Por el blindaje en el Concejo
La aprobación de la suba del boleto del transporte urbano el pasado viernes en el Concejo Deliberante no motivó ninguna negociación exagerada por parte del oficialismo municipal. El intendente Ramón Mestre contó con el respaldo del bloque al que se sumó la socialista Laura Sesma que integra una banca unipersonal, pero que vota siempre en sintonía con su anterior bancada. Con miras a 2019, Mestre tiene la obligación de contener a un bloque que tiene, además de internas propias de las fuerzas que la componen, la UCR y el PRO, roces entre los mismos radicales. Es por ello que la suba del boleto el año próximo se dará sin pasar por el Legislativo municipal, sino que ya tendrá Mestre el poder para hacerlo efectivo en 2018. No obstante, la conducción del bloque la tiene el intendente vía Lucas Balián ahora, antes con Lucas Cavallo -de roces entre ellos hace un tiempo-; y a estos se suman Miriam Acosta, Juan Balastegui, Belkis Garda, Héctor Carranza y Gustavo Fonseca. Pero, además, debe negociar casi de manera constante con los macristas Aníbal de Seta y Abelardo Losano; Juan Negri y los ediles de Miguel Nicolás. Situación que pone al Ejecutivo con la lupa sobre un bloque que se alimenta de internas y una oposición que, heterogénea, no da señales de preocupación cuando se junta por no hacer peligrar la mayoría oficialista.