El primer Dardo de prueba
Uno de los puntos que el Plan de la Casa Blanca ordena estudiar a fondo se basa en determinar cuales son las tecnologías capaces de desviar un cuerpo celeste de su trayectoria de choque. De hecho, la NASA ya tiene en marcha la misión DART que será lanzada a fines del año 2020, con el objetivo de estudiar y finalmente “estrellarse”, en el año 2022, contra una Luna que orbita alrededor del asteroide Didymos, que ya circula por el Sistema Solar. Todo el evento será observado y fotografiado en detalles por diversos instrumentos de observación para registrar los resultados del primer ensayo que busca probar si es posible desviar un asteroide y determinar qué masa y velocidad de impacto causaría un “desvío óptimo” de un curso de colisión contra la Tierra.
órbita tenga curso de colisión con la Tierra. Esto ya se lleva adelante y hay equipos de científicos dedicados full time a seguir las trayectorias de asteroides tamaño “peligro” ya catalogados, e intentar descubrir otros aún desconocidos.
El Plan también propone poner a punto nuevas tecnologías para intentar desviar, en forma efectiva, un meteorito “golpeador” y pensar estrategias de mitigación de daños en caso de que termine impactando. Otro objetivo es “mejorar el modelado matemático de predicciones sobre las probabilidades de que un asteroide recién descubierto impacte contra el planeta, analizar su órbita y cuándo y en qué geografía del planeta sería el impacto hipotético.