Talleres volvió al triunfo y la Gloria perdió en Adrogué
EN UN PARTIDO ENTRETENIDO PERO SIN MUCHAS JUGADAS DE RIESGO, UN TIRO LIBRE DEL URUGUAYO LUCAS OLAZA LE PERMITIÓ AL EQUIPO ALBIAZUL QUEBRAR LA PARIDAD.
Talleres recuperó la memoria. O parte de ella. Por momentos volvió a ser aquel equipo bien intencionado y hasta vistoso que Frank Darío Kudelka (¿objeto del deseo de San Lorenzo de Almagro?) supo forjar en la temporada anterior. También le tocó sufrir ayer en su visita a Chacarita, sobre todo cuando con un gol más y un jugador menos debió consagrarse al aguante y encomendarse a las manos de su arquero Guido Herrera. Es sabido que el Albiazul no se siente cómodo cuando le toca jugar sin la pelota; está en su ADN. La novedad, en todo caso, es lo que le cuesta recuperarla. Su mediocampo todavía no se acostumbra a no contar con la desordenada y empeñosa eficiencia del “Colorado” Gil. No es casualidad que Fernando Godoy se haya ido expulsado por reiteración de faltas y que lo mismo le haya sucedido al “Cholo” Guiñazú una semana atrás ante Vélez. Hay una carencia que Juan Ramírez no alcanza a disimular. Por suerte, recuperó la inspiración “Bebelo” Reynoso y eso le permitió a la “T” mayores pasajes de posesión. El “10” tuvo un buen socio en Joao Rojas, aunque el ingreso del ecuatoriano por Menéndez le quitó explosión al ataque por el sector izquierdo. Las subidas del uruguayo Lucas Olaza sirvieron para disimular ese déficit y emparejar los tantos con los desbordes de Palacios. ¿Junior Arias? Ausente sin aviso, en un partido donde ninguno de los dos elencos generaron riesgo cerca de los arcos contrarios. Y a falta de profundidad, buenas son las pelotas quietas. Talleres tuvo una clarita a los 10 minutos del segundo tiempo y no la desperdició. El uruguayo Olaza metió el zurdazo y pasó por caja. Después llegó la hora de ahorrar para llegar bien a fin de mes.