Con cuidado para no irritar a carrió, angelici aún teje entre jueces y fiscales
Dice que sólo se mete cuando se lo pide Macri. pero hizo lobby en favor de Raúl pleé para la Procuración y se movió para beneficiar a Niembro y tratar de proteger a Lijo.
“Sólo me meto cuando Mauricio me lo pide”. Daniel “el Tano” Angelici suele refugiarse en su casa de fin de semana en Pilar cuando hay mucho movimiento en Comodoro Py. Son pocos los que disfrutan de sus asados. Pero, entre ellos, hay jueces y fiscales, además de funcionarios. Cuando quiere ver a su amigo, el presidente Mauricio Macri, viaja hasta Los Abrojos, la quinta familiar. Evita la Casa Rosada y, de vez en cuando, va a la residencia de Olivos.
Hoy el Tano se mueve con la delicadeza de la acupuntura: no quiere resquebrajar la paz que, por ahora, logró enhebrar con Elisa Carrió. Pero no pierde su influencia. Entre sus íntimos asegura que su único jefe es su amigo el Presidente, y que su lejanía a Comodoro Py no es total pero no se involucra en el día a día. “No quiero más quilombos”, les dice a sus interlocutores.
Sin embargo, tiene en su mente cuántas designaciones están tramitando en el Consejo de la Magistratura y cómo está el mapa judicial. Lo preocupa su amigo Ariel Lijo, quien puso en la cárcel a Amado Boudou por enriquecimiento ilícito. Lijo ha sido uno de sus buenos amigos, de aquellos con los que ha compartido tertulias en el Hotel Faena en el pasado. El Tano intentó, por ahora en vano, que no caiga en desgracia.
Incluso la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, lo tiene en la mira por las pre- suntas demoras en las causas y porque no involucró, por ahora, a Ricardo Echegaray, el ex titular de la AFIP, en la causa Ciccone. Justamente, Angelici, además, no reniega de su amistad con Darío Richarte, quien fue uno de los abogados de Boudou en esa causa, y quien desembarcó en Boca Juniors con el Tano.
Ante sus confidentes, Angelici cree que el juez federal Daniel Rafecas terminará pronto su carrera como magistrado: está