: los de Ricardo Centurión y Agustín Rossi. En el primero, Melisa Tozzi, ex pareja de Centurión, había denunciado al delantero en la Comisaría de la Mujer de Quilmes por presuntas agresiones y amenazas. En el segundo, Bárbara Segovia, ex pareja de Rossi, publicó en su cuenta de Facebook los chats de WhatsApp en los que el arquero admite haberle pegado. “Tengo vergüenza y miedo”, escribió Segovia en el marco del #NiUnaMenos. Hoy, Rossi juega en Boca y Centurión, en el Genoa de Italia.
Esta semana, casi al mismo tiempo en que se conoció la sentencia a Zárate, la ahijada de Jonathan Fabbro, ex delantero de River y Boca, actualmente en Lobos de México, declaró en cámara Gesell ante la psicóloga del Cuerpo Médico Forense. La causa por la que se imputa a Fabbro es por un delito incluso más grave que el de Zárate: “Abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo”.
“Hay que cambiar muchas cosas desde el fútbol. Y hay que interpelar a los hombres desde su lugar de privilegio. El fútbol es muy importante como bien cultural, por eso es necesario lograr una igualdad de género para vencer estereotipos”, pide Santino, que como Evelina Cabrera, busca en el fútbol una herramienta para incluir y empoderar a las mujeres. Esa herramienta también la tiene Temperley, que tiene la posibilidad de hacer historia. O de hacer lo de siempre.