Con reparos, la mesa política gana espacio en las decisiones
A pesar de que Mauricio Macri suele ser renuente a cambios, la renovada “mesa política” del oficialismo fue clave en los últimos meses para influir en las modificaciones en el gabinete y hasta para frenar decisiones que podrían haber afectado la relación del Gobierno con la oposición. En otras palabras, los volantazos de las últimas semanas tuvieron una relación directa con muchas de las cuestiones que se plantean en esas reuniones.
Aunque no divulgan fotos oficiales (solo hubo dos en un mes y medio) de las reuniones, la mesa política con el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro del Interior, Rogelio Frigerio; María Eugenia Vidal; Horacio Rodríguez Larreta; el titular de Diputados, Emilio Monzó; el radical Ernesto Sanz y eventualmente los gobernadistinta dores de la UCR fueron constituyéndose en una voz distinta a las que escucha el Presidente de su ala “técnica”.
Por caso, la salida de Juan José Aranguren de Energía y, sobre todo, la de Francisco “Pancho” Cabrera de Producción eran dos de las que se venían pregonando en la “mesa política”, a excepción de Peña. En el mismo sentido, el empoderamiento de Nicolás Dujovne como ministro coordinador económico fue una premisa de esa mesa.
También fueron claves los pedidos para que Macri no se acelerara y pateara el tablero contra el PJ. En particular, contra Miguel Pichetto, el jefe del peronismo en el Senado, a quien culpa de decir una cosa en privado y actuar de forma en público. Algo similar ocurrió con Sergio Massa. El Presidente se guardó las balas en ambos casos. Frigerio y Monzó fueron los contenedores del líder peronista del Senado; Vidal, y sobre todo el jefe de Gobierno porteño, los del segundo caso.
No todos son optimistas: entre sus íntimos, Monzó suele decir que ahora al menos es “escuchado” pero no está convencido de que se tomen decisiones cruciales.
Lo cierto es que el viernes la mesa política almorzó en Olivos. No estaba Larreta, y Vidal se tuvo que ir temprano. El oficialismo decidió difundir una foto sin ellos. Claro, hoy son los que motorizan más cambios en el gabinete nacional y la baja de ministerios de 20 a 13 como gesto político. Peña se opone, y es quien decide qué se divulga fotográficamente o no.