SEñALES POSITIVAS
asó la angustia. El temor. La presión desmesurada. Y ahora, como después de cada pesadilla, comienza el desahogo. La certeza de saber que lo peor quedó atrás: que todo lo que viene tiene que ser más gratificante. La Selección entró en esa instancia: después de un sufrimiento de varios meses, de haber quedado en la cornisa de la historia, ayer contra Rusia inició su camino de liberación hacia el Mundial. Y en ese camino encontró algunas buenas señales para pensar en lo que viene.