ORDEN JURIDICO
El presidente Macri convocó a la totalidad de los gobernadores para revisar, modificar y/o actualizar leyes existentes que traban el futuro desarrollo del país. En la mesa de discusión propuso una serie de aumentos en los impuestos a productos regionales que son de vital importancia para cada una de las comunidades regionales. En la jerga sindical, a ese tipo de propuestas se las llama “la carnada”, pues se usan para que la contraparte afectada las rechace a cuenta de aceptar otras menos ostensibles para la mirada atenta de los electores. Entre esa catarata de modificaciones –muchas de ellas necesarias– se metió el cambio para la liquidación en los haberes jubilatorios. Como la mayoría de esos gobernadores son millonarios herederos de la corrupción política y saben que los jubilados no tienen voz y quizás mañana ya no sean ni siquiera un voto, es casi seguro que aprobarán los cambios propuestos. Es muy lamentable que el Presidente lleve al Congreso esa enorme contradicción con lo prometido en su campaña electoral y luego durante el programa de Reparación Histórica. Será alimento para las fieras de la oposición. La actual fórmula para la liquidación de los haberes fue dictada por una acordada de la Corte Suprema de
Justicia para tapar, en su oportunidad, una pretendida manipulación del populista gobierno anterior en los fondos de las cajas de jubilación.
Hoy se pretende ignorar de un plumazo el orden jurídico imperante mientras se mete a los ancianos dentro de las causas que frenan el avance del país y el ingreso de nuevas inversiones.
Esos potenciales inversores ya dijeron que en Argentina no se respeta el orden jurídico y por lo tanto no habrá inversiones genuinas que se animen a venir.
Los jubilados vemos con mucha sorpresa y tristeza cómo la piel de cordero deja entrever un asomo de las garras del lobo que, al votar a Cambiemos, pudimos imaginar que ya no volvería para alimentarse con la carne de los indefensos.