“la tecnología es un amplificador que permite cerrar la brecha”
en el sector techie, la diferencia salarial es sólo 4%. Los cambios en la política de paternidad. Cómo lidiar con un caso de sexismo.
Florencia Sabatini es la directora de Comunicación Institucional de Google Argentina y viene de ganar el premio Konex de Platino en esa categoría. Se define como pragmática y cree que la tecnología puede ayudar a cerrar la brecha de género.
—¿Qué composición de género tiene la oficina local?
—En Argentina somos 5050, está superbalanceado, por el tipo de funciones. Pero cualquier espacio puede ser un disparador para que algo cambie.
—¿Qué políticas pueden mejorar la participación?
—Se requieren más mujeres en el rubro tecnológico. La brecha se podría cerrar más rápido porque hay mucha demanda. La buena noticia es que, si bien la brecha de salario es muy amplia en la Argentina, en la industria tecnológica se achica. Es del 4% mientras que en otras industrias varía del 17% al 25%. También hay mujeres en lugares de liderazgo, directoras de marketing, comunicaciones, legales, el grupo Geo (Street View).
Las políticas de “paternidad” como genérico se actualizaron recientemente. Por paternidad o adopción tienen licencia paga por 12 semanas, que se pueden tomar juntas o de a una semana antes del primer año, más dos días trabajando al 50% pero cobrando el total.
—¿Cómo se puede incorporar la tecnología?
—Hay una gran cantidad de mujeres que asisten a capacitaciones digitales. Entre las emprendedoras se ve como una herramienta para potenciar el negocio, para hacer marketing online. En “Gloogle por Argentina” vemos muchas mujeres que ven en internet un arma para potenciar el negocio, ir más allá. Tenemos la apertura mental para ver de qué se trata.
—¿Hubo buena representación en los Konex?
—En el jurado hubo una buena distribución de género, con Magdalena Ruiz Guiñazú como presidenta. En el periodismo hay muchísimas mujeres pero cuando vas a los cargos, dentro de las redacciones, las mujeres no llegan. En los premiados de periodismo y comunicación, sin embargo, no hay tantas mujeres, en un rubro donde debería haber muchas, periodistas y productoras. Esos tienen que ser llamados de alerta para las redacciones, la televisión, los programas de radio.
—¿Influye que las cúpulas suelen ser masculinas?
—Las mujeres a veces somos el primer impedimento. Cuando entré a la entrevista me autoexcluí porque me había enterado recién de que estaba embarazada. Y sin embargo no les importó. También tenemos que estar atentas sobre cómo nos referimos a otras mujeres, sin ser machistas. Yo no me considero feminista sino que me interesa la igualdad de género, que no es lo mismo que ser feminista.
—¿El feminismo es la militancia? ¿Cuál es la diferencia?
—Yo creo más en las acciones que en los relatos. Me defino como pragmática. La igualdad de género la hacemos todos los días, desde casa, con los chicos, con la educación, marcando determinadas instituciones, dejando atrás el “sesgo inconsciente”. Lo primero que tenemos que hacer es tratar de derribar nuestras propias barreras. Lo segundo es identificar los sesgos, los prejuicios. Esa es la receta de transformación. Los ambientes también condicionan para generar mayor impacto.
—¿Cómo afectó el caso de sexismo en Google en Estados Unidos?
—Es el caso de James Damore. Lo seguimos pero no tuvo impacto local. La empresa respeta la diversidad de opiniones, pero al diseminar opiniones que van en contra de los valores de la compañía, generó un dilema. Después se tomó la decisión (de despedirlo). Uno de los valores es la igualdad de género.
“Tenemos que estar atentas a cómo hablamos de otras mujeres, sin
ser machistas.”